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Buenas tardes, respetables autoridades universitarias, estimados padres de familia, seres queridos, amigos y compañeros.
Colegas graduados, es para mí un honor poder representarles en este día tan especial, en el que finalmente culminamos una etapa de aprendizaje y crecimiento profesional y personal.
No son suficientes las palabras para expresar nuestra gratitud a quienes han hecho posible que lleguemos al final de este proceso, en el que hemos encontrado nuestra verdadera vocación.
Dedicamos este logro a nuestro Padre celestial por su resguardo y abundantes bendiciones. Agradecemos a nuestra alma mater por desarrollar en nosotros una mentalidad crítica, formando ingenieras e ingenieros industriales con un sentido humano; profesionales dispuestos a poner al servicio de Dios y del prójimo nuestro conocimiento y a trabajar para la transformación social de país, dando cuerpo de este modo a estas palabras del padre Ellacuría: "Siempre se puede dar más, sobre todo si la causa por la que se trabaja es una causa noble".
Reconocemos también la incansable labor de nuestros catedráticos al compartir con nosotros su experiencia, conocimientos y valores. Compartimos, además, este triunfo con nuestros padres y familiares, ya que gracias a su sacrificio, amor y apoyo incondicional hemos recibido una educación de calidad y con ello la llave para un futuro mejor. Agradecemos también a nuestros amigos por brindarnos su cariño sincero en los buenos y malos momentos, así como por ayudarnos siempre a descubrir lo mejor de nosotros mismos.
El grado que a partir de este día ostentamos con orgullo es el fruto de muchas noches de desvelo, de jornadas maratónicas de estudio en compañía de nuestros amigos, de verdadero trabajo en equipo y determinación. No es fácil la senda a recorrer para ser reconocido como ingeniero, y menos como ingeniero graduado de la UCA. Sin embargo, no todo fue trabajo arduo. Muchos de los momentos que recordaremos con cariño y alegría también los vivimos a lo largo de este camino.
Deseo compartir con ustedes las verdaderas raíces que impulsaron nuestra aventura en esta universidad. La esencia de nuestra disciplina es ser una fuerza motriz generadora de soluciones creativas e ingeniosas para crear un mejor porvenir para la sociedad. Estos cimientos se expresan en el significado de la palabra "ingeniería", derivado del latín "ingenium" o "invención"; así como en el origen de la palabra "ingeniero", proveniente del vocablo inglés "engine", que se traduce como "motor". Así, la definición etimológica de Ingeniería Industrial refleja el ímpetu de nuestra profesión.
Como ingenieros industriales que somos, recae sobre nosotros una gran responsabilidad. En nuestras manos estarán los empleos y el porvenir de muchas familias; de nuestras decisiones dependerá la prosperidad de muchas industrias y con ello la generación de oportunidades y desarrollo para nuestro país.
¡Abracemos este reto con entusiasmo! Sintámonos privilegiados de poder cambiar, a través del conocimiento adquirido y la energía propia de nuestra juventud, el presente y futuro de nuestra nación. Demostremos con cada una de nuestras acciones lo que significa ser un ingeniero UCA: ética, perseverancia, dinamismo, compromiso y fe en Dios.
Compañeros graduados, cada uno de nosotros esta aquí por un motivo, por un propósito especial. Construyamos a través de nuestra profesión una vida hermosa para nosotros y para los que amamos. Seamos felices y útiles para la mayor cantidad de personas posible.
Recordemos las palabras del escritor Lin Yutang: "Hay dos maneras de difundir la luz... ser la lámpara que la emite o el espejo que la refleja". Seamos la lámpara que ilumina el futuro de nuestra patria, alimentados de la energía de nuestra dedicación y la pasión desbordante por nuestro trabajo. Permanezcamos siempre fieles a nuestros principios y no olvidemos que el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.
¡Felicidades amigos, felicidades ingenieros!
