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En los actos de la octogésima octava graduación, efectuados los días 17, 18, 24 y 25 de octubre, se entregaron 867 títulos de los profesorados en Idioma Inglés y en Teología; de los técnicos en Contaduría Pública y en Mercadeo; de las licenciaturas en Administración de Agronegocios, Administración de Empresas, Ciencias de la Computación, Ciencias Jurídicas, Comunicación Social, Contaduría Pública, Economía, Filosofía, Mercadeo, Psicología y Teología; de Arquitectura; de las ingenierías Civil, Eléctrica, Industrial, Mecánica y Química; de las maestrías en Auditoría Financiera, Ciencia Política, Derecho Penal Constitucional, Derecho de Empresa, Desarrollo Local, Dirección de Empresas, Finanzas, Gestión del Medio Ambiente, Política y Evaluación Educativa, Psicología Comunitaria, Salud Pública, y Teología Latinoamericana.
En las ceremonias, realizadas en el Auditorio “Ignacio Ellacuría”, Andreu Oliva, rector, hizo un llamado a los nuevos profesionales a que “no se dejen arrastrar por el egoísmo y el materialismo”, sino “por la solidaridad, el amor, la sencillez y la justicia”. Pues ser graduado de la UCA significa “no permanecer ajenos a la realidad”. Esta actitud crítica hacia los problemas del país, explicó Oliva, debe ir de la mano con el compromiso de transformar la realidad. Por esto, la Universidad se ha preocupado “por la ética de los futuros profesionales y de su compromiso con hacer mejor nuestra sociedad, hacerla mejor para las mayorías, no solo para pequeños grupos”.
Esta responsabilidad y lo que implica ser agentes de cambio también fue destacada por los graduados en los discursos de sus representantes, que definieron los valores y actitudes que deben mostrar ante una realidad caracterizada por la desigualdad y la exclusión. “No hay razón ética por la que exista una élite profesional, y mucho menos para que exista una élite económica. Por tal motivo, debemos mostrar humanidad y preocuparnos por los más desfavorecidos, con el fin de eliminar toda brecha que bloquee el desarrollo pleno de las personas”, dijo Alejandro Gastesoro, graduado de la Licenciatura en Economía.
Y advirtieron, como lo expuso Juan Ernesto García, graduado de la Licenciatura en Filosofía, el riesgo de no ser consecuentes con esa misión: “A través de nuestro hacer nos creamos a nosotros mismos, a nuestra sociedad y, en última instancia, a nuestra historia. Si elegimos el camino de la alienación y la ideología, así será la sociedad y la historia que construyamos”.
Esta graduación se enmarca en una fecha especial: el vigésimo quinto aniversario de los mártires de la UCA. En este sentido, Oliva y los representantes de los graduados se refirieron a la importancia de seguir en el camino que ellos iniciaron y construyeron, y que señala el rumbo para una práctica profesional que humaniza. Este recorrido, reflexionó García, “lo podremos hacer desde la esperanza que infunde la inspiración cristiana de la UCA, donde el cristianismo no es dogma ni ideología, sino, justamente, esperanza en que la transformación de este país (…) es posible”.
