¿La universidad de la vida?

En nuestro país, es muy común escuchar a algunas personas decir "todo lo que yo sé lo aprendí en la universidad de la vida"; otra frase célebre es "vienes a nuestra empresa a aprender todo lo que no te enseñaron en la universidad". Estas y muchas otras más sirven para explotar a profesionales jóvenes que están por terminar —o apenas han terminado— su carrera universitaria y comienzan a trabajar. Ahora, en el momento del cambio, es importante combatir el uso de estas frases por parte de dichos empresarios que contratan profesionales recién egresados; es falso lo que dicen y, lo peor, lo saben. Si no lo supieran, ¿por qué los contratan?, ¿por qué no contratan a cualquier persona? Total, si van a aprender "el oficio", ¿qué importa que sean o no profesionales?

En la universidad, los jóvenes no aprenden un oficio, sino una profesión, y todo lo que ella comprende. En el caso particular de ingeniería, los dos primeros años son comunes en todas las disciplinas; luego, los tres últimos años son particulares por carrera. Es decir, se pasa de un conocimiento general a uno específico, logrando la aptitud hacia el trabajo multidisciplinario. Por último, se cierra la carrera con una investigación, donde se aplican los conceptos aprendidos durante los 5 años de estudio.

El profesional egresa de la universidad con los conceptos necesarios para resolver problemas de ingeniería en la industria; no es necesario que le enseñen, sólo que lo dejen aplicar estos conocimientos.

El problema es que en nuestro medio quien rige los lineamientos de la mayoría de las universidades es la empresa privada; ella dicta los conocimientos que un ingeniero debe poseer. Esto es totalmente una falacia. En un país que pretenda avanzar, debe ser la universidad quien rija a la empresa privada y su orientación para el futuro. Ello se logra a través de la investigación. Es en las universidades donde se realiza la investigación y se encuentran nuevas soluciones a los problemas nacionales; debe ser la empresa privada quien aplique estas innovaciones. Con esto evitaremos, dentro de unos años, tener procesos de construcción, control de procesos y sistemas operativos de 1950, entre otras muchas cosas más.

Además, los gremios de profesionales tienen el deber de estandarizar los sueldos, evitar las prácticas de explotación, y valorar a las diferentes disciplinas y sus conocimientos.

Revalorizando el rol de la universidad dentro de la sociedad y su relación con la empresa privada podríamos avanzar hacia un país más humano, incluyente y sostenible.