¿Elecciones no competitivas? El caso de Arena (3)

En las dos primeras entregas de esta serie de reflexión sobre las elecciones internas de ARENA se destacaron dos elementos. Un nivel aceptable de competencia interna. Por cada uno de los escaños con que cuenta actualmente este partido se postularon 3.57 personas. Pero, por otro lado, observamos que quienes actualmente ocupan un escaño obtuvieron sistemáticamente mayor nivel de respaldo de sus correligionarios, en comparación con aquellos que los desafiaron en las elecciones internas.

La presente reflexión (y última entrega sobre esta serie) considera el estado de la competitividad a nivel de los concejos municipales. En la primera fase de las elecciones internas 346 personas postularon para dirigir un concejo municipal en los 252 municipios en que se realizaron elecciones internas. Del total de 346 postulantes de la primera fase, 339 fueron habilitados para participar en los comicios. Así, solamente 7 candidatos fueron declarados no aptos participar en las elecciones (frente a 3 de 123 en el caso de los diputados). Lo que nos indica que la burocracia del partido, al menos a este nivel, no tuvo mucha relevancia en la designación o bloqueo de las candidaturas, tanto a nivel de la Asamblea Legislativa como de los concejos municipales

De los 131 alcaldes con que cuenta ARENA actualmente 14 no se postularon para participar en las elecciones. Y, de los 117 que se postularon 2 de ellos, del departamento de Chalatenango, no lograron ganar las elecciones en su municipio. Un promedio de 2.58 candidatos se postularon para disputar los 131 concejos municipales que actualmente dirige ARENA. Esta cifra bastante aceptable de postulantes, que indicaría un nivel de competitividad no tan alejado del de los candidatos a diputados, esconde el hecho de que en 117 de los municipios (de 252) las candidaturas fueron únicas.

En resumidas cuentas, si se juzga por el número de postulantes, los datos disponibles indican que las elecciones internas de ARENA despertaron un grado aceptable de entusiasmo entre sus correligionarios. Este nivel de análisis no detectó influencia excesiva e indebida de la burocracia del partido en los resultados de las elecciones. Por otro lado, se observó también que los incumbentes, de manera sistemática, obtuvieron mejores resultados que sus desafiantes. En fin, puede decirse que el partido ARENA sorteó bastante bien, mucho mejor que otros, esta primera experiencia amplia de elecciones internas. ¿Servirán para fortalecer la democracia interna en el partido? Esta es una pregunta compleja cuya respuesta no podemos abordar en este espacio.