Hijos del desempleo

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Editorial UCA
29/10/2012

Hay realidades que, por mucho que se mire para otro lado, siempre reclaman atención. Ese es el caso de los vendedores del sector informal del centro de San Salvador, que una vez más fueron desalojados de sus puestos la noche del viernes pasado. De acuerdo a las versiones oficiales, los actos vandálicos que se dieron durante el desalojo fueron cometidos por una parte de los vendedores, quienes incendiaron locales para detener al Cuerpo de Agentes Metropolitanos y a la Policía. Según esta versión, el CAM y la PNC se limitaron a cumplir con su misión en el operativo de desalojo de los puestos de venta.

El caso no es nada sencillo. ¿Cómo conjugar el deseo de tener una capital ordenada y limpia con el derecho a ganarse la vida de quienes ocupan las calles del centro de la ciudad? Este dilema provoca reacciones diversas y hasta encontradas. El obstáculo a la circulación y el desorden que acompañan a los cientos de vendedores que invaden el espacio público molesta a muchos de los que viven y/o transitan por el área; también a los comerciantes cuyos negocios se invisibilizan por la ventas en la calle. Sin embargo, también indigna y conmueve ver cómo estos mismos vendedores son perseguidos en bloque como si fuesen criminales y cómo se les destruyen los puestos que con esfuerzo han construido a lo largo de los años. En síntesis, muchos entienden a los vendedores como un problema, otros ven en ellos una expresión de drama social. Y ambas aristas del asunto requieren atención.

El alcalde capitalino, en el marco de un desalojo similar en 2010, dijo: "No nos amilanan este tipo de hechos violentos, ya sabemos que detrás del comercio informal se esconden grupos que siembran el terror y que delinquen permanentemente y que han hecho de esta actuación inescrupulosa su forma de vida". Con toda probabilidad, entre los vendedores hay quienes actúan y viven de la manera que señala el edil. Pero difícilmente son la mayoría. La solución para las ventas en la calle no es privarlos a todos de su única forma de subsistencia; eso sería como luchar contra la pobreza matando a los pobres. El desalojo por la fuerza no es una solución razonable porque la cuestión de fondo no es el vendedor, sino la imposibilidad de ganarse la vida de otra forma. La vía del desalojo solo ataca a la víctima del problema, no a su causa.

Los vendedores ambulantes e informales son hijos de la falta de empleo. Aunque el Gobierno se regocije en afirmar que el desempleo en el país solo alcanza al 6.6% de la población económicamente activa, la verdad es que más de la mitad de los salvadoreños subsiste en el sector informal. Lo que sucede es que si un desempleado abre un puesto de venta en la vía pública, ya no cuenta como desempleado, ocultándose así el drama humano de las personas honestas que se ganan la vida al margen del mercado laboral formal. Buena muestra de ese drama son las siguientes palabras de una joven que vende en el centro histórico: "Sobrevivir depende de mi esfuerzo diario. La escuela está olvidada. Si no trabajo, no como; y si no voy a la escuela, no pasa nada. En la calle, no se necesita más escuela que la de la vida".

Para muchos, historias y vidas como esa no cuentan. La mayoría de quienes toman las decisiones, casi siempre desde cómodas oficinas, a las cuales se trasladan en carros de lujo con vidrios polarizados, nunca tienen la oportunidad de experimentar la dura realidad de las personas que luchan por subsistir mientras se les trata como delincuentes. La indiferencia y las falsas percepciones sobre los vendedores no les permiten ver las necesidades de aquellos a quienes mandan perseguir y expulsar de las calles. ¿Ordenar la ciudad? Claro que sí, pero siempre y cuando se ofrezca una alternativa seria y viable a los que no disponen de otra opción que ganarse la vida en las calles.

