"Les quiero contar que el libro no es mío; este libro es de monseñor Romero". Así inició su intervención Miguel Cavada, teólogo y autor de El corazón de monseñor Romero, presentado el 16 de marzo en la capilla de la Universidad.
La obra, publicada por el Centro Monseñor Romero, es una recopilación de fragmentos de homilías dadas por el arzobispo mártir, que fueron escogidas, de acuerdo a Cavada, con la intención de mostrar otras facetas de Romero: "Fui seleccionando algunas frases que me parecían curiosas, y que hablaban más de monseñor Romero: lo que le enojaba y lo que le indignaba".
Para el compilador, la fuerza de la palabra de Monseñor se debía, entre otros aspectos, a la forma tan específica y personal de referirse a los problemas del pueblo: "Siempre hablaba en primera persona del singular: ‘les ruego’, ‘les ordeno’... no habla impersonal, habla desde el ‘yo’ (...) Se involucra tanto que en su palabra está su persona".
Y precisamente esa forma tan cercana y humana que tenía Romero para expresar el dolor y la injusticia que sufrían los más vulnerables le permitió ir más allá de dar simples sermones. "Hay homilías que las puede decir cualquier padre: no dicen nada, dicen cosas muy generales. En cambio, Romero nos dice todo, porque él habla por sí mismo, de su experiencia con Dios, de su experiencia con su pueblo. Por eso sus homilías son irrepetibles", explicó Cavada.
En esta misma línea de análisis, Jon Sobrino, sacerdote jesuita y teólogo, coincidió con Cavada en la importancia del mensaje de Romero y recordó algunas reflexiones de Ignacio Ellacuría luego del asesinato del arzobispo: "Con monseñor Romero, la palabra de los salvadoreños subió al cielo; los clamores del pueblo y sus esperanzas, los gemidos que les arrancaron sus opresores, se convirtieron en la plegaria de todo un pueblo que monseñor Romero presentaba a Dios".
Para Sobrino, el libro permite conocer de manera más cercana al Romero que está del lado del pueblo sufriente, pues en sus páginas se retoman homilías como la que predicó en Aguilares, después de que el Ejército mantuviera ocupada militarmente esa zona, masacrara a sus habitantes y profanara el Santísimo Sacramento en la parroquia de la comunidad. "Romero dijo en aquel entonces: ‘Hoy me toca venir a recoger un sagrario destruido y, sobre todo, a un pueblo humillado. Pero les traigo una palabra de solidaridad y ánimo’".
Asimismo, al profundizar en el mensaje de Romero se descubren sus sentimientos y se comprende, según Sobrino, que "él fue el cristiano y salvadoreño por excelencia". Al respecto, el teólogo retomó otro de los fragmentos de los sermones de Monseñor, que refleja su compromiso y preocupación constante por su gente: "Me apena profundamente que se siga masacrando al sector organizado de nuestro pueblo sólo por salir ordenadamente a la calle para pedir justicia y libertad. Pero estoy seguro que tanta sangre derramada y tanto dolor causado a los familiares de tantas víctimas no serán en vano".
En la introducción de El corazón de monseñor Romero, que forma parte de la serie Cuadernos de Monseñor Romero, Sobrino afirma que las palabras del arzobispo mártir "provienen de lo más profundo suyo, el corazón. Es también lo más escondido, allí donde sólo Dios ve (...) Y monseñor Romero no se equivocó: ‘Esta palabra nunca quedará sola’".
En la presentación del libro también participaron Carlos Ayala, director de Radio YSUCA, quien brindó un contexto amplio de la vida y obra de Romero; y Francisco Andrés Escobar, escritor y catedrático del Departamento de Letras, Comunicación y Periodismo. Este último aprovechó para adelantar detalles de la radionovela sobre Romero que se transmitirá por YSUCA a partir de la próxima semana.