Ignorancia e inhumanidad

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Editorial UCA
23/10/2020

El presidente se equivoca al acusar sin fundamento a los alcaldes de Arcatao, Nueva Trinidad, San Ignacio y San Fernando, todos municipios de Chalatenango, de colaborar con el narcotráfico y el contrabando, y al cercar militarmente esos territorios. Bukele exhibe sin pudor, una vez más, el desconocimiento de la realidad y de la historia del país. Desconoce que en 1992, por un fallo de La Haya, un grupo de salvadoreños pasó a vivir en Honduras, pero sus tierras de trabajo quedaron en el lado de El Salvador. Lo mismo sucedió con ciudadanos hondureños, cuyas casas quedaron del lado salvadoreño. Ambos viven y trabajan en los llamados “bolsones”. Se mueven entre los dos países siguiendo el ritmo que han tenido desde siempre. Son comunidades caracterizadas por el abandono gubernamental. Solo algunas instituciones, iglesias y las alcaldías han tratado de atender sus necesidades.

En el contexto de la pandemia, los hondureños que viven en nuestro suelo no recibieron ayuda de su Gobierno porque habitan en territorio salvadoreño, pero tampoco han sido beneficiarios de las ayudas salvadoreñas porque no tienen documento único de identidad. Similar situación viven las familias salvadoreñas en los bolsones del vecino país. Ellas trabajan de este lado de la frontera y asisten a escuelas y centros de salud salvadoreños. Esta población y los alcaldes de Arcatao, Nueva Trinidad, San Ignacio y San Fernando no se oponen al cuido de fronteras, sino a la violación de sus derechos.

En San Fernando, unas 25 familias tienen sus siembras en el lado hondureño y los militares no las dejan pasar. No pueden ir o venir a ordeñar su ganado. Los soldados han ocupado varias escuelas y hay denuncias de maltrato a la población. Se han perdido cultivos y la crisis que se vaticina es aún más cierta para estos pobladores. Los que acostumbran expresar su fe en las parroquias salvadoreñas, ahora no pueden hacerlo. A esta situación obedece la denuncia de los alcaldes, porque, antes que salvadoreños u hondureños, los pobladores de los bolsones tienen derechos que se deben respetar. Interrumpir el flujo normal de su vida mediante la fuerza de las armas es desconocer esta realidad y una muestra de inhumanidad.

Con su acusación, el presidente desconoce también los logros policiales en los municipios en cuestión, donde agentes de la PNC, autoridades y diversos actores sociales trabajan coordinadamente. A ello se debe que estos municipios no compartan el nivel de violencia de otras zonas del país; Chalatenango ha sido y sigue siendo una de las menos violentas. Según datos oficiales de la Policía, de los 262 municipios del país, 57 no registraron homicidios entre enero y noviembre de 2019; 18 de ellos son de Chalatenango, y entre estos están los cuatro señalados por el presidente.

Es obvio que la paz no necesariamente significa ausencia de narcotráfico, pero la experiencia y la evidencia científica señalan que el tráfico de drogas y su comercio casi siempre están ligados a la violencia. Por otro lado, en materia de covid-19, según datos del mismo Gobierno, Chalatenango es el tercer departamento con menos casos detectados. Arcatao solo presenta 17; San Ignacio, 27; Nueva Trinidad, 3; y San Fernando, 1. Si algo heredaron del conflicto armado estas comunidades fue su cultura organizativa, que incluye, como ya se dijo, a los diversos actores sociales, Policía incluida.

El asunto no es maniqueo ni simple, como lo quiere hacer ver el presidente. Que las cuatro municipalidades estén en manos del FMLN no es razón suficiente para acusar sin fundamento. Otros ediles de otros partidos las apoyan, pero no lo expresan por temor. El afán electoral hace que el mandatario se equivoque de nuevo, esta vez imponiendo sufrimiento y penurias a comunidades pobres que han debido salir adelante por su cuenta ante el abandono del Gobierno.

