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La UCA cuenta con un nuevo modelo educativo, una propuesta formativa que busca articular la visión y misión de la Universidad con un enfoque pedagógico actualizado y centrado aún más en el desarrollo integral de los estudiantes. Este modelo, formulado por un equipo multidisciplinario en el marco del Plan Estratégico Institucional 2021-2025, representa un paso significativo en la evolución e innovación de los procesos de aprendizaje y enseñanza de la Universidad.
Según Mauricio Trejo, director de Gestión Curricular, el modelo busca establecer un enfoque pedagógico que se adecúe a la identidad y valores de la UCA para, desde ahí, generar la propuesta formativa (carreras de grado, programas de posgrado y oferta de formación continua) y reformular la metodología para el aprendizaje en las aulas.
De este modo, a la educación que ofrece la UCA, basada en el desarrollo profesional y el pensamiento crítico, se suman la promoción de habilidades socioafectivas, nuevos métodos de aprendizaje y una formación con énfasis en la investigación. Además, el nuevo modelo retoma aspectos característicos de la formación jesuita, como la inspiración cristiana y la pedagogía ignaciana, elementos ya presentes en la educación que brinda la Universidad, pero que ahora se definen de manera más precisa. De lo que se trata, explica Trejo, es de compartir “principios universales que vienen del Evangelio” y que son importantes para la formación integral, como la solidaridad, la promoción de la justicia y el respeto a la dignidad humana.
Para lograr sus objetivos, el nuevo modelo educativo está estructurado en tres grandes componentes. El primero es el marco filosófico, que define los principios institucionales, la formación integral y la comprensión de la persona como parte de una comunidad. “Se prioriza a la persona como parte de un colectivo, porque es así como realmente vivimos y como afrontamos problemas y los resolvemos”.
El segundo componente es el marco pedagógico, a partir del cual se define la meta del enfoque socioformativo para el desarrollo de competencias: la realización plena de la persona, no solo en términos de conocimientos teóricos, sino también de habilidades prácticas y actitudes. “No estamos hablando solo de formación de competencias laborales […], sino de competencias para la vida, pero también para la vida en función de sectores vulnerables. Eso no lo perdemos”.
Y el tercer elemento es el marco de gestión, que orienta cómo se aplicarán algunos de los procesos académicos y administrativos, incluyendo la implementación de las modalidades educativas (presencial, semipresencial, en línea y virtual).
La implementación del nuevo modelo educativo iniciará este año, en una primera fase que se llegará hasta 2027. Durante ese período, se llevarán a cabo talleres para el personal docente y administrativo, se realizarán pruebas piloto en programas de posgrado y en asignaturas específicas de carreras de grado, y se irán rediseñando y/o actualizando los planes de estudio de manera gradual.
Entre los resultados esperados con la aplicación del modelo, Trejo destaca la articulación del trabajo en comunidad, la innovación en la formación y el cambio en los métodos de aprendizaje para que sean más integrales.
El nuevo modelo no es un documento estático, sino un organismo vivo que evolucionará con el tiempo y en sintonía con las necesidades que la realidad demande a la UCA. “No tiene que permanecer por 10 o 15 años. Esperamos que evolucione junto con la Universidad”, apunta Trejo.
