Por una nueva Venezuela unida, honesta y productiva

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Rafael Garrido
07/06/2017

Junto con la inmensa mayoría de los venezolanos, nosotros, religiosos de la Compañía de Jesús en Venezuela, estamos horrorizados con la realidad de miseria, persecución, exilio y muerte que estamos viviendo. Ante Jesús crucificado y el pueblo crucificado nos preguntamos: ¿qué hemos hecho y hacemos por Venezuela, y qué debemos hacer para que los venezolanos cuanto antes superemos esta situación y emprendamos el camino de vida para todos?

Agradecemos a nuestros obispos que, unidos a la Santa Sede, han levantado, con claridad y valentía, su voz de venezolanos seguidores de Jesús y de pastores exigiendo un rápido y profundo cambio de esta realidad de muerte causada por el empeño en imponer un proyecto totalitario que ha fracasado en todas partes. El papa Francisco y la Santa Sede nos dicen: “Mientras me uno al dolor de los familiares de las víctimas, para quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un apremiante llamamiento al Gobierno y a todos los componentes de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia, sean respetados los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está agotando a la población”.

Nuestros obispos subrayan que no saldremos de la ruptura democrática mientras no sean respetados la Constitución y los derechos humanos, se mantenga anulada a la Asamblea Nacional electa, siga y se incremente el número de presos, exiliados y perseguidos políticos, y no se realicen elecciones libres para que el pueblo soberano elija a sus representantes en todos los niveles e instancias, como lo exige la Constitución. La Iglesia, interpretando el clamor del pueblo, exige la inmediata apertura a la ayuda humanitaria internacional en medicinas y alimentos, y a todas las iniciativas para la activación de una economía productiva con libre iniciativa comprometida con el bien común; y una Fuerza Armada no partidista que respete y defienda la Constitución.

Nosotros, los jesuitas, en esta dramática hora nos sentimos llamados a acompañar a la gente y a sacar lo mejor de lo que hemos recibido de Jesús de Nazaret y su Iglesia: poner a los pobres de Venezuela en el centro de nuestras vidas y trabajo, y aportar el espíritu del Evangelio para discernir los caminos para lograr la necesaria reconciliación de todos los venezolanos. Solo el amor construye; el odio mata, divide y destruye. Pedimos a los venezolanos de diversos sectores mirar al rostro dolorido de quienes consideran estar más lejos y en nombre de Jesús abrazarlos para juntos rescatar la democracia y la pacífica construcción del bien común. No seremos capaces de producir una nueva Venezuela unida, honesta y productiva mientras no estemos convencidos de que los pobres deben estar en el centro, como sujetos activos de la política y de la economía. El eje central de la Venezuela productiva ha de ser la oportunidad de trabajo digno para todos en nuestras fábricas, campos abandonados y centros de servicios.

Prolongar la actual dramática situación con jóvenes sin esperanza, exiliados y perseguidos resulta criminal. El tiempo urge y debemos buscar sin demora la transición a una Venezuela reconciliada e inclusiva. Cada día que se demora aumenta la muerte y la miseria, el éxodo y la desesperanza. Con gran dolor, lamentamos el asesinato de jóvenes durante los últimos meses.

La Compañía de Jesús tiene una presencia educativa variada en universidades, colegios, centros educativos populares de Fe y Alegría… Desde ahí queremos levantar un grito de alarma y de esperanza: se está ahogando la buena educación y con ello el futuro de los niños y jóvenes, tanto en la formación de personas en sus competencias profesionales como en su formación en valores cimentados en el amor y la solidaridad. Faltan educadoras y educadores, se está matando su tan necesaria vocación y se ahogan las instituciones educativas. Nada es más urgente e imprescindible que la renovación de toda la educación con una amplia invitación a que la sociedad entera sienta y desarrolle su responsabilidad educativa, junto con su Estado democrático. Necesitamos que florezcan múltiples iniciativas apoyadas por el presupuesto público y por las empresas productivas con colaboración activa de las familias en su mantenimiento y desarrollo integral. Con una pobre educación para los pobres, Venezuela no tiene futuro. Lamentablemente, la educación en todos los sectores y niveles vive una gran crisis.

