Pensiones, envejecimiento de la población y elecciones

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El debate sobre la reforma al sistema de pensiones está contaminado por el debate sobre la salud de las finanzas públicas. El asunto se complica porque ambos debates se dan en un contexto electoral y de urgencia de fondos para pagar pensiones actuales. De allí las sospechas que el gobierno pretende obtener esos fondos de una modificación al sistema privado de pensiones y que el partido Arena pretende ahogar al gobierno del FMLN en sus problemas financieros con fines electorales. Planteadas así las cosas, este no es el mejor momento para realizar una reforma sustantiva al sistema de pensiones. Para ello es importante tomar en cuenta lo que se hizo mal y ni Arena ni el FMLN tienen las agallas necesarias para asumir su responsabilidad. Al privatizar el sistema de pensiones anterior (estatal) Arena creó el problema que hoy ha estallado. La creación del fideicomiso por el último gobierno de Arena y optar por su continuidad por el primer gobierno del FMLN agudizaron el problema. En la práctica, al permitir que el gobierno pague pensiones con los fondos de las cuentas privadas para las futuras pensiones de los trabajadores, el sistema privado opera como si fuera mixto.

Mientras tanto, hay tres asuntos que debieran configurar un nuevo sistema de pensiones que no están siendo tomados en cuenta. Primero: ¿qué pasa con los que no cotizan? ¿Es que no importan? ¿No tienen derecho a una vejez digna? Cualquier sistema (privado, mixto o estatal) que solo considera a los cotizantes es excluyente de la mayoría de adultos mayores. Desde este punto de vista, habría que replantearse los objetivos de un sistema de pensiones. Segundo: la población salvadoreña está en claro proceso de envejecimiento. Según las proyecciones mostradas, en 2030 los adultos mayores serán más del 10 por ciento de la población. Las necesidades de cuidados para dicho grupo poblacional crecerán. ¿No debiera pensarse mejor en términos de políticas de cuidado antes que en sistemas (excluyentes) de pensiones? Tercero: ¿Por qué no hacemos de estos temas (sistemas excluyentes de pensiones y políticas universales de cuidado de los adultos mayores) un tema de propuestas electorales, para que la ciudadanía tenga criterios claros para ejercer el sufragio? Así, además de votar, estaría ejerciendo directamente su capacidad de influir directamente en políticas.

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