Viernes de culto al consumo

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Editorial UCA
28/11/2014

En 1620, migrantes europeos llegaron a tierras estadounidenses escapando de la pobreza y de la persecución religiosa. Los colonos desembarcaron en lo que hoy es el estado de Massachusetts y muy pronto tuvieron dificultades para alimentarse. La solidaridad vino de parte de los pueblos originarios, quienes les enseñaron a sembrar maíz y calabazas para que pudieran sobrevivir. En 1621, las cosechas de los nuevos colonos fueron abundantes, por lo que decidieron hacer una gran comida con los indígenas para compartir sus frutos y agradecerles por la ayuda que les dieron. Se dice que ellos llevaron pavos para compartir.

Esta comida de hace casi 400 años fue, según el relato estadounidense, el origen del Día de Acción de Gracias, que es quizá hoy la fiesta más celebrada en Norteamérica y en otras regiones del mundo. En la actualidad, se conmemora el cuarto jueves de noviembre y tiene como finalidad agradecer todo lo que se ha recibido en el año. El Día de Acción de Gracias es, pues, una jornada de gratitud por las cosechas, por la salud, por el trabajo, por la familia y los amigos. Así, la tradición en Estados Unidos es reunirse en torno a la mesa para compartir una cena especial y dar gracias. Sin embargo, al ver la popularidad de la fiesta, los comerciantes no desaprovecharon la oportunidad y desde la segunda mitad de siglo XX se comenzó a celebrar el cada vez más conocido black Friday (viernes negro), como un banderillazo de salida para las compras navideñas, con el lanzamiento de descuentos y promociones.

El Salvador no tardó en copiar la celebración estadounidense, pero no en su edificante sentido original de agradecer por la vida, la familia y los amigos. Lo que ha llegado aquí es el lado comercial del asunto. Y es que somos expertos en copiar no lo que puede beneficiar a la sociedad, sino lo que genera lucro a un grupo reducido. Somos expertos en imitar, como buenos principiantes, costumbres extranjeras, pero no las mejores. Las grandes empresas salvadoreñas nos hacen creer que la Semana Santa es la fiesta del verano, en la que por supuesto hay que comprar los productos alusivos. Ensalzan comercialmente el Día de las Brujas, que muchos celebran sin saber el sentido de la fecha. Venden la Navidad como un tiempo de compra compulsiva que no tiene sentido sin nieve y renos.

Ciertamente, la reducción de precios en algunos productos puede beneficiar a las familias que tienen para gastar extra. Pero más allá de ese hipotético beneficio puntual y muy restringido, el problema es que a todas esas fechas se les ha extirpado su sentido original y benigno para fomentar el consumismo; es decir, la compra desenfrenada de productos que realmente no necesitamos. No en vano el informe de 2011 del PNUD ubicaba a El Salvador como el tercer país más consumista del mundo, solo después de Lesoto y Liberia, dos países africanos pobres como el nuestro.

Mucho se habla desde la gran empresa privada de que el principal problema de El Salvador es la escasa productividad nacional; sin embargo, los empresarios son los primeros en fomentar el consumismo sin reparos, postergando la producción. En el país pasamos de un modelo capitalista de sustitución de importaciones a un modelo principalmente consumista y exportador de mano de obra barata. De acuerdo al PNUD, por cada 100 dólares que se producen en el país, se consumen 102.4. En otras palabras, gastamos más de lo que producimos y eso, en gran medida, es causado por el impulso consumista que dan las remesas. Los modelos económicos aplicados nunca han tenido a la población como fin último, sino que se han centrado en el crecimiento económico. El Salvador no podrá salir adelante si se continúa con el actual modelo que ha generado pobreza, exclusión y desigualdad. Necesitamos uno que tenga en su centro el bienestar de las personas y que promueva el ahorro y la producción.

Probablemente muchos sientan que el black Friday los beneficia, aunque les signifique hipotecar el aguinaldo de diciembre y hacer malabares para pagar las cuentas en enero. Esto es parte del mismo paquete que induce maliciosamente a consumir, a desear el último modelo de teléfono o la tablet más reciente, a cambiar electrodomésticos, aunque los que tienen en casa aún funcionen. Para ellos, las grandes filas y aglomeraciones en los centros comerciales valen la pena, porque en teoría consiguen productos a menor precio. Pero, en el fondo, se convierten en feligreses de la nueva religión pagana, el consumismo, cuyo culto desaforado lleva a que El Salvador no levante cabeza.