Los jesuitas trabajamos, junto con decenas de miles de personas, animados por la vida, vocación y trabajo “a mayor gloria de Dios”. Jesús nos enseña que la mayor gloria de Dios es que vivan dignamente los hombres y mujeres, y que esa nueva vida no es posible construirla con el odio y la muerte. Agradecemos su generoso trabajo en condiciones difíciles y con recursos económicos precarios.

En esta hora, los venezolanos no claman por el cambio de la Constitución, sino por su cumplimiento. Como muy bien han dicho los obispos, ahora una Asamblea Constituyente es innecesaria y contraproducente: “Lo que necesita y reclama el pueblo, en primer lugar, es comida, medicinas, seguridad, paz y elecciones justas”.

Nuestro seguimiento de Jesús en esta ahora trágica nos llama a que el lema ignaciano “En todo amar y servir” se centre en la pronta superación de esta agonía y en la renovación espiritual empeñada en la reconciliación y encuentro como constructores de la nueva Venezuela de esperanza y vida. Pedimos al Espíritu Santo que nos confirme en la construcción de un país con posibilidad de vida digna para todos.

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Anónimo
09/06/2017
18:05 pm
Hay que abrir bien los ojos y ver la realidad, desafortunadamente los que comentan este articulo prefieren enterrar su cabeza en la arena ideologica. Venezuela es ahora gobernada por un gobierno inepto y dictatorial, que ha llevado al pais a la ruina economica y social. El comunismo, como el mal llamado \"socialismo del siglo XXI\" , son doctrinas caducas que son mantenidas a la fuerza en paises que pueden contarse con los dedos de una mano. Pobre el pueblo venezolano, teniendo un pais tan rico y gobiernos tan incapaces.
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Anónimo
09/06/2017
12:10 pm
Lo leo y no lo creo, resulta que las eleccciones no han sido justas, lo habeis dicho antes? bueno tu sabras lo injusto es que los probres o mas pobre paguen las consecuencias de los deseos de poder de ambos bandos los unos quiere recuperar su poder y los otros se atoraron y no lo dejaran sucumbiran los maduristas pero arrasaran con lo que sea y eso no les importa a los nuevos revolucionarios o antiguos dueños Todo por la desigualdad social, buscan el petroleo y nada mas, ojala a esta industria se le caiga el negocio y veras como pasa el relajo.Pensad o escribir como debe ser.
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Anónimo
09/06/2017
10:03 am
Lamento mucho que un provincial jesuita opine así de un país cuyo proceso interno está determinado por la enorme existencia de un bien natural como es el petróleo. En el fondo lo que las corporaciones transnacionales junto con la oligarquía nacional en Venezuela están haciendo es desestabilizar el país para arrebatar el poder que les devuelva sus privilegios. Y al igual que en El Salvador, no les importa llevarse de encuentro al país. ¿Acaso es tan difícil ver eso? No confundan ni maticen esa realidad.
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Anónimo
09/06/2017
09:56 am
La situación de Venezuela es compleja y la tienen que resolver los venezolanos. Seamos instrumentos de la paz y el diálogo sincero. Yo no creo que si derrocan al gobierno bolivariano, quienes queden van a resolver. Si eso se diera la otra mitad del pueblo seria perseguida, encarcelada, torturada y ....Y entonces qué va hacer la compañía de Jesús en Venezuela? No es fácil verdad?
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Anónimo
09/06/2017
07:59 am
Ës una lástima que el provincial venezolano esté tan alineado con Diego Padrón( el gran conspirador) y todas sus compadres de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). No señala que la CEV llamó a la desobediencia civil(abril 2017) y, a las manifestaciones \"pacíficas\", que a la fecha acumulan más de 50 muertos. No señala que todos los acumuladores de capital,durante los mandatos de Carlos Andres Perez, expatriaron su dinero y ahora son grandes inversores en Miami y Panamá. El provincial debería reflexionar si su diatriba a favor de la derecha venezolana, no lo sitúa con un grado de complicidad con los encapuchados y guarlmberos de las manifestaciones.