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Anónimo
31/10/2012
10:10 am
Todos tenemos derecho a ganarnos la vida, pero todos debemos obedecer las leyes. Tomarse el espacio público es ilegal. Por lo tanto, todos los vendedores informales que se habían tomado los espacios públicos se encontraban en la ilegalidad. No importa cuántas patas le quieran buscar al gato.
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Anónimo
30/10/2012
19:56 pm
No es justo, ni correcto la forma en que Quijano está ordenando la capital, me parece que la violencia no es la forma correcta de proceder y me parece nefasto actuar con alevosía, porque hoy entendemos porque lo del vehículo blindado, es porque le teme a las consecuencias de lo que hace y seguirá haciendo...
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Anónimo
30/10/2012
10:37 am
El orden genera armonía,buena salud,y buena administración de los bienes, los seres humanos por naturaleza toman como suyo lo que está mal cuidado y mal administrado,los vendedores no estaban en disposición de ceder espacio, ya que se habían apoderado de un bien público durante decenas de años...Lo que hizo el Alcalde es recuperar lo que es del pueblo y los vendedores si quieren trabajar deben obedecer y respetar las reglas de la Comuna Cápitalina y vender donde se les permita y limitarse a su área de venta.Esto será de muchos beneficios para ellos y su familia y permitirá a la Comuna Capitalina generar seguridad, armonía y generar mayor inversión y nuevos negocios en la Ciudad Capital.
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Anónimo
30/10/2012
06:27 am
Blanca la felicito por no dejarse engañar por las posturas engañosas de la izquierda; seamos honestos, en el sector informal solamente se encuentra cachada, y ésta entiéndase por artículos robados o de contrabando, de allí su bajo costo, y es injusto que esa competencia desleal afecte al comerciante formal, pagador de impuesto, que con mucho esfuerzo se esmera en generar ingresos y no a lavar plata como estos informales, pregúntense porque estas personas (en su mayoría) no querían ser re ubicadas? lógico, porque no se puede dedicar a lo ilícito en lo legalmente constituido. Las pocas familias humildes a las que se refieren, van a estar dispuestas a otro tipo de soluciones, y reitero acá se necesita del papel del gobierno central.
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Anónimo
29/10/2012
15:58 pm
"Realmente cual es la necesidad de actuar en forma violenta, si se queman locales, ¿Que es lo que se está escondiendo? ¿Drogas , mercaderia ilicita, delincuencia? El desorden no solo espacial, sino cultural en el centro de San salvador debe erradicarse, y esta es una buena iniciativa a mi forma de ver, ¿Quien podía caminar tranquilamente en el centro de San Salvador? Debera buscarse una forma de rear a estas personas a otro tipo de comercio y reubicarlas, pero me parece que debe existir un verdadero "ordenamiento" no solo urbano, sino cultural y social."
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Anónimo
29/10/2012
15:14 pm
Muy buena editorial, lastima que solo se citica pero no se busca la solucion, como editorial deberia e incentivar a que el gobierno central mejore las plazas de empleos y dejen de robarle la oportunidad a tanto joven que pierde la esperanza de un futuro prospero y mejor.
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Anónimo
29/10/2012
14:33 pm
Orden y limpieza a costa de la forma de vida de cientos de familias no me parece correcto, ni desde la visión Cristiana que algunos dicen tener, ni desde una visión humana, no se les ha dado una opción REAL, digo real porque simplemente moverlos no ofrece ventajas, ellos pierden clientes, pierden dinero y al final de cuentas la razón por la que están ahí, es porque desean una mejor vida, o al menos, sobrevivir. El tinte del editorial me parece humanista, tomando como objeto principal la vida de estas personas, el objeto primordial de nuestra constitución no es otro que los seres humanos y su defensa, tomar como primordial el orden por sobre la subsistencia no es populista, ni partidista, solo es una muestra de falta de escrúpulos, ni el método fue el correcto (a través de violencia), ni el resultados (cientos de familias sin forma de subsistencia).
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Anónimo
29/10/2012
13:59 pm
El aspecto a resaltar es que estas personas se encontraban evadiendo impuestos y usufructuando servicios del sector formal, como agravante a esta situación, muchos de los comerciantes vendían mercadería robada y ocupaban sus locales para lavar dinero, a estas alturas estas personas se habían apoderado de la calle y ya no era posible ejercer ningún tipo de control, tampoco estaban dispuestos a negociar (acá es la minoría) Me parece que se ha concretado la voluntad de la mayoría de capitalinos, que deseamos de un San Salvador mas limpio y ordenado, independientemente de la bandera política que esté al frente a la alcaldía, esta es la misión de un alcalde, orden y limpieza; y ya que persivo un tinte populista a este editorial, les recuerdo que generar empleos le corresponde al gobierno central, lo menos que pueden hacer es apoyar al Dr. Quijano en re ubicar a
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