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Anónimo
01/12/2014
21:41 pm
Excelente artículo, es triste ver un país como El Salvador caer en una imitación norteamericano, cuando no tiene los medios para consumir de tal manera; y lo más triste es que familias que un día fueron clase media hoy están convirtiéndose en clase pobre,por que han embargado su sueldo sus pensiones para hacer más rico al millonario ; y luego tienen que irse para Los Estados Unidos y vender su mano de obra por unos cuantos dólares y sufrir la discriminación..
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Anónimo
01/12/2014
12:41 pm
La pregunta es: Le cancelaran el tiempo extra a los empleados de los almacenes? o les daran una terapia para que se sientan orgullosos por trabajar gratis, porque estan muy alienados que por una camisa o una loción que se pongon del almacen donde trabajan, \"sienten que son los dueños del lugar\"; Ahora bien en los comerciales de productos suntuarios deberían de colocarle al final para \"familias\" con ingresos mayores a cuatro salarios mínimos, porque hay familias que no llegan a $500.00 tienen que mantener dos hijos dentro del matrimonio y los adicionales, pero no entiendo como tienen llena su casa de electrodomesticos de moda
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Anónimo
30/11/2014
22:41 pm
De seguro este articulo ya lo tenian listo para sacarlo el mismo dia viernes, ¿de que se sorprenden? ya todos sabemos que los salvadoreños somos consumistas, derecha o izquierda, dinero propio o con deudas pero asi somos. Pero solamente le quiero aclarar al escritor y algunos comentarios como el de Kathia Riv que hay que dejar un poco la ignorancia, gracias a este consumismo desmedido la empresa obtiene utilidades,digame usted ¿no le favorece esto al gobierno porque entre mas utilidades mas impuestos para el gobierno del cambio?, ahora si ya suena diferente verdad? tal ves con ese aumento de impuestos compran las computadoras para los ninos que nos prometieron. ademas como lector quisiera que hablaran tamien sobre los millones de dolares perdidos en el chaparral, o la compra de terrenos de don Sigfrido, las perdidas del Sitrams, La mala gestion del puerto cutuco, las extorsiones a nuestros negocios, a esa si hay que decirle YA BASTA!!! hay tantos temas de que hablar. Buen dia
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Anónimo
30/11/2014
18:41 pm
Wow!!! Creo k yo tengo una idea different ala k aqui esta escrito , yo me crie en el salvador y desde niña el sostento en mi casa era de las ventas k mi madre hacia , ella tenia una pequeña empresa y mi mejor amigo marcos vazquez era estudiante de la UCA en esos tiempos , tanto el como yo pudimos sobrevivir y nuestras con lo que las ventas se producia y pudimos pagar estudios tanto como bachilleres y como universitarios , tambien el comercio proporcionaba trabajos a otras familias y tambien pan en sus mesas , sin que existiera comerciantes y compradores para nosotros nada habria sido posible , yo en lo personal felicito a esas personas comerciantes , gente trabajadora que lucha por salir adelante , y no olviden muchas personas llevan pan a sus mesas por k el comercio es posible y muchisimas gracias a los compradores por que sin su cooperacion no funcionaria el comercio... y gracias por estas lineas k se me permitieron escribir y perdon si ofendi a alguna persona en estas lineas.
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Anónimo
30/11/2014
07:41 am
gracias por compartir este buen artículo, todos somos consumidores, pero hoy día lo que prevalece son las mega tendencias impuestas. tendencias mentales de resultados ya comprobados que subyugan al consumidor y benefician en grande a los grupos de poder. hacen con las masas, lo que desean. ellos deciden por anticipado lo que tú debes hacer.
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Anónimo
30/11/2014
02:41 am
Muchas gracias por compartir este editorial relacionado al tan promocionado Black Friday, en realidad lo mas fácil es dejarse llevar por la propaganda pero creo que para una cantidad considerable de Salvadoreños, incluyendome vemos este día exactamente como una copia de costumbres ajenas y que no tienen nada de beneficio, excepto el de crearnos la ilusión de que hemos aprovechado \"las ofertas\" en articulos del hogar, etc, los cuales no necesitamos renovar y si gastamos lo que pudimos haber utilizado para otra necesidad mas apremiante.
