Cerca del 70% de los graduados de la UCA logra colocarse en el mundo laboral en cuanto salen de la Universidad, según datos del Centro de Orientación Profesional (COP), una instancia de la UCA que busca, entre otras cosas, acompañar, mediante programas de formación y asesorías, a estudiantes, egresados y graduados en sus primeros pasos hacia la obtención de un empleo.
De acuerdo con Rafael Bautista, jefe del Centro, el porcentaje de colocación que alcanzan los profesionales de la UCA es muy destacable, más aún considerando el actual contexto laboral del país, caracterizado por ofrecer un número de plazas insuficiente para la demanda de empleo.
Las estadísticas y mediciones que elabora el COP, desde 2017, tienen como una de sus fuentes principales a más de 800 pequeñas, medianas y grandes empresas, con las cuales el Centro ha firmado convenios o cartas de entendimiento que permiten ejecutar programas de pasantías para estudiantes y egresados UCA, y promover ofertas de empleo para graduados de la Universidad. Con estas alianzas también es posible realizar actividades complementarias a la formación académica que se ofrece en las aulas, como, por ejemplo, charlas, prácticas y visitas técnicas a empresas.
Gracias a este vínculo con empresas, la Universidad ha identificado las fortalezas que empleadores de diferentes rubros valoran en los profesionales UCA, y que facilitan su contratación y desempeño. Entre estas se encuentra “el sentido humano y social [...], que es un aspecto diferenciador en los egresados y graduados de la UCA. Este es un elemento que las empresas valoran bastante”, explica Bautista.
A lo anterior se suman las capacidades técnicas, la habilidad de adaptarse a situaciones de exigencia y la facilidad que muestran para el autoaprendizaje. Asimismo, se identifica que la mayoría de los egresados y graduados de la UCA presenta una actitud positiva frente al trabajo y asume cualquier nuevo reto. “Casi todas las observaciones se centran en que nuestros jóvenes son sumamente proactivos; en palabras más coloquiales, dicen que no se echan para atrás cuando se les presentan ciertos desafíos en las empresas. Eso, combinado con la calidad académica, hace que sean perfiles muy atractivos para las organizaciones”, dice Bautista.
Brindar herramientas que ayudan a la inserción laboral es posible gracias al modelo educativo que promueve y desarrolla la UCA, cuyas sólidas bases teóricas y técnicas permiten a los jóvenes profesionales desenvolverse en diferentes ámbitos, sin estar limitados por especializaciones restrictivas. Como explica Bautista, en la UCA “las carreras están diseñadas para que los estudiantes aprendan de varias áreas de salida profesional. Por ejemplo, en Ingeniería Industrial se aborda lo relacionado con logística, producción, calidad y finanzas. Quiere decir que cuando el estudiante sale de la Universidad puede adaptarse fácilmente a cualquier rubro de trabajo de esta carrera. Lo mismo sucede, por ejemplo, con la Licenciatura en Comunicación Social, donde ven periodismo, diseño y comunicación organizacional”.
Para lograr que las carreras tengan este enfoque, la Universidad mantiene actualizados sus planes de estudio, apuntando a que respondan tanto al modelo educativo de excelencia y formación integral como a las demandas del contexto laboral. Este balance permite formar profesionales que sobresalen por sus competencias técnicas, pero también por su calidad humana.