Segunda oportunidad

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Rodolfo Cardenal
25/01/2017

El Gobierno justifica la puesta en libertad de varios centenares de detenidos, muchos de ellos enfermos terminales, como un acto humanitario, que respondería a la petición del papa Francisco de practicar la misericordia. Pero la liberación de los prisioneros no responde al deseo de ser misericordiosos, sino a la necesidad perentoria de hacer espacio en unas prisiones sobrepobladas. El Gobierno solo retoma aquello que le interesa, pues el papa, en su mensaje para la Jornada de la Paz de este año, también ha pedido resolver los conflictos mediante el diálogo y adoptar la política de la no-violencia.

Esta invitación debiera ser reconsiderada por la administración de Sánchez Cerén y la sociedad en su conjunto dada la violencia cruel que desangra al país. La propuesta presentada por la pandilla más grande y poderosa para acabar con el derramamiento de sangre, mediante una negociación pública, es otra razón de peso para explorar la opción de una salida no-violenta. Aun cuando la pandilla no posee credibilidad y alimenta sentimientos de odio y deseos de venganza, la propuesta abre una posibilidad. Pequeña si se quiere, pero posibilidad. En un primer momento, ninguna de las partes de un conflicto violento es creíble ni aceptada como interlocutora válida.

Contrario a la tregua de hace cuatro años y medio, la pandilla en cuestión ofrece un diálogo público para estabilizar el país, algo que el sector privado reclama. El gran objetivo de ese diálogo, según su planteamiento, es detener la guerra, “porque todos en las comunidades están sufriendo el acoso y la represión”, “se está derramando sangre de todos lados. Gente inocente. Si muere un policía, las madres y los hijos sufren. Si muere un pandillero, las madres y los hijos sufren”. En definitiva, “son los pobres los que estamos muriendo. La gente pobre es la que está enterrando a sus hijos”, al igual que ocurrió durante la guerra civil. Independientemente de otras motivaciones ocultas, detener esta guerra es una exigencia de la ética política y de la moral cristiana.

Es tentador interpretar la propuesta como una muestra de debilidad. Pero hay indicios para intentar otra aproximación, aparte de que la pandilla se adelanta al advertir que son “temibles”. De hecho, el Gobierno no tiene control del territorio ni de la población. Ni puede presentar avances sólidos en este punto. La pandilla considera haber evolucionado, al pasar de “manada” a ser una organización sofisticada y política. En este sentido, plantea como objetivo del diálogo “dar vuelta a esta cosa”, que califica como un “monstruo”, cuya paternidad reconoce, pero que estaría dispuesta a destruir. El Gobierno ya ha respondido, precipitadamente, que la alternativa consiste en parar los crímenes, como si su posición fuera hegemónica.

La pandilla pide hablar de “reinserción integral” y general. No solo para sus integrantes, sino que también para las comunidades. Por reinserción integral entiende salud, trabajo y educación, cuya negación se encuentra en la raíz de su conformación. No se trata de que “el Gobierno ponga una panadería o una granja, para salir en televisión y luego desaparecer”, sino de programas de reinserción social y también de rehabilitación espiritual. En otras palabras, la pandilla pide satisfacer las necesidades básicas de la población. Se podría comenzar destinando el dinero que en la actualidad se dedica a seguridad, represión y gasto militar a la satisfacción de esas necesidades, tal como lo indica el papa Francisco.

Al presentar esa demanda, la pandilla reclama el derecho humano a “una segunda oportunidad”. El joven inmaduro, dice, “hace cosas que no tiene que hacer, pero cuando se hace adulto, y uno tiene hijos y todo, la mente madura. Eso que hiciste, ya no querés hacerlo […] Porque ves a tus hijos y querés lo mejor para ellos, enseñarles el camino correcto, pero para eso, lo primero es meterte en el camino correcto”. Por muy inhumanos que puedan ser los pandilleros, no dejan de ser personas y, cristianamente hablando, hijos de Dios. Sin duda, perdidos; pero hijos al fin y al cabo.

A cambio de la reinserción y la rehabilitación, la pandilla ha colocado sobre la mesa aceptar la baja de pandilleros activos y su propia desarticulación. Luego, otra pandilla añadió la suspensión de la extorsión e indicar dónde se encuentran las sepulturas clandestinas de sus víctimas, algo que el Ejército todavía no se ha atrevido ni siquiera a formular respecto a las suyas. El Gobierno, por su lado, debe introducir en la agenda de diálogo la cuestión de la justicia, la cual no puede marginarse, tal como hicieron en la otra guerra. La justicia debe ser satisfecha y existen posibilidades para ello. Pero eso solo será factible cuando se destierre, o al menos se contenga, el deseo de venganza. Aquí las víctimas son determinantes, tal como lo señala el papa, ya que si desechan la tentación de la violencia, se convierten en protagonistas de la paz.

