Discurso del representante de los graduados de las facultades de Ciencias Sociales y Humanidades, y de Ingeniería y Arquitectura

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Respetables autoridades, familiares, amigos y todos ustedes que en este gran día nos acompañan, tengan muy buenas tardes. Me dirijo a ustedes en representación de los graduados de las facultades de Ciencias Sociales y Humanidades, y de Ingeniería y Arquitectura. 

Este día, 1 de junio de 2013, quedará marcado en nuestras memorias y en nuestros corazones, porque hoy celebramos la obtención de nuestro título, que nos acredita como profesionales graduados de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas". Es un orgullo para todos nosotros haber culminado nuestra carrera en esta universidad, como resultado de haber valorado la oportunidad de estudiar. Ya que si bien es cierto la educación es un derecho inherente a la persona humana, al cual deberíamos tener acceso todos por igual, en nuestro país este derecho se ha convertido en un privilegio, más limitado en el caso de estudios superiores. Es por esto que nos enorgullece y compromete formar parte de ese pequeño porcentaje de la población salvadoreña que tiene acceso a la educación superior.

El título que ahora recibimos no es fruto de la casualidad, sino consecuencia de nuestra labor, es la tan ansiada medalla por la cual luchamos incansablemente. Debemos reconocer que muchas veces las cosas fueron difíciles, que incluso llegamos a pensar que este día no llegaría, pero no nos rendimos, y fue así como con esmero, esfuerzo y dedicación salimos adelante, para poder ahora recibir el fruto de ese trabajo.

Atrás quedan anécdotas, historias y sacrificios que marcaron el camino de nuestra carrera universitaria. Momentos inolvidables que nos hicieron más fuertes y que nos hicieron creer que este día era posible. Pero este logro no solo es nuestro. Por eso, en nombre de todos mis colegas profesionales, doy gracias a nuestro Creador, el eje fundamental de nuestras vidas, porque sin Él nada hubiera sido posible. Asimismo, no puedo dejar de agradecer a nuestros padres, quienes nos apoyaron de manera incondicional en todo momento; este título es también obra suya. Gracias a nuestros catedráticos, por haber compartido con nosotros sus conocimientos. Gracias a todos ustedes, compañeros y amigos, por haber estado ahí siempre, apoyándonos. Gracias también a nuestros mártires de la UCA, pues sin su legado muchos de nosotros no estaríamos en este auditorio. A todas las personas que fueron parte de nuestra formación académica, muchas gracias. A todos les debemos muchísimo, y les estaremos eternamente agradecidos.

Somos conscientes de que el camino recorrido ha sido largo y que nos falta mucho por recorrer. Hoy es un nuevo comienzo. Ya hemos superado una meta y debemos continuar. Hoy recogemos la cosecha de años de cultivo, y esto nos indica una sola cosa: ¡tenemos que volver a sembrar! Allá afuera el camino no será nada fácil; nos esperan muchas dificultades, entre ellas los altos índices de desempleo. Pero eso no debe desalentarnos; por el contrario, es nuestro reto demostrar que somos excelentes profesionales formados en la UCA. De nosotros depende saber utilizar las herramientas adquiridas en la Universidad sin dejar de lado nuestra conciencia social ni el legado de los que un día lucharon para que hoy estemos acá. Debemos poner nuestros conocimientos a la orden de la justicia, sea cual sea el rol que desempeñemos en esta sociedad que tanto nos necesita. Debemos asumir el reto de construir un mejor El Salvador, aplicando siempre nuestro saber en favor de la igualdad y la justicia social. Debemos buscar y difundir la verdad, esa que tanto se nos ha ocultado para no dejarnos ser libres.

Como lo dijo en su momento nuestro rector mártir, Ignacio Ellacuría: "Cuando se haga la justicia se habrá hecho posible la paz, cuando se comparta equitativamente lo que en su destino primario es de todos se habrá hecho posible la libertad, una libertad en que cada individuo puede ser plenamente libre, porque todos lo son realmente y no solo en la letra muerta de los códigos o en la retórica vacía de los discursos. Trabajar unidos en todo esto para contribuir a la solución de la gran crisis nacional, desde nuestra condición de universitarios, es el desafío que tenemos por delante".

Compañeros, solo me resta decirles que el camino al éxito nunca vamos a encontrarlo, debemos construirlo. ¡Felicidades!

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