El 31 de julio se celebró el Día del Periodista en El Salvador, y la fecha es oportuna para realizar algunas reflexiones sobre el trabajo informativo de los medios de comunicación en el país. En primer lugar, hay que reconocer que algunas instituciones públicas no quieren abrir sus puertas a la transparencia, particularmente a los periodistas. Un caso reciente y bastante conocido es el de Rafael Mendoza, periodista de El Diario de Hoy, a quien se le acusa de haber lanzado un insulto al presidente de la Asamblea Legislativa. Con base en esa acusación, a Mendoza se le ha prohibido la entrada a las instalaciones de la Asamblea. Sin duda, esta decisión es arbitraria y exagerada. No se pueden resolver de esta manera las situaciones de tensión entre la prensa y las fuentes informativas. Además, no se ha demostrado claramente las acusaciones que se le hacen al periodista. La presidencia de la Asamblea Legislativa debería retractarse de esta decisión y promover una política de comunicación abierta y moderna para los periodistas que cubren esa institución pública.
Por otra parte, en las últimas semanas se han difundido algunos comentarios sobre el control que la ciudadanía debería de ejercer sobre el trabajo de los medios de comunicación. Algunas de estas opiniones confunden control con censura, regulaciones anacrónicas y limitación de la libertad de prensa por parte del Gobierno. Sin embargo, lo que está de fondo en esta discusión es que en el país hace falta más protagonismo de los lectores, radioescuchas, televidentes y usuarios de Internet a la hora de reclamar el derecho a recibir información de calidad por parte de los medios de comunicación. En este esfuerzo, sería importante contar con observatorios ciudadanos y organizaciones sociales que exigieran información y contenidos mediáticos de mejor calidad y coherentes con el pluralismo ideológico y la diversidad cultural. Hay muchos ejemplos en el mundo de esta participación de la ciudadanía, en los que se hace uso de las nuevas tecnologías, como el Internet y las redes sociales, para hacer sentir las críticas y demandas a los medios de comunicación.
En tercer lugar, este 31 de julio la Asociación de Periodistas de El Salvador presentó el código de ética actualizado para periodistas y profesionales de la comunicación en el país. Este código recoge aportes de diferentes sectores (periodistas, profesores universitarios y representantes de organizaciones sociales) y busca promover valores y principios éticos fundamentales en este trabajo profesional. El código enfatiza, primordialmente, que los medios deben informar con responsabilidad y que, antes de otros intereses, debe prevalecer el derecho a la información y a la comunicación que tienen todos los habitantes del país. En definitiva, los medios son indispensables para construir una sociedad democrática, y para ello deben abrir sus puertas a la transparencia y a la participación amplia de sus audiencias, y nunca renunciar a la exigencia ética de ofrecer información responsable y de calidad a la ciudadanía.