La humillación tampoco es solución, porque de lo que se trata es de superar la vergüenza y de restablecer la dignidad de las personas. Por eso, el papa Francisco recuerda que Dios, después del pecado de Adán y Eva, y a pesar de haberlos castigado, hizo túnicas de piel para cubrir su desnudez. De esa manera, les devolvió su dignidad humana.

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Anónimo
27/01/2017
04:32 am
Los miembros de las pandillas tienen que tener una Justicia Restaurativa es un Procesó de Perdón, de la familia ellos y la familia a los que ellos han hecho daño, suena difícil pero no imposible porque las dos familias han sufrido mucho una familia entierra a su ser querido cuando hay conflicto entre las dos pandillas y la otra familia sufre cuando encierran a su hijo por el crimen cometido, en la Justicia Restaurativa se trata de perdonarse una familia ala otra y las las dos familias travajan en un perdón para hacer La Paz en las dos Familia, hay que perdonarse a uno mismo para no sembrar sentimientos dañinos y aceptar el perdón de los que nos ofenden para poder vivir en paz con uno mismo y los demás y poder hacer las pases entre las dos familias,en EE UU hay expertos en ese proceso de Justicia Restaurativa,hay personas que dan talleres de entrenamiento de cómo aprender a perdonarse y perdonar,los jesuitas y la Literatura de Autoayuda de doce pasos y doce tradiciones es...
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Anónimo
26/01/2017
21:29 pm
Celebro la valentía del P.Cardenal que se pronuncia por acercamientos entre pandilleros y gobierno para terminar con este baño de sangre. Lo hace dentro de un ambiente en el que gran parte de la población se pronuncia por el aniquilamiento de pandilleros, llevándose de encuentro a jóvenes inocentes. Quién los defiende?Quién se pronuncia contra esta matanza?..Así se opusieron también cuando se proponía el diálogo y negociación para detener la guerra..Dicen que este conflicto es diferente, paro debo recordarles que la sangre que se derrama es de los mismos hermanos: policías, soldados, sus familiares, pandilleros..Irónicamente a quien más le conviene para ganar réditos políticos (al gobierno) es el que más se opone, confiando en eliminar a las decenas de miles de pandilleros que les hacen falta. Creen que pueden derrotar con balas un problema estructural, que requiere otro tipo de atención. Formemos un grupo inmenso que exija diálogo con los pandilleros.
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Anónimo
26/01/2017
07:39 am
Lamento disentir de este \"comunicado\", mas parece eco de los comunicados escritos por Paolo Luers o Roberto Valencia de El Faro.Net, este comunicado, toma las palabras a su conveniencia dichas en otro contexto por SS Francisco, yo respondería a Rodolfo Cardenal: \"jovenes, no tengais miedo, vayan y evangelicen en todas las comunidades...\" Jornada Mundial de la Juventud, Rio de Janeiro, Brasil, 2013...pregunto: Rodolfo Cardenal, si Ud., tuviera hijos los enviaría a La Campanera, Las Margaritas, Vista al Lago a evangelizar? o Ud., mismo, iría a evangelizar?...sin embargo, también lo dijo SS Francisco. No hay que sacar las palabras de contexto y manipularlas a conveniencia. No quiero decir con esto, que la supuesta propuesta que dicen viene de las pandillas no pueda ser viable, ejemplifico: que le dijo Jesús a la prostituta cuando iba a ser apedreada?...\"no vuelvas a pecar\" sin embargo, los pandilleros todos los días están asesinando 8.8 victimas inocent
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Anónimo
25/01/2017
21:41 pm
El peso de LA prueba car sobre los pandilleros. Las pandillas pueden hacer LA paz facil dejen de delinquir, matar,extorsionar gente pobre.Ninguna pandilla USA su lucro illegal para invertir en el bienestar de las comunidades!!. El gobierno puede y debe apoyar a cualquier pandillero q pague por sus crimenes, acepte responbsabilidad, renuncie a la pandilla verbalmente, por escrito y en publico a continuar siendo pandillero.
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