La "batalla de ideas" en el caso hondureño

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Willian Marroquín
05/07/2009

Sobre el golpe de Estado de Honduras —historia aún no concluida y condenada por la OEA, la ONU y muchos otros organismos— se ha escrito en abundancia en nuestro país. Los grandes medios de comunicación, sus editorialistas y los gremios empresariales tradicionales casi han aplaudido lo sucedido en el hermano país; Arena está casi por cambiar la frase de su himno "El Salvador será la tumba en donde los rojos terminarán...", por la de "Honduras será la tumba donde el expansionismo chavista terminará...". A ellos no les cuesta cambiar su falso nacionalismo; dos días de cierre de fronteras fueron suficientes para que demostraran que el atropello a la democracia y al Estado de derecho no les interesa: su queja principal fueron los negocios y millones de dólares (un poco inflados, por cierto) que perderían con esta medida de presión política adoptada por los países del CA-4.

Por supuesto, los gremios empresariales recurrieron inmediatamente a señalar su "preocupación" por la pérdida de empleos y la especulación de precios y el desabastecimiento de las verduras para la población. Todo esto con el cuento de sembrar miedo y alimentar la idea en la población que solo ellos pueden dirigir con sensatez al país. Se olvidan que sus 20 años en el poder fueron suficientes para demostrar su incapacidad para mejorar las condiciones socioeconómicas de la mayoría de la población. Si algo muestra el cierre de dos días de la frontera con Honduras es la mala gestión que realizó Arena en el sector agrario, lo que ocasiona que actualmente el país no tenga capacidad para brindar seguridad alimentaria a la población de manera autosostenida. Si algo debería subsidiar el nuevo Gobierno es la producción agrícola, para dejar de llorar cada vez que nuestros países vecinos están en problemas, como lo que ocurre ahora con Honduras.

De lo que recuerdo, estos grupos empresariales han estado siempre en el poder y lo que menos les ha interesado es el trabajador como persona humana. Premian al "empresario del año", pero el trabajador que deja su vida en las empresas pasa desapercibido y espera una jubilación incierta. Para ellos, solo dar empleo es suficiente, sin importarles si este empleo es decente, digno y de calidad. Su responsabilidad social llega hasta patrocinar uniformes y balones de fútbol, o a plantar algunos arbolitos. Si de verdad les preocupa el empleo de los salvadoreños, habría que preguntarles si están dispuestos a subir el salario mínimo. Aunque de seguro pondrían el grito en el cielo aduciendo que las empresas quebrarían, que las inversiones se detendrían, y todo tipo de argumentos que únicamente les sirven para seguir disfrutando del ya poco escuchado —pero aún vigente— "sistema de libertades".

Por el lado de los politólogos y escritores de izquierda, el golpe de Estado ha servido para sacar sus angustias y temores de un retroceso en lo que llaman "avances democráticos logrados en los últimos años", a tal grado que sienten que en Honduras se libra la gran batalla por la autodeterminación de los países latinoamericanos. ¿De qué democracia hablan y escriben? Este sobredimensionar el problema hace que no sean tolerantes ante ideas distintas; por ejemplo, decir que Chávez u Ortega no están haciendo las cosas bien en Venezuela y Nicaragua respectivamente, es casi una herejía, inmediatamente se descalifica al que lo hace. Se les olvida que la plena democracia permite la diferencia de ideas y el respeto de las mismas; más aún en nuestro país, en el que la polarización política hace que la mitad de la población piense de manera distinta a la otra. Creo que en El Salvador es importante reflexionar sobre este tema (la libertad de expresión) cuando estamos tratando de construir una democracia plural y se tiene mucha esperanza de cambios con el Gobierno del presidente Funes.

La "batalla de las ideas", como dice Fidel Castro, es clave en estos momentos, sin olvidar o perder de vista que en la diversidad de pensamientos se encuentra la solución a los problemas. Como decía el P. Martín-Baró, el diálogo es algunas veces doloroso y traumático, pero solo a través de él se superan los problemas bajo discusión. Las posiciones extremas no ayudan; más bien destruyen. En términos matemáticos, en nuestro país lo que se necesita es que los vectores de las posiciones de derecha y de izquierda se sumen para que el vector resultante sea de mayor magnitud en calidad de ideas y soluciones, y en la dirección correcta hacia el desarrollo sostenible del país con justicia social y equidad.

