Estudios científicos y epidemiológicos demuestran que la radiación electromagnética no ionizante, como la que emiten las antenas reproductoras de señal, producen daños a la salud. Por esta razón, en 2008, habitantes de la colonia Zacamil denunciaron la instalación de una antena de telefonía en medio de sus casas, pues implicaba recibir directamente las ondas de radiación.