Apuntes sobre el perfil de las candidaturas políticas...

1
Nelly Chévez
07/06/2017

El primer acto de corrupción que un funcionario público comete
es aceptar un cargo para el cual no tiene las competencias necesarias.

Anónimo

 En El Salvador ya estamos en un periodo de campaña preelectoral. Se develan poco a poco en distintos medios de comunicación o redes sociales, nombres y rostros de personas interesadas en participar en las candidaturas de las distintas posiciones políticas partidarias, ya sea como alcaldes o diputados del Órgano Legislativo. Aparecen nuevas caras en el ámbito político o se confirman ya conocidas interesadas en reelegirse. Algunas personas han manifestado públicamente que presentan sus candidaturas porque se consideran aptas para esos cargos y lo justifican porque han adquirido experiencia como deportistas, reinas de belleza o conduciendo programas de televisión. También conocemos casos de funcionarias y funcionarios de varias administraciones de gobierno que han sido señalados en actos de corrupción y que, aun en esta coyuntura, de manera descarada han declarado públicamente su interés en reelegirse.

Como ciudadanía debemos asumir nuestra responsabilidad sobre la elección de los candidatos idóneos para los cargos públicos. De poco sirve quejarse posteriormente sobre las incompetencias y deshonestidades de los políticos que tenemos. Por ello, aunque algunos sostienen que el voto razonado es un mito, porque consideran que en la práctica es más emocional, una muestra de ciudadanía responsable es apostarle al voto racional. En 2011, Virginia Hernández publicó un artículo denominado “Aquí, el candidato perfecto” en el periódico español El Mundo. En este, se entrevistaron a varios expertos de comunicación política sobre el perfil que consideraban que debía tener un candidato. Ismael Crespo, politólogo de la Universidad de Murcia, sostiene en ese texto que "La gran triada, los atributos que debe poseer el candidato, es credibilidad, experiencia y honestidad". Desde mi punto de vista, para ser merecedor de credibilidad un candidato debe demostrar coherencia entre su discurso y acción. Un político debe evidenciar cotidianamente que tiene sobretodo interés por el bien común y no con la priorización de sus intereses particulares y mezquinos. En la elección de un candidato, se debe tener presente lo que manifestó el expresidente de Uruguay, José Mujica, en una visita al Senado de Chile en 2014: “Hay gente que adora la plata y se mete en la política, si adora la plata tanto que se meta en el comercio, en la industria, que haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es para servirle a la gente”. Un candidato debe demostrar experiencia y no cualquiera, sino aquella comprobada en ámbitos públicos o de beneficio para la sociedad (y no solo para sus correligionarios). Debe demostrar un trabajo ético por el bien común desde una visión humanista, de respeto a la dignidad de las personas y de sus derechos, y no desde un asistencialismo barato y populista para lograr el beneficio de sus votos para sí mismo o para su partido. Requiere estar formado para ofrecer argumentos sólidos en sus propuestas y el mayor raciocinio en sus decisiones. Debe demostrar honestidad en sus acciones, quien justifica una ilegalidad como no declarar impuestos o realiza actos corruptos como recibir sobresueldos de fondos públicos, no debería ser considerado apto para aspirar a un cargo público, ni merecedor de un voto.

Más que un perfil de un “candidato perfecto”, lo que debemos exigir como ciudadanos responsables son candidatos con perfiles idóneos y competentes. Ya debemos superar aquella frase conformista de “cada pueblo tiene los políticos que se merece”. Tenemos la posibilidad de mejorar la elección de políticos, aun en estos tiempos de espectacularización de la política y de vacíos de contenidos ideológicos. Debemos asumir la responsabilidad ciudadana de votar por aquella persona que cumpla con el perfil de una candidatura idónea, porque tiene una vocación genuina de contribuir a la sociedad y no votar por aquella persona que de entrada está dispuesta a cometer actos de corrupción “al de aceptar un cargo para el cual no tiene las competencias necesarias”.

_______________

1 Hernández, V. (2001) Aquí, el candidato perfecto. http://www.elmundo.es/elmundo/2011/04/27/espana/1303903912.html

Lo más visitado
0