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“Desde el principio, siempre pensé que donde se miraba con claridad el martirio era en Rutilio”. Así inició monseñor Rafael Urrutia, uno de los promotores de la beatificación del padre Grande ante el Vaticano, la ponencia del 14 de marzo en la que explicó y dio a conocer los fundamentos de la causa en Roma. Actualmente, explicó, se ha iniciado un proceso de documentación, con fuentes escritas y testimonios, para dar cuenta del peso del Evangelio en la vida del jesuita que murió asesinado en 1977.
Además de este espacio de reflexión, desarrollado en el marco del 38.° aniversario del asesinato del padre Rutilio, se celebró una eucaristía en homenaje a su labor y legado. La misa fue organizada por la Dirección de Pastoral Universitaria y presidida por José María Tojeira. “Estamos con la alegría de recordar a Rutilio, con la alegría de saber que cada vez se confirma su ejemplaridad, su camino de vida, como camino para nosotros”, destacó Tojeira. Durante la homilía, los jesuitas Vicente Espinoza, Miguel Ángel Vásquez y José Aníbal Meza compartieron experiencias y momentos que vivieron con Grande: su trabajo, su época en el seminario, su juventud y muerte en El Paisnal.
Finalizada la misa, los asistentes realizaron una peregrinación desde la capilla universitaria hasta el Auditorio “Ignacio Ellacuría”, en donde alumnos del Colegio Externado de San José, Centro Escolar Plan del Pino, y Fe y Alegría, y los grupos Balada Poética y UCA Danza Contemporánea presentaron diversos números artísticos.
