Acuerdos de país

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Editorial UCA
22/01/2014

En el evento que se promocionó como un debate presidencial, la palabra "acuerdos" no se dijo en ningún momento. Dio la impresión de que cualquiera de los candidatos podría solucionar los problemas de El Salvador sin lograr acuerdos de fondo con otros partidos. Sin embargo, la realidad nos dice lo contrario. La guerra hubo que solucionarla con unos acuerdos que fueron realmente nacionales. Y lo que va saliendo de positivo en la legislación es casi siempre fruto de alianzas. En buena medida, los grandes problemas del país, pendientes desde la época de la guerra, como la desigualdad, la pobreza, la violencia, los salarios mínimos reñidos con la justicia y la falta de calidad en la educación, no han podido resolverse por la falta de voluntad política de lograr acuerdos. Se han preferido supuestas soluciones de mano dura, recurrir a préstamos, practicar diversos modos de populismo de derecha y de izquierda, a buscar soluciones consensuadas tanto entre políticos como con la sociedad civil.

Hace pocos meses, el PNUD presentó su informe sobre desarrollo humano en El Salvador. El documento termina proponiendo la elaboración de una política pública transformadora que debería gozar de consenso nacional. Esta semana se ha presentado, también del PNUD, el Informe Regional de Desarrollo Humano para América Latina, 2013-2014, titulado Seguridad ciudadana con rostro humano. En este se reseña la necesidad de acuerdos nacionales para enfrentar el problema de la violencia y la delincuencia. En El Salvador se habla permanentemente de la necesidad que tendrá el próximo Gobierno de hacer un pacto fiscal para no enfrentar una quiebra económica, con todas las terribles consecuencias que esta tendría para las grandes mayorías. Sin embargo, hasta el momento, ningún candidato ha mencionado entre sus planes conseguir un amplio consenso entre políticos y con la sociedad civil sobre temas de interés nacional, sea la violencia, la juventud, la educación o la difícil situación de la economía y la deuda externa.

Hay cada vez más conciencia ciudadana de lo imprescindibles que son los acuerdos básicos nacionales. Por eso asombra que los candidatos no usen ese lenguaje. Una posible explicación es que crean que es mejor llegar a acuerdos desde el poder que desde la llanura. Saben que el poder da fuerza, instrumentos y propaganda para hacer que la balanza se incline hacia la voluntad gubernamental en cualquier tipo de acuerdos. E incluso da los recursos para ablandar con negociaciones privadas —cuando no corruptas— a una parte de la oposición. Los arreglos de Arena con el PCN o los del FMLN con GANA son ejemplos de nuestro folclor político, que sustituye los acuerdos nacionales con "aritmética legislativa". Pero esa aritmética, que con tanta frecuencia sustituye a la ética, no tiene nada que ver con lo que necesita El Salvador.

Los acuerdos de país frente a los problemas que nos aquejan deben alcanzarse no desde las presiones e intereses del poder, sino desde el interés de la ciudadanía y las necesidades de los más vulnerables, los pobres. Y en ese sentido, tendría más razón consensuar una serie de acuerdos antes de la elección que querer, posteriormente, confundir el triunfo electoral con una carta blanca otorgada al vencedor. Los acuerdos deben ser lo más inclusivos posible y deben prepararse desde el interés básico del país, sin mirar al aprovechamiento político de quien está en el poder. Mientras se siga queriendo gobernar El Salvador desde la voluntad poco dialogante de un solo partido político, sea de derechas o de izquierdas, enfrentaremos el riesgo de que los problemas sigan agravándose. Si eso sucede, las soluciones serán fallidas, quizá impuestas por organismos financieros internacionales y a costa de la mayoría de salvadoreños. Lograr acuerdos es una necesidad nacional imprescindible para un sano desarrollo.

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Anónimo
22/01/2014
21:20 pm
La historia del pais demuestra que siempre hay mas \"desacuerdos\" que acuerdos, aun los acuerdos de paz, se lograron concretizar, no porque los 2 bandos en pugna voluntariamente los propusieran, estos acuerdos fueron propuestos por la sociedad civil, que ya no soportaba la guerra y forzados a llevarse a cabo por organismos internacionales, y por otros eventos que se dieron en el desarrollo de la guerra, como el asesinato de los sacerdotes jesuitas. Ahora, polarizada la sociedad en izquierda y derecha, cada quien con su vision de pais, y desde su posicion de poder, dificilmente pueden llegar a puntos de consenso, a acuerdos para la elaboracion de politicas publicas que vayan en beneficio de las amplias mayorias de la problacion salvadoreña. Por eso, el discurso de los tres candidatos a presidente, en las elecciones actuales, no incluyen y por lo tanto no lo mencionan, la palabra \"Acuerdos de Nacion\"
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Anónimo
22/01/2014
17:21 pm
El artículo esta bien redactado y conlleva en su interior todo aquello que no se esta haciendo dentro de nuestra política. Todo lo escrito en este editorial es legítimamente utópico; se necesita una tercera fuerza que sea capaz de unir lo bueno de los dos bandos y solo así se logrará un acuerdo nacional. Cuando me refiero a una tercera fuerza no me refiero a un Saca, que es más de lo mismo; un falso profeta político... me refiero a nuevos lideres que guíen al país por la senda lejos de la soberbia y tiranía de nuestra izquierda y derecha. Ojalá todos pensáramos como el escritor del editorial; mas no la mayoría piensan como ud y yo.
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