Discurso de la representante de los graduados de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura

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Es un honor estar ante ustedes en el día en que dejamos esta gran universidad. ¡Ha llegado el tiempo de partir! Quedan atrás las preocupaciones que ocuparon nuestras mentes cuando aspirábamos y soñábamos con llegar a ser ingenieros. Se esfuman hoy en el recuerdo las noches en vela, los exigentes trabajos, las innumerables horas de clase y de laboratorio, las evaluaciones y los temidos exámenes. Hoy ha llegado el momento de cosechar lo sembrado y de celebrar el triunfo.

Además de ser un día de celebración, es uno de reflexión, propicio para que nos preguntemos qué nos depara el futuro. Y quiero decirles que nuestro futuro no solo es incierto, sino que probablemente lo sea mucho más de lo que pensamos. ¿Y saben qué? Eso es bueno, porque significa que el guion de esta nueva vida aún no ha sido escrito y podemos forjarlo, aprovechando las posibilidades que se nos presenten en el camino.

Al graduarnos, nos demostramos a nosotros mismos, a nuestras familias y al mundo que podemos lograr cualquier meta que nos propongamos alcanzar. Ahora, tenemos en nuestras manos las cualidades esenciales para el éxito: fuerza de voluntad, disciplina y concentración; excelencia académica como hábito adquirido que debe ser conservado, alimentado y desarrollado; reflexión crítica e investigativa que nos hace cuestionar al mundo; inventiva o capacidad de innovar; y responsabilidad social como una visión ética que nos compromete con el respeto a los derechos humanos, la justicia y la mejora de la calidad de vida de nuestro país y del mundo. Lo que realmente quiero que sepan es que se nos han dado abundantes herramientas para hacer frente a la incertidumbre y vivir una vida extraordinaria, incluso más allá de nuestros sueños más osados.

La educación que hemos recibido en la UCA se ha inclinado a enseñarnos no lo que debemos pensar, sino a pensar. Entendiendo el término "pensar" como sinónimo de "reflexionar": examinar con cuidado algo para formar nuestro propio dictamen. Nos enseñaron a entender otros puntos de vista y aceptarlos como diferentes, a escuchar varias posiciones antes de poder adoptar una como propia; nos enseñaron a razonar antes de poder emitir opinión; en fin, nos enseñaron a pensar. David Foster Wallace, novelista estadounidense, dijo en una ocasión: "Aprender a pensar realmente significa aprender a ejercer control sobre cómo y qué piensas. Significa ser suficientemente consciente y conocedor para elegir a qué prestar atención y elegir cómo vas a construir un significado de la experiencia".

Este día finaliza nuestra educación formal, pero no termina nuestro aprendizaje; porque en cada momento podemos aprender algo nuevo si mantenemos nuestras mentes abiertas, alertas y listas. La UCA nos ha formado más allá de ser ingenieros; también nos ha formado como personas cuyas metas y objetivos las impulsan a actuar, siempre sobre la base de valores; personas listas para construir El Salvador que todos queremos.

Althea Gibson, una tenista afroamericana que cosechó muchos triunfos en un medio difícil, expresó en alguna ocasión que "cualquiera que hayan sido nuestros logros, alguien nos ayudó siempre a alcanzarlos". Esto es cierto, y creo hablar en nombre de mis compañeros y compañeras al decir que este logro no ha sido producto únicamente de nuestros esfuerzos, porque con nosotros han estado muchas personas que han marcado nuestras vidas. A todos ellos, ¡muchísimas gracias! A nuestros padres, que estuvieron a nuestro lado sin importar qué y formaron personas con principios y valores. A nuestros profesores, por los conocimientos y experiencias que han compartido con nosotros a lo largo de estos años y por la amistad que nos han brindado. A todos los que nos ayudaron con sus consejos para que tomáramos nuestra propia decisión sobre el camino a seguir. A nuestros amigos, que estuvieron con nosotros no solo en fiestas, sino en los momentos más difíciles e importantes de nuestros estudios. Y a todos aquellos otros en que hemos encontrado soporte. Sin ustedes, sin cada uno de ustedes, no estaríamos aquí este día.

Para mí, estos cinco años han significado mucho. Aprendí no solo temas relacionados con mi carrera, sino también a tolerar, respetar ideas, aceptarme tal como soy, aceptar fuertes críticas, reconocer triunfos ajenos, saber que no siempre voy a ser la mejor. Aprendí a autocontrolarme, a tener paciencia, a ser una verdadera amiga, honesta, más responsable que antes, a hablar en público, a sustentar mis ideas, a llorar de verdad, a siempre sonreír y brindarle ayuda a mis amigos. El mundo puede parecer hoy un lugar confuso y lleno de egoísmo, pero hay también en él personas que luchan por alcanzar ideales nobles. La vida cotidiana no deja de estar cargada de heroísmo. Por esto, les propongo que busquemos siempre la excelencia en todo lo que hagamos, no solo como profesionales, sino como hijos, amigos, vecinos, ciudadanos y algún día esposos y padres. Seamos siempre trabajadores y honestos, buenos y verdaderos amigos, personas transparentes y responsables. Saquemos provecho de cada una de nuestras experiencias, y reconozcamos y aprendamos de los errores que podamos cometer. Seamos líderes y motivemos a la gente a dar lo mejor de sí.

Hemos escuchado en reiteradas ocasiones que somos el futuro del país. Sin embargo, ya dejamos de ser el futuro para convertirnos en el presente. No nos acomodemos nunca al mundo que vamos a encontrar, porque sabemos que este puede mejorar, al igual que nosotros mismos. Preguntémonos siempre, antes de actuar, si nuestra acción va a contribuir al respeto de la dignidad y los derechos humanos, a la libertad, la justicia y la paz.

Para terminar, mi desafío para todos es el siguiente: seamos siempre nosotros mismos. Conozcámonos bien. Meditemos nuestros actos. No finjamos afectos. Ante la vida y el trabajo, planteemos verdad y preguntas con transparencia. No nos cerremos a nadie. Propongamos metas audaces. Construyamos el porvenir con fuerza de voluntad, de intelecto y de compasión de manera deliberada y consciente; y utilicemos bien el tiempo. Incertidumbre significa que nada está predeterminado. Incertidumbre es libertad. Tomemos esa libertad y volemos con ella. 

Les deseo el mayor de los éxitos en su desempeño como ingenieros y los exhorto a continuar preparándose con el ahínco y entusiasmo que han demostrado hasta ahora. Muchas gracias.

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