Desde los ochentas, muchos salvadoreños han emprendido viaje hacia el Norte en busca de una vida mejor. Un buen porcentaje no lo hizo en dirección a Estados Unidos, como es usual, sino hacia Belice, donde encontraron un lugar para vivir y trabajar, aunque las condiciones laborales no sean las ideales.
Amando López, Martín-Baro y Segundo Montes son tres jesuitas que se han perpetuado en la historia del pueblo salvadoreño. Su amistad, entrega, solidaridad y carisma han marcado el presente y futuro de las comunidades que con orgullo llevan su nombre.