El ministro de Defensa no ha defraudado. Respondió como era de esperar, y esperar otra cosa ha sido una enorme ingenuidad. El ministro no ordenó la toma del recinto legislativo; no sabe quién dio la orden; no sabe quién estaba al mando; no fue la Fuerza Armada, sino el Estado...
En El Salvador tenemos la costumbre, al hablar de seguridad, de fijarnos casi exclusivamente en el problema de la delincuencia. Es normal, porque la delincuencia violenta continúa siendo uno de los mayores problemas del país. Algunas veces le añadimos el término “seguridad ciudadana” solamente para quitarle el tinte de violencia...