Con profundo cariño y admiración, estudiantes, colegas y familiares dedicaron el 18 de mayo un homenaje artístico al fallecido catedrático, poeta y escritor Francisco Andrés Escobar. Expresiones de música, danza, teatro y poesía se juntaron en el Auditorio "Ignacio Ellacuría" para dar el último adiós a uno de los profesores de mayor trayectoria del Departamento de Letras, Comunicación y Periodismo. Según explica Amparo Marroquín, jefa del Departamento, la idea de disponer el escenario "de modo que se formara un semicírculo [de participantes] alrededor de las cenizas tiene que ver con esa visión tan propia de don Paquito, de querer que todos estuvieran siempre al mismo nivel que él".
Durante el acto, diversos artistas se turnaron para homenajear a Escobar. Por ejemplo, los actores Dorita Ayala y José Carlos Ramos escenificaron un fragmento de la obra De la sal y la rosa, que narra la vida de la poetisa salvadoreña Claudia Lars. Las escenas que representaron se relacionan con la búsqueda de vocación literaria emprendida por Carmen Branon (verdadero nombre de Lars), así como con los obstáculos que tuvo que superar para cristalizarla. "Estas partes que he teatralizado ahora son las que él (Escobar) me dijo en más de alguna ocasión que eran sus favoritas", rememoró Ayala.
Por su parte, un ensamble de músicos de la Orquesta Sinfónica de El Salvador ejecutó dos piezas que forman parte de la banda sonora de la película española
Volver a empezar, filme favorito del poeta.
Al final del evento, Julia Montúfar, catedrática del Departamento, dio lectura al texto inédito "Adiós y gracias", escrito por Escobar poco antes de su muerte para que fuese publicado como despedida de su columna Croniquillas, que durante muchos años mantuvo en La Prensa Gráfica.
"Fui feliz haciendo lo que hice. Fue una manera discreta de servir y comprobar que la palabra mantiene su poder estremecedor de conciencias más allá del soporte tecnológico que la sostenga", reza el texto.
Desde el escenario, familiares y compañeros de trabajo de don Paco agradecieron a los asistentes por el apoyo y la solidaridad mostrados desde el momento en que se confirmó su deceso, el domingo 9 de mayo. Además, anunciaron que las cenizas del escritor serían llevadas a Costa Rica, donde se esparcirían frente al mar en cumplimiento de uno de sus últimos deseos.
