En el Salvador hay miles de personas sin registro de nacimiento, que no tienen un reconocimiento jurídico y social. Estos salvadoreños, por tanto, están expuestos a que sus derechos (a la educación y la salud, por ejemplo) sean violentados.
Hablar de corrupción en la gestión pública se ha vuelto común en El Salvador. Lo señalan tanto los ciudadanos como informes internacionales. En particular, destacan jueces y magistrados del órgano judicial que han convertido a la justicia en una pieza que se mueve según conveniencias.