Discurso de la representante de los graduados de la Licenciatura en Administración de Empresas

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Estimadas autoridades que presiden la mesa de honor, catedráticos, queridos compañeros y compañeras, familiares y amigos, tengan todos y todas muy buenas tardes. Hoy alcanzamos una importante meta; merecemos celebrar, junto a los que queremos, el éxito de este proyecto en nuestra vida profesional.

Doy gracias a Dios, a mis padres, hermanos y amigos por su apoyo incondicional en las batallas que hemos librado juntos. Y deseo de manera especial dar las gracias al padre Dean Brackley, quien hizo posible que yo esté aquí este día. El padre Dean, sacerdote jesuita, fue y será para todos los que le conocimos la representación del amor de Jesucristo actuando en nuestras vidas. Él decidió iniciar un proyecto conocido actualmente como el Programa de Becas Mártires de la UCA, a través del cual muchos jóvenes hemos podido alcanzar lo que alguna vez nos pareció demasiado distante. Querido padre Dean, muchas gracias por convertirse en nuestro amigo, en nuestro ejemplo a seguir, por hacer posible nuestro sueño, por desprenderse de sí pensando en los demás y por el amor que desbordó en este Programa, que nos ha permitido conformar una familia más.

Muchas gracias también a las dos colaboradoras y amigas con las que contó el padre Dean en la ejecución de su propósito, las ingenieras Marta Lidia Merlos y Mayra Herrera. Gracias a ambas por darle continuidad al Programa, gracias por su entrega y paciencia, por escucharnos y convertirse en réplica del amor que el padre Dean nos demostró en todo momento.

Hoy podemos reconocernos como mejores personas, que han crecido y avanzado en su vida profesional. Hoy sabemos que era cierto lo que nos decían: “Cinco o seis años pasan rápido, ya te vas a graduar”. Ahora todo parece más fácil. Algunas cosas las hicimos bien y en otras cometimos errores. Cada uno vivió la experiencia universitaria  a su manera y tomó sus propias decisiones. Es momento de rescatar lo bueno y de superar lo malo. Ahora nuestros propósitos se renuevan en función de lo que se nos exige; la meta que hoy alcanzamos se convierte en parte de nuestra formación, ya que aún nos falta mucho por recorrer.

Debemos darnos la oportunidad de construirnos a nosotros mismos, con nuestras propias y auténticas convicciones, decidiendo, cuestionando y recogiendo lo mejor de cada experiencia, sea pequeña o grande. No es momento de pensar aisladamente en nuestro propio porvenir, sino en las necesidades del país y sobre nuestro poder de cambio, que transforma ideas en formas de vida. Derrumbemos falsas realidades y seamos capaces de sensibilizarnos y comprometernos a ser parte de la solución desde la posición en la que nos encontremos, con un aporte pequeño pero esforzándonos siempre por marcar la diferencia.

Somos responsables de nuestro pensamiento y tenemos el poder de decidir qué experiencia queremos sumar a nuestras vidas, sabiendo crecer en las dificultades y capitalizar lo vivido. Debemos aunar esfuerzos para convertirnos en agentes de transformación y ciudadanos activos en la construcción de una mejor realidad.

Para cerrar, comparto con ustedes un pensamiento del padre Dean: “El Señor sí me ha concedido esa gracia que implica abrazar una nueva perspectiva ante la vida. Estos días, me siento más en paz. Lo que será, será. Vivo más en el presente y recibo cada día como un don, pidiendo vivir puesto en manos de Dios, haciendo a un lado los miedos".

¡Felicidades a todos por este logro! Llenémonos de entusiasmo ante los nuevos propósitos que deberemos perseguir. Les deseo toda la felicidad y el éxito del mundo.

Muchas gracias.

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Anónimo
09/11/2014
09:38 am
espero yo también poderme graduar en licenciatura en idioma ingles espero con ansias uca es mi almamater
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