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Anónimo
08/06/2017
22:24 pm
No puedo dejar de recordar que el anterior jefe del comando sur dijo que intervendrían en Venezuela si le pedían hacerlo por ayuda humanitaria. Lo comparo con la exigencia \" la inmediata apertura a la ayuda humanitaria internacional... para una economía productiva con libre iniciativa\" es decir, intervenir militarmente para el libre mercado sin controles del Estado.
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Anónimo
08/06/2017
18:26 pm
Parece mas apocaliptico el escrito de rafael que la realidad que vive venezuela. Y mas pareciese preocupado por las inversiones que tienen en Colegios y Universidades en Venezuela y que estas se vean paralizadas por las actuales condiciones economicas, politicas y sociales de esta nacion. El problema de venezuela se situa en una dimension mas profunda, incluso geopolitica, pues por una parte se busca la paz con el vecino Colombia, y en Venezuela se apoya la convulsion social. Por otro lado pudiera ser que Rafael este utilizando el texto como un pendulo para orientarse con las opiniones de los lectores.
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Anónimo
08/06/2017
15:42 pm
Al leer su escrito, entiendo su estupor y desesperación Rafael, lamento que hayan llegado a los niveles de crisis que detalla claramente, solo el vivirlo puede entender lo que pasa en su país. Los políticos tradicionales de Venezuela hicieron mal las cosas, pero estos últimos solo han llevado al extremo caótico la realidad venezolana, le cuento que en nombre del anti imperialismo americano, su gobierno invirtió en El Salvador, cualquier cantidad de dinero, para nada, todas las empresas ALBA están quebrando, una a una, por solo una razón el saqueo rojo. Le pido disculpas Rafael, por los comentarios que me preceden, esta gente solo es consignas, pero al final del día, come caliente y duerme plácidamente...
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Anónimo
08/06/2017
14:42 pm
Se necesitan muchos Lee Kuan Yew en América Latina, no lunáticos populistas de izquierda. Eso sí, lamentablemente la oligarquía sigue teniendo mentalidad colonialista y corrompedora del sistema político.
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Anónimo
08/06/2017
07:09 am
Ciertamente, el texto es malo: dice poco, se repite, no hay análisis. Pero de ahí a decir, como Daniel, que todo el problema venezolano se reduce a un artero y maligno ataque imperialista, hay un abismo. Mal hace la \"izquierda\" al seguir disculpando la ineptitud, miopía y autoritarismo de Maduro y compañía
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Anónimo
07/06/2017
22:03 pm
Ellacuria, Rutlio Grande, Ibisate así como muchos Jesuitas que hicieron al VERDADERA lucha junto al pueblo se sentirían aterrorizados con este \"articulo\", Venezuela es un problema mas complejo que un simple reporte de la cadena CNN, si bien es cierto la compañía de Jesús tiene experiencia de trabajo en toda América Latina eso no le puede dar la facultad de defender lo que en su raíz no es mas que un intervencionismo extranjero en la soberanía Venezolana. La Iglesia debe acompañar a los pobres y ver que \"esos necesitados\" son personas dirigidas por personas como Lilian Tintori quienes con parte de los sectores acomodados y ¿en serio pretende usted Rafael ver eso eso como algo legitimo? para nadie es un secreto que toda esta situación es por un lucha Geopolitica de muchos años que tiene por objetivo el control de recursos petroleros Venezolanos. Rafael Garrido no decepcione a San Ignacio de Loyola, no sea parte del proyecto intervencionista Estadounidense. No sea
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