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Anónimo
23/05/2013
14:21 pm
Habría que analizar que se pretende realmente al invertir tanto tiempo de parte de todos los sectores de nuestra sociedad a evaluar esta "crisis" en Honduras desde diferentes perspectivas (ideológicas, económicas, etc.) ¿Que busca la derecha al respaldar al presidente interino? ¿Qué busca la Izquierda al apoyar a Zelaya?...Se puede pasar mucho tiempo discutiendo al respecto y probablemente ni entre ellos mismos logren conciliar sus ideas. Me parece muy poco ético y moral que la constitución sea tomada como un objeto que se puede manejar a conveniencia dependiendo de si favorece mi punto de vista (esto lo menciono porque en muchos programas de entrevistas, los panelistas salen "analizando" lo que dice la constitución Hondureña). Esto en principio es lo que genera la desigualdad e injusticia social, "manosear" las normas o leyes de manera que me favorezcan. Esto es que lo causa que gent
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Anónimo
08/07/2009
09:04 am
Que si se da reconocimiento al empresario del año y se ignora (y hasta se le pone bozal) al empleado, pues podríamos hacer similar comparación precisamente con el "show" que tenemos en los medios de comunicación en jornada estilo bancario: 7/24. Se habla y se "analiza" la constitución hondureña, se habla y estudia el comportamiento del presideten de facto y de las habilidades de oratoria de su "gabinete", se habla y se estudian las acciones de Zelaya, etc. etc. etc. Sin embargo, no se escucha a nadie haciendo un "análisis" de las acciones ejercidas sobre y por el pueblo hondureño. Otra vez, se prioriza al "grande" y se minimiza al "pequeño". En primer lugar, resulta insultante que, tanto analistas, como políticos, miembros de los así llamados gobierno constitucional y del gobierno de facto y cualquiera que tenga el privilegiode que su voz sea escuchad
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Anónimo
07/07/2009
16:43 pm
He quedado impactado de lo ocurrido, aún no puedo asimilar semejante nivel de ceguera (a lo que se debe entender por democracia) y la obsesión por mantener el control del país. El que en Honduras, el gobierno de facto no acepte que enviar al ejército a sacar a un presidente, atacando su casa y enviarlo en pijama a otro país y además agredir a 3 embajadores que consideran de ideología contraria, atemorizar y agredir a los opositores e impedir la libertad de prensa, es hacer cumplir la constitución. Es indignante, pero más aún observar como todo un grupo de actores políticos y económicos defienden al unísono semejante interpretación de los hechos (Ej. El Procurador de Derechos humanos diciendo que es mejor tirar al Presidente en pijama a Costa Rica que si lo hubiesen capturado en Honduras). A pesar que el concierto de Naciones les ha dicho que es un Golpe de Estado y que deben reestablece
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Anónimo
07/07/2009
15:39 pm
Cuando se trata de descalificar la condena que todos los hombre con espíritu democrático realizan de este vulgar golpe, se abandona la lógica y la prudencia. Se dignifica a los sátrapas. Con triteza se ve a algunos "políticos y analistas" locales intentar vendernos que "enmascarados armados, incluido viaje de ida en pijama a media noche" son "defensores de la libertad y que actuaban conforme a ley, héroes de la patria". Se los mande a decir a los del Instituto CATO, que necesito 400 hectolitros de agua y transplante de cerebro para tragarme semejantes argumentos. Estoy de acuerdo de que la gestión de Zelaya pueda ser cuestionada, pero aparentemente en las "banana Republics" las correrías nocturnas de estos soldados son el "mecanismo idónea para hacer valer y cumplir la ley. Vaya, vaya... me perdí de algo, mientras leia mis libros de lógica y filosofía?.
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Anónimo
06/07/2009
13:59 pm
el tan solo hecho de dar empleo no dignifica al hombre. la constitucion politica dice que la persona humana es la bace fundamental de la sociedad y por lo tanto el estado debe velar por su techo,su familia,sus servicios basicos. pero en el salvador desde hace 20 largas decadas los empleados de maquila solo han visto tortillas y frijol a duras penas. areneros ya parenle con cohecion ya que sus gobiernos merecian un verdadero golpe de estado no honduras
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