Para las elecciones de 2015 se instalaron 10,621 Juntas Receptoras de Votos (JRV) distribuidas por departamento según se muestra en la tabla siguiente. Además, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) habilitó 1,595 Centros de Votación en todo el país, los cuales estaban preparados para atender a los 4,911,672 potenciales electores. En total, los miembros de las JRV fueron aproximadamente 106,210 personas (TSE, Memoria Especial de Elecciones 2015, p.69) convertidas en funcionarios electorales temporales. El TSE debía capacitarles para cumplir correctamente con sus funciones pero no podía hacerlo directamente. En cambio se valió de la ayuda de 1,860 facilitadores y coordinadores electorales de los partidos políticos (ibid), que debían capacitar por su cuenta a los miembros de las JRV.
Aunque no es su única atribución, las JRV son las responsables de realizar el escrutinio preliminar, ese que se lleva a cabo en las mesas de votación justo al cierre de la jornada electoral. Para entonces, los miembros de las JRV llevaban ya 10 horas de trabajo atendiendo a los electores puesto que la jornada dio inicio a las 7 de la mañana, hora a la que se tenían que abrir los centros de votación. Por supuesto que a esas 10 horas había que agregar el tiempo necesario previamente a la apertura de los centros de votación, en el que cada JRV debía instalarse y preparar todo el material para que los electores pudiesen hacer efectivo su derecho al sufragio.
El cierre de los centros de votación no implica necesariamente el inicio inmediato del escrutinio preliminar. Este puede demorar un poco más hasta que ya no hayan electores esperando su turno para votar. Según el TSE, “el tiempo promedio de escrutinio fue de 5.5 horas para cada una de las elecciones (PARLACEN y Asamblea Legislativa)” (Memoria Especial Elecciones 2015, p.119). En parte ello se explica por lo complejo del procedimiento dada la introducción del llamado “voto cruzado” para las elecciones de diputados tanto al Parlamento Centroamericano como a la Asamblea Legislativa. “Las JRV tuvieron la obligatoriedad de escrutar:
a) Los votos válidos enteros a favor de cada contendiente para la elección de Parlamento Centroamericano.
b) Los votos válidos enteros a favor de cada contendiente para la elección de Asamblea Legislativa.
c) Las marcas obtenidas por partido, coalición o candidatura no partidaria en cada papeleta con voto cruzado para la elección de Parlamento Centroamericano.
d) Las marcas obtenidas por partido, coalición o candidatura no partidaria en cada papeleta con voto cruzado para la elección de Asamblea Legislativa.
e) Las marcas de preferencia a favor de cada candidatura contendiente para la elección de Parlamento Centroamericano.
f) Las marcas de preferencia de cada candidatura contendiente para la elección de Asamblea Legislativa.
g) Los votos de cada contendiente para la elección de concejos municipales” (ibid).
Aunque en 2018 las JRV no tendrán que realizar los literales a, c, y e, evitar el “desgaste físico considerable” y las “inconsistencias” en el llenado de las actas de escrutinio constituyen un enorme desafío para la gestión electoral del TSE. En próximas ediciones ahondaré en estos asuntos tomando en cuenta que no son los únicos desafíos pero son cruciales para realizar un correcto escrutinio preliminar.