Otro discurso enajenado

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Rodolfo Cardenal
26/07/2018

El FMLN y su Gobierno persisten en alejarse de la realidad que les incomoda o les contradice. En el Foro de Sao Pablo se presentaron como los “protagonistas” del “bienestar y del progreso” y como los voceros de millones de personas que no han abandonado la esperanza. Tal vez eso se pueda afirmar de otros partidos de otras naciones, pero no del FMLN. Si fuera como dicen, hubieran arrasado en las elecciones recién pasadas y les aguardaría un triunfo avasallador en las próximas. A juzgar por el resultado electoral, en El Salvador, cada vez representan menos.

Para el FMLN y su Gobierno, si no han logrado sus metas es por la “arremetida” de la “derecha oligárquica”. Indudablemente, esta fuerza insiste en el neoliberalismo descarnado, pero no “arremete” contra “la agenda” efemelenista, en cuyo centro figuraría “el pleno desarrollo humano y la solidaridad […] por encima de la ganancia y el egoísmo”. Si esa agenda existe, encierra deseos postergados indefinidamente, ya que lo único que sus dos Gobiernos han hecho es dar continuidad al neoliberalismo de la derecha, aunque con algunos paliativos, y desvalijar al Estado. La “unión estrecha con el pueblo y sus organizaciones” para derrotar los intentos neoliberales es redundante. Ni los resultados electorales confirman la cercanía, ni han ofrecido una alternativa al neoliberalismo. Si acaso las condiciones de vida de las mayorías salvadoreñas no han empeorado —tal como habría ocurrido en “los países que han retornado a fracasados gobiernos de derecha”—, tampoco han mejorado como para marcar una notable diferencia.

No es, pues, necesario que la derecha salvadoreña propague “la desilusión y la apatía” para “desmovilizar las luchas populares con la intención de perpetuarse en el poder”, porque aquellas han sido provocadas por la década de gobierno neoliberal del FMLN y por su incapacidad para la buena administración. Su única ventaja es que esa desilusión y esa apatía también afectan a los otros partidos tradicionales. En el caso del FMLN, él es el único responsable, porque carece de una política audaz y de una ética sólida. En realidad, la amenaza no proviene de la derecha, sino de Nuevas Ideas. Por otro lado, las llamadas izquierdas también tienden a perpetuarse en el poder.

No obstante, el FMLN supo reconocer la trascendencia del momento actual para los pueblos latinoamericanos y “sus esperanzas de una vida mejor, de progreso, en paz y sin pobreza y hambre”, pero en una década ha demostrado que no es capaz de satisfacer esas expectativas. Mientras tanto, ese pueblo sobrevive como puede, emigra en masa y delinque para acceder al consumo. Ciertamente, “como izquierda”, los partidos reunidos en el foro de Sao Pablo están llamados a “continuar siendo la esperanza de nuestros pueblos, con alternativas políticas viables y eficaces”, pero, de nuevo, no es el caso del FMLN. Utópicamente, “sí es posible ese mundo mejor”, pero no ha trabajado para acercarlo y, en consecuencia, tampoco ha sabido guardar el “heroico legado de siglos de lucha”.

Claro, el FMLN no podía reconocerlo en un foro típicamente de izquierda y delante de sus grandes jefes. Por eso, al igual que en el discurso del 1 de junio, optó por expresar aspiraciones y deseos, y por atribuir sus fracasos a “la derecha oligárquica”. El discurso del FMLN omite la realidad y, con ella, toda pretensión de decir verdad. En vez de ello, fabrica la realidad conforme a sus dictados, anhelos e ilusiones, y tiene la absurda pretensión de que esta sea aceptada universalmente. En El Salvador, muchos de sus electores ya no se contentan con irrealidades fantasiosas.

En este contexto, el FMLN se solidarizó con los expresidentes de Brasil y Ecuador, que enfrentan procesos judiciales por corrupción. Y con el Gobierno de Nicaragua, cuyo discurso retomó para deslegitimar la protesta social. Pero se contradice, porque los “grandes avances sociales y económicos” que alaba y admira fueron posibles gracias a la alianza de Ortega con la que llama “derecha oligárquica”, la misma que asegura “arremete” contra su Gobierno en El Salvador. Por otro lado, si esos logros fueran tan grandes, no habría habido protesta popular. En Nicaragua, nadie intenta “arrebatar a la población” esos “grandes avances”. El proyecto se ha agotado tanto que es imposible regresar a la situación anterior. El orteguismo se sostiene solo por la represión y el terror.

