Crisis mundial y poblaciones marginadas

0
YSUCA
06/07/2009

El Día Mundial de la Población, que se celebra cada 11 de julio desde 1989, fue instituido con el propósito de conocer los desafíos que se derivan de la relación entre el crecimiento poblacional y los grandes problemas mundiales. Debemos recordar que actualmente se estima que en el planeta vivimos unos 6 mil 700 millones de habitantes. Para el 2050 la cifra rondará entre 8 mil y 11 mil millones de habitantes.

Pero, como dijo en su momento el entonces secretario general de la Naciones Unidas, Koffi Annan, "la población no es sólo cuestión de números. Es una cuestión de seres humanos, una cuestión de individuos, de cada uno de nosotros. Se trata de que cada mujer y cada hombre sean capaces de tomar decisiones libres, informadas y en equidad. Se trata de libertad individual, de derechos humanos y de desarrollo sostenible para todos".

El actual secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en su mensaje a propósito del Día Mundial de la Población 2009, ha planteado que en medio de una crisis mundial como no ha habido otra en generaciones es necesario hallar la forma más efectiva de seguir avanzando hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Y el mejor camino en un contexto de crisis económica, según el Secretario, es invertir en las poblaciones más vulnerables; en concreto, las mujeres y las niñas.

Para Ban Ki-moon, hay que proteger de la crisis económica a las mujeres y las niñas porque, a medida que los presupuestos se reducen, la crisis amenaza con hacer desaparecer los progresos tan difícilmente conseguidos en el mejoramiento de la salud y el alivio de la pobreza. Cuando el ingreso de los hogares baja, es muy probable que las niñas abandonen la escuela. Cuando las ganancias merman, es muy probable que las mujeres pierdan su trabajo y su fuente de ingreso. Cuando los sistemas de salud se resienten, las mujeres corren el riesgo de dar a luz sin servicios que pueden salvarles la vida; ya antes de la crisis, en los países en desarrollo moría una mujer por minuto a causa del embarazo y el parto.

En un comentario anterior hablábamos de la invisibilidad de la pobreza urbana. Esa pobreza también tiene rostro femenino. La condición de madre soltera, la escasa formación escolar y el subempleo suelen ser factores que aumentan la vulnerabilidad de las mujeres para enfrentar la crisis económica que impacta al país. De hecho, las mujeres son buena parte de población afectadas por el subempleo; es decir, por esa decisión de ponerse a trabajar en lo que sea, aunque se obtenga menos del salario mínimo, aunque se labore más de las 8 horas diarias, aunque no alcance para satisfacer sus necesidades básicas.

Las mujeres pertenecientes a los hogares pobres sufren de mayores insuficiencias de recursos, de privaciones múltiples relacionadas con la salud, la alimentación, el acceso a la educación, la desigualdad en el acceso a los puestos de trabajo. Esto sin olvidar la invisibilización de su aporte a la economía por concepto de trabajo doméstico no remunerado, la discriminación por estar en edad fértil o la discriminación por ser mujeres mayores.

De ahí que la idea fuerza para este año, en el Día Mundial de la Población, es proteger a las poblaciones marginadas. En lo que respecta a las mujeres y las niñas, eso tiene para el Secretario General de las Naciones Unidas implicaciones muy concretas: proteger la capacidad de las mujeres de generar ingresos, mantener a sus hijas escolarizadas y obtener información y servicios sobre salud reproductiva, incluida la planificación voluntaria de la familia.

En otras palabras, se trata de promover una política y una economía justas. Y una política justa será aquella que incorpore los intereses y necesidades de las mujeres; una economía justa, aquella que ofrezca autonomía económica a la mujer. Está probado que las mujeres que cuentan con ingresos propios —producto de su trabajo— contribuyen de manera significativa a la disminución de la pobreza. También está probado que una niña con hambre pierde su capacidad cognoscitiva; una muchacha que no sepa leer y escribir está limitada en su futuro; una mujer que no tenga acceso a las oportunidades de empleo se le restringe sus posibilidades de desarrollo humano.

En un contexto de crisis, la protección de las poblaciones marginadas es el imperativo que se le presenta a quienes dirigen la política y la economía. El Día Mundial de la Población es ahora la razón de este llamado más o menos recurrente. 

Lo más visitado
0