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Joser
25/10/2020
10:21 am
Una desventaja de ser hijos(as) de inmigrantes extranjeros nacidos en El Salvador como Bukele, es su conocimiento limitado/parcial de nuestra historia y a ellos como "millennials" tampoco les fascina. Su indiferencia, desinterés o ignorancia personal y política por los "de abajo" no es nada mas que reflejo y expresion de su clase privilegiada. La visita - que no fué coincidencia- de Jean Manes y el Almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur de las F A-USA, deben agregarse como factores de decision y montaje del operativo militar. En este sentido, el desconocimiento histórico, las acusaciones falsas, la insensibilidad de Bukele por el sufrimiento de los campesinos afectados en los bolsones de Chalatenango, son congruentes. El mundo cuadrado egocentrista de Bukele está constituido por sumisos y por perfiles incondicionales de las redes sociales y él en el centro, como rey sol con su drogaadiccion autoritaria-militarista. "That´s it".
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Rodin
25/10/2020
08:16 am
Señalaba Aristóteles que una de las virtudes fundamenteles de un sabio es la la prudencia (phronesis) . Es curioso que la prudencia, así como la entiende Aristóteles está vinculada a la sanidad de los objetivos. "Los medios se vuelven rectos gracias a la prudencia" decía.(Citado por Giovanni Reale, en Introducción a Aristóteles. Pag. 112) . Tal vez el tema no es si los alcaldes están vinculados al narcotráfico o no, sino manejarse con prudencia. Tampoco se trataría de transplantar un ideario ético griego de hace 24 siglos, remozado con la moral cristiana a través de los siglos, pero la reflexión de Aristóteles es admirable considerando su antiguedad. Es valioso reflexionar sobre la relación entre el uso de los medios y la prudencia, porque el uso de la prudencia mostraría racionalidad en su uso y su ausencia falta de rectitud en su uso, en este caso de lanzar una acusación pública. Pero Bukele no es el únio,de eso está lleno el ejercicio de la política en nuestro país
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Roberto932426762
24/10/2020
10:06 am
NACIONALES / CRIMEN ORGANIZADO El Cártel de Texis Tres informes de inteligencia del Estado y varios informantes de alto nivel consignan que un importante empresario hotelero aliado con diputados, policías, alcaldes y pandilleros de la zona noroccidental de El Salvador forman el Cártel de Texis. Una organización que ha sabido sobrevivir a más de una década de investigaciones de autoridades nacionales e internacionales. Una organización más grande que Los Perrones, dicen las voces que guiaron esta investigación de cuatro meses. Ellos son señalados como los narcotraficantes que operan en El Caminito, el atajo que El Salvador aporta al tráfico internacional de la cocaína suramericana que viaja rumbo a Los Estados Unidos. A su paso, la corrupción y la violencia abren ruta. Sergio Arauz, Óscar Martínez, Efren Lemus / Fotos: Frederick Meza Lunes, 16 de mayo de 2011
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Roberto932426762
24/10/2020
09:21 am
En primer lugar lamentó que no publiquen mis comentarios, lo cual contradice lo que uds pregonan que debe prevalecer, lo segundo con respecto a la presencia militar en 4 municipios fronterizos de chalatenango, el problema del narcotrafico, trata de personas y contrabando en general no es nada nuevo, me parece que el que escribe este editorial debiera solicitar al periódico el faro una serie de artículos sobre los delitos mencionados en esa Zona, basta recordar que en la actualidad hay un escalde de esta zona que está siendo procesado. Pero señores sean objetivos, no caigan en el desprestigio de los medios de comunicación escrita , por que estos aunque fuera verdad lo que escribieran ya nadie los quiere ni regalados o si los adquieren es para hacer piñatas o limpiar la suciedad.
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Luis2040780049
23/10/2020
19:55 pm
Apoyé a Bukele aun cuando ya había roto con el FMLN porque pensaba (y todavía lo pienso) que la dirección histórica del FMLN ya había cumplido su ciclo, pero pronto me di cuenta de que Bukele tiene una inteligencia emocional precaria y que es psicológicamente inestable.
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