Relevo ¿en, o de, la clase política?

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Hablar de la clase política es hablar de los que gobiernan. Es decir, de los que desempeñan todas las funciones políticas, monopolizan el poder y disfrutan de las ventajas que van unidas a él. Así la definió el italiano Gaetano Mosca, en el libro “La clase política”, publicado originalmente en 1896.

Hablar de los que gobiernan es hablar de los que toman decisiones vinculantes para toda la comunidad política y de los que dirigen su implementación. A nivel nacional, en El Salvador, eso significa tomar en cuenta a: el Presidente y Vicepresidente de la República y sus Ministros y Secretarios, los Diputados de la Asamblea Legislativa, los Magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General de la República, los Magistrados de la Corte de Cuentas de la República, la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral, los miembros del Tribunal de Ética, los Comisionados del Instituto de Acceso a la Información, los Presidentes de las diversas entidades autónomas y semiautónomas, el presidente del Banco Central de Reserva, los Superintendentes del Sistema Financiero, de Energía y Telecomunicaciones, y de Competencia.

Todos los que ocupan esos cargos son responsables, en diferentes medidas, del gobierno en El Salvador. El gobierno es, por tanto, más que el Presidente y su Gabinete. El gobierno no es solo el Ejecutivo y la clase política tampoco se reduce a este.

Por otra parte, todos los cargos en el gobierno tienen un mandato limitado temporalmente. Cada cierto tiempo, quienes ostentan un cargo en el gobierno (y forman parte, por tanto, de la clase política) pueden ser removidos del mismo siguiendo procedimientos establecidos normativamente. Algunos de estos cambios pueden ser hechos democráticamente, por voto popular directo. Es el caso del Presidente, Vicepresidente y los Diputados. Otros cambios son atribuciones de estos, ya sea por nombramiento directo o por elección de segundo grado. Lo importante acá es que todos los que ostentan estos cargos pueden ser removidos, desplazados, relevados.

Cuando los cambios ocurren entre los miembros de la clase política, en una especie de rueda de caballitos, se puede hablar de relevo en la clase política. Incluso cuando algunos de ellos salen de esta clase y entran otros nuevos también se trata de un cambio en esa clase. Estos son los cambios más frecuentes. Cuando el cambio implica la sustitución, paulatina o no, de todos los que gobiernan, entonces hablamos de relevo de la clase política. En algunas circunstancias este relevo puede ser justo y necesario.

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