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Anónimo
29/11/2014
20:41 pm
Es un hecho, somos consumistas, al parecer no hay dinero y los centros comerciales ayer estaban a reventar. En realidad los precios son los mismos, lo que sucede es que con tanta publicidad a la gente le da fiebre de consumo, si seguimos en ese derroche, los ciudadanos seguiremos empobreciéndonos y la empresa privada seguirá maximizando sus utilidades...Basta Ya¡¡¡¡¡¡
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Anónimo
29/11/2014
14:41 pm
Buen comentari. Este sistema capitalista junto a su maquinaria llamada medios de comunicacion en su mayoría, sólo nos llevan a ésto, un país cada día mas pobre, gastando mas de lo que ganamos, cuando veremos un sol claro así.
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Anónimo
29/11/2014
07:37 am
q lastima q en nuestro pais solo seamos consumista y q solo adoptamos culturas ajenas cuando los empresarios lo q deberian de hacer es impulsar tambien la produccion de calzado por ejemplo con el programa de paquetes escolares q no se encuentra suficiente produccion de calzado
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Anónimo
29/11/2014
02:41 am
Es increible como la gente asiste a los centros comerciales a gastar lo que no tiene y luego son ellos mismo un par de meses de pues quejando que ya no pueden pagar sus compromisos financieros que el gobierno no hace nada por mejorar la economia, cuando han sido ellos mismos por esa tendencia sombie al consumismo los que se han clavado su propia cruz; es tan importante que vivamos nuestra propia realidad economica lo mas apegado posible para poder en un futuro cercano frutos agradables para nuestra vidas y no tengamos que salir rumbo al norte huyendo de nuestras deudAsm
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Anónimo
28/11/2014
22:41 pm
Que bonita reflexión. Gracias!
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Anónimo
28/11/2014
20:41 pm
Pongo en duda que las remesas no sean ocupadas en el consumismo, diferente a lo que se considera consumo besico. Siempre que visito un centro comercial en horas hábiles a hacer diligencias, por supuesto, siempre están llenos(eje. Plaza Mundo) En horas que muchos debemos estar trabajando... No practico las compras compulsivas...
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Anónimo
28/11/2014
19:41 pm
Excelente nota. Ojalá y toda la población pudiera reflexionar acerca del consumismo.
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Anónimo
28/11/2014
18:41 pm
Muy interesante, pues de esta manera nos educan a través de temas como este nos educan, como quisiera que esto se expandiera de igual forma que se expande el black friday.
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Anónimo
28/11/2014
15:41 pm
Y la inundación de publicicidad que navega y circunda por todos lados,ayuda aún más a caer.
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Anónimo
28/11/2014
15:41 pm
Excelente comentario. Ojalà hiciera conciencia en toda la poblaciòn que sacrifica su tiempo y escaso salario para ir a dejàrselo a quienes menos lo necesitan y se benefician con el contagio compulsivo del consumismo. Què tristeza da ver esas enormes filas que se dejan llevar por la manipulaciòn de los medios publicitarios, esperando entrar en los establecimientos comerciales.
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Anónimo
28/11/2014
14:41 pm
Gracias por despertarnos del letargo, el consumismo es un medio por el cual el poder adormece conciencias, proporcionando apariencia de felicidad,, pero en realidad no es nada mas que apejo a lo irreal,, estemos atentos y tengamos siempre criterio propio, el ahorro y la producción nos sacan de la pobreza el consumo nos hunde y nos confunde en deudas y mas deudas.
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Anónimo
28/11/2014
14:41 pm
Las remesas no son ocupadas para consumismo, son para consumo básico, de hecho es por eso que el gobierno actual no implementa ninguna \"política\" dirigida a ese ingreso, los hogares que reciben remesas son pobres, siempre hay excepciones, sin embargo, la mayor parte es pago de bus, alimentos, calzado, pago de servicios como agua, luz, teléfono, etc.
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