ARENA enfrentará las próximas elecciones municipales y legislativas con dificultades como fuerza política de oposición debido principalmente a tres aspectos: (1) ARENA ha perdido la conducción ideológica del pensamiento de derecha; (2) a diferencia de lo que ocurre actualmente en Latinoamérica, en donde los ciudadanos se auto ubican más con el pensamiento de derecha, en el país sucede todo lo contrario y; (3) ARENA presenta una institucionalización partidaria débil, en donde diferentes facciones disputan el poder a su interior. ¿Cómo se explica esta “ARENA movediza”? y ¿En qué sentido se ha debilitado la derecha? son preguntas que se intentan responder en este artículo.
[1] La pérdida de la conducción ideológica y de la lucha política. La ideología es fundamental para mantener la cohesión de un partido con su base social y la utilizan los partidos para reafirmar las identidades partidarias de sus bases. Sin embargo, actualmente parece que Arena no es quien conduce la comunicación ideológica con sus bases sino que más bien esta tarea se la han usurpado los principales medios de comunicación y sus cuerpos editoriales, los grupos de interés de derecha (ANEP, Fusades, Funde y otros) y un grupo de “analistas políticos” que recorren los sets de “entrevistas” diarias de los medios de televisión.
La pérdida de conducción ideológica de Arena incide en el comportamiento político de los votantes de derecha. Para comprender el efecto en los ciudadanos es necesario conocer los valores de auto ubicación y polarización ideológica. Estos valores se obtienen a través de encuestas en las que se pide a los ciudadanos que, de acuerdo a su punto de vista político, se ubiquen a sí mismos en una escala de 1 a 10, en donde 1 es extrema izquierda y 10 es extrema derecha (el centro sería 5.5). En la Figura aparecen los datos del Iudop para estas variables y se observa que la auto ubicación ideológica de la población ha tenido un movimiento centrípeto, es decir, de auto ubicarse en posiciones de derecha de 6.61 en el 2004 se ha desplazado hacia posiciones ideológicas más de centro, 5.5 en el 2017. Los estudios sobre el esquema ideológico izquierda-derecha señalan que es la “lealtad al partido” el factor que más influye en la auto ubicación ideológica de los ciudadanos. En este sentido, estos datos estarían indicando que son las lealtades del partido Arena las que se han debilitado en el periodo considerado ya que sus votantes asumen ahora posiciones ideológicas más moderadas. Por su parte, la polarización ideológica del país aunque se mantiene en niveles altos ha disminuido con el tiempo.
En el fondo los datos del Iudop estarían indicando una crisis en los valores políticos de este partido que no están siendo reforzados por la élite dirigente actual que parece no entender que dirigen a una fuerza política y no a una “empresa”. Ante tal situación no hay claridad en las bases de Arena sobre cuál es el mensaje o la posición ideológica del partido ante los diferentes problemas del país, lo que termina debilitando la identificación ideológica de las bases con el partido y, en consecuencia, se profundiza el proceso de desalineamiento partidario que inició en Arena con la formación de Gana. A esto hay que agregar que con el tiempo se han erosionado las dos posiciones ideológicas tradicionales de Arena en cuanto a: (a) la lucha anticomunista (Cuba al restablecer relaciones con EE.UU. ya no representa una amenaza, Venezuela ya no puedo sostener una hegemonía de su pensamiento de socialismo del siglo XXI en la región, las FARC firman la paz en Colombia) y (b) la creencia en el libre mercado, la cual entra en dificultades cuando el nuevo presidente de los Estados Unidos desacelera la globalización y la expansión del neoliberalismo.
[2] La derechización de Latinoamérica y el congelamiento en El Salvador. En el informe del Latinobarómetro del año 2015 trece de 18 países se auto ubican en la derecha y sólo cinco en la izquierda, incluyendo a El Salvador. Esto indica que se han enfriado o congelado las posiciones de derecha en la población, a tal grado que El Salvador en trece años pasó de ser el país más derechizado del continente (en el año 2004) a tener una autoubicación de centro-izquierda en el año 2015 (Tabla 1). Asimismo, en el 2015 El Salvador pasó a la zona de polarización ideológica media cuando se compara con la polarización ideológica de los diferentes países de Latinoamérica (Tabla 2). Es decir, de acuerdo a los datos del Latinobarómetro, El Salvador no sigue la tendencia de derechización que se experimenta en la región (Tabla 1) sino que más bien sucede lo contrario: la población se identifica ahora con posiciones ideológicas de centro.
[3] Institucionalización partidaria débil. Arena en los ocho años que lleva como partido de oposición no ha logrado consolidar su unificación partidaria. Y se ha vuelto común que en cada nueva legislatura surjan facciones a su interior que buscan desprenderse del partido. Esta inestabilidad de sus élites políticas hace que su institucionalización sea débil y, por ende, con dificultades para manejar la incertidumbre que generan los procesos electorales. Da la impresión que las élites dirigentes responden más a los intereses de los grupos que los patrocinaron que a los lineamientos del partido.
Con todo esto se puede concluir que Arena tendrá dificultades ideológicas para enfrentar las próximas elecciones ya que el movimiento de los ciudadanos hacia el centro del espectro está ocurriendo a expensas de la moderación de los votantes de derecha, que no es más que la pérdida de su identificación partidaria. Ante esta realidad es evidente que Arena está atrapada en la más importante de sus funciones: la parte ideológica, que sin duda se convierte en una arena movediza para este partido que no logra obtener réditos visibles del desgaste normal del ejercicio del poder ejecutivo por parte del FMLN.