A propósito del Día Internacional de la Mujer

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El 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, fecha que se conmemora alrededor del mundo desde principios del siglo XX. En ella se recuerda la valentía de innumerables mujeres por quienes se han alcanzado logros en la equidad de género, pero también se reflexiona sobre si estos avances son suficientes. Cabe preguntarse: ¿qué se ha ganado en El Salvador con la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres? En los últimos años ha habido esfuerzos para la promoción y protección de los derechos humanos de las mujeres, producto de sus luchas, principalmente, y de hombres conscientes de la necesidad de fortalecer estos derechos fundamentales. En ese sentido, la creación de normativas como la Ley de Igualdad, Equidad y Erradicación de la Discriminación contra las Mujeres y la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres facilitan —aunque no aseguran— que se alcance la igualdad entre mujeres y hombres. También se ha creado una Comisión Técnica Especializada, encargada de verificar que se apliquen las leyes y políticas públicas a favor de los derechos de las mujeres. Y en la Ley de Partidos Políticos se ha establecido una cuota de participación mínima del 30% de mujeres en cargos de elección, lo que de alguna manera puede permitir una mayor intervención en la toma de decisiones.

¿Qué falta por hacer? En la actualidad, se observan inequidades. En ciertas áreas, las mujeres están en una situación peor que los hombres. Al ser el 52.3% de la población (según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2011), puede afirmarse que la mayoría de habitantes está en desventaja respecto a la otra parte. Hay una baja participación femenina en las dirigencias de organizaciones. Por ejemplo, en la legislatura 2012-2015 (a pesar de que ha habido una mejora respecto a las anteriores), según datos de las Naciones Unidas, solo el 27% de los escaños parlamentarios son ocupados por mujeres, lo que equivale a 23 diputadas propietarias de un total de 84. En la administración de ministerios, en el actual Gobierno, las mujeres representan el 7.7%; en otras palabras, una ministra entre trece cargos ministeriales. De la misma manera, muy pocas mujeres han sido elegidas como candidatas para vicepresidenta y ninguna para presidenta. Aunque estos indicadores en sí mismos reflejan una reducción de la desigualdad en el ámbito político, esto solo no llevará necesariamente a la toma de decisiones favorables a la equidad de género en el país.

En la misma línea, hay también inequidades en el mercado de trabajo, lo que se traduce en peores condiciones de vida para las mujeres. Uno de los indicadores es la tasa de participación, presentada por la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2011, que para los hombres fue de 81.2% y para las mujeres de 47%. De la misma manera, en el mismo año, en promedio, los hombres ganaron mensualmente 47 más que las mujeres en concepto de salarios y obtuvieron 31 más en su ingreso. Se pueden mencionar también otros problemas que hay que solucionar, como la subordinación de la mujer al hombre en el ámbito doméstico, los feminicidios (según ciertas fuentes, con el porcentaje más alto del mundo), la escasa propiedad de medios de producción, la violencia sexual, el estereotipo de la mujer como objeto sexual, la falta de efectividad de la justicia, entre otros.

Se puede seguir creando leyes y comisiones que velen por los derechos de las mujeres, así como seguir impartiendo capacitaciones sobre enfoque de género, pero si no se toma en cuenta la crítica a la razón patriarcal (sistema de relaciones que ubica a la mujer en un espacio de la sociedad presa de la función reproductora), no se harán cambios profundos. Todavía persisten los estereotipos de siglos atrás acerca de las mujeres. Por ejemplo, los que consideran que una mujer "buena" tiene que ser paciente, madre abnegada, sumisa y bella; y los hombres, racionales, poco emocionales, "cabezas