El FMLN, en la misma línea que la actual izquierda latinoamericana, evita la realidad y se refugia en la ideología. Desde ella, se empeña en dar verosimilitud a lo irreal y lo fantástico, en un inútil afán por huir de la realidad compleja y desafiante. Así, convierte lo irreal y extraño en realidad cotidiana. El FMLN vive de ilusiones y fantasías, porque no se atreve a reconocer su fracaso. El esfuerzo de su discurso para crear realidad está condenado al fracaso, porque se estrellará contra ella. La realidad se construye desde la acción eficaz y sostenible.

* Rodolfo Cardenal, director del Centro Monseñor Romero.

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4
Anónimo
02/08/2018
22:20 pm
Es una realidad, que los gobiernos progresistas como el de Ecuador, Brasil y por supuesto el de nuestro pais, no han sido capaces de desmontar la voragine del neoliberalismo feroz a favor de quienes tiene el poder econocmico es decir las oligarquias. No estoy de acuerdo en desprestigiar estos intentos asi por asi, desde una oficina y un computador, teniendo a los jovenes universitarios para exigir. Sin embargo, el error que deben, ha mi parecer, de aceptar estos gobiernos es la del alejamiento del movimiento social, elemento fundamental de apoyo contra las oligarquias y su egemonia economica y sus poderes facticos. En ese sentido, la movimiento social debe concluir que si no fue tomado en cuenta en estas luchas fue porque no era viable politica ni electoralemnte hablando, involucrar y empoderar al moviemnto social, pues trae consigo luchas contra el mismo gobierno en funciones del ejecutivo y representacion legislativa. La clase politica opto por crecer economicamente.
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Anónimo
01/08/2018
09:21 am
Buenos días Sr. Cardenal. Estoy de acuerdo con la mayoría de sus ideas, pero se equivoca cuando dice en el párrafo 5to. que \" expresan aspiraciones y deseos\", realmente por la comodidad con que se mueven por el momento, no parece que quieran que las cosas cambien, mas parece que sus deseos y aspiraciones son perpetuarse en el poder para continuar gozando de los privilegios que da el poder.
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Anónimo
31/07/2018
04:58 am
Pero tambien cabe preguntar en ue pais de Latinoamerica que ha sido gobernado por paises de izquierda ha mejorado la situacion de la poblacion? Y mundialmente, porque paises de izquierda como China, Vietnam, Rusia, los ex-paises del bloque Sovietico, han abarzado el capitalismo? Porque el unico pais Marxista-Lenilista que queda en el mundo es Cuba? Porque en paises que se dicen de izquierda como Cuba, Venezuela y Nicaragua, hay una gran represion de parte del estado? No soy ni socialista ni derechista, solamente hago preguntas.
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Anónimo
28/07/2018
15:12 pm
Pero en muchos casos la derecha oligárquica (sin comillas) ha detenido los planes de gobiernos progresistas en Latinoamérica. Se ha aliado con jueces y magistrados para judicializar la política, y no permitir el desarrollo de proyectos utilizando a sus jueces para derrocar gobiernos, como en Honduras, Paraguay o Brasil. Aquí en El Salvador, la Sala y el Tribunal Supremo Electoral han cancelado partidos y detenido la aprobación de un partido que cumplió con todos los requisitos que pide el partidario tribunal, y hasta este momento no ha sido inscrito, sobrepasando los tiempos. Si bien el partido de gobierno no ha cumplido con muchas de las aspiraciones de la población, no debemos también olvidar los bloqueos en la asamblea, ordenados por los financistas del partido de oposición, en su deseo de hacer quedar mal al gobierno y utilizar los fracasos en beneficio político. Pocas veces leemos en algún medio, los bloqueos hechos a un candidato, que quiere participar en el juego...
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