¿Cuáles materias inscribir el próximo ciclo?, ¿qué pasa con las materias cursadas cuando hay cambio de pensum?, ¿cómo mejorar el CUM?... son algunas de las preguntas que muchos estudiantes se hacen a la hora de inscribir asignaturas al inicio de cada ciclo.
Desde 2007, y a fin de aclarar ese tipo de dudas y orientar a los estudiantes de las diversas carreras de pregrado, los decanatos de las facultades de Ciencias Sociales y Humanidades, Ingeniería y Arquitectura, y Ciencias Económicas y Empresariales, con el apoyo de los coordinadores de carrera y catedráticos, imparten coordinadamente tutorías académicas personalizadas.
El origen de este proceso se remonta a 2002, cuando el Decanato de Ingeniería y Arquitectura creó el programa de Asesoría Personalizada para sus estudiantes. Posteriormente, en 2004, a la iniciativa se sumó el Decanato de Ciencias Sociales y Humanidades y, en 2006, el de Ciencias Económicas y Empresariales.
En los dos primeros años de la implementación general de la tutoría (2007 y 2008), todos los estudiantes de las diversas carreras tenían la obligación de recibirla. Pero desde el año pasado, para garantizar un mayor acercamiento y concentrar esfuerzos, los decanos de las facultades focalizaron la obligatoriedad de las tutorías en ciertas carreras (por ejemplo, las que han sufrido modificación de pensum) y en los alumnos con un CUM menor a 7.0., dejando abierta la posibilidad de que cualquier otro estudiante pueda recibir voluntariamente la asesoría.
De acuerdo a Silvia Azucena de Fernández, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, la tutoría es un "espacio de atención individualizada", en el que los alumnos pueden "plantear sus dudas académicas, de sus materias y de su avance en el plan de estudios".
Las tutorías se realizan con base en el Sistema de Seguimiento Académico Estudiantil (SISAE), que es una plataforma informática que muestra los indicadores de rendimiento académico de cada estudiante: gráficos que reflejan el CUM a lo largo de los ciclos, proporción de materias cursadas en relación con las aprobadas, ranquin en el cual se ubica respecto a los demás alumnos que ingresaron en el mismo año, entre otros.
Gracias a esta herramienta, cada asesor puede tener una idea clara y global del desempeño académico del alumno durante sus años de estudio. "Esta es (...) una perspectiva diferente, ya que generalmente los jóvenes van enfocándose solamente en el presente ciclo. Conocer sus indicadores de rendimiento académico puede ayudarlos a mejorar en los ciclos siguientes, es decir, a tener parámetros concretos para luego establecerse metas", asegura la Decana.
En la misma línea, el tutor, utilizando las herramientas del SISAE, puede estimar las calificaciones que un estudiante deberá alcanzar en las materias del siguiente ciclo a fin de obtener un CUM específico. Este recurso es fundamental para los alumnos que cursan los últimos años de su carrera y poseen un CUM menor a 7.0 (el mínimo necesario para graduarse). Pero también para aquellos que de manera certera desean saber cómo proceder para elevar o consolidar su promedio de notas, el cual, luego de la graduación, se convierte en una llave para acceder a becas de posgrado o calificar para puestos laborales de dirección.
Sin embargo, las tutorías no solo se centran en aspectos de rendimiento académico; también fomentan una más estrecha relación entre alumno y profesor, dice Elizabeth Fuentes, catedrática y tutora de Ciencias Jurídicas. Así, los profesores que participan en las asesorías pueden ir más allá de la relación dentro del aula, esto es, entablar un vínculo más personal y constructivo con los alumnos.
Para María Dolores Rovira, coordinadora de Ingeniería Química, "la tutoría permite conocer a los estudiantes desde un inicio y (observar) cómo van evolucionando. Además, es una forma de escuchar sus inquietudes, conocer qué quieren y (cuáles son) sus ambiciones". Una dinámica que ha posibilitado "identificar a los buenos estudiantes para involucrarlos en proyectos y en otras actividades".
Del enorme esfuerzo que el proceso supone para catedráticos, coordinadores de carrera y decanos dan cuenta los números. En 2009, acudieron a tutoría 1,102 estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales; 1,260 de Ciencias Sociales y Humanidades; y 2,071 de Ingeniería y Arquitectura. Cifras que también son muestra del compromiso de la Universidad por acercarse a sus estudiantes y acompañarlos a lo largo de su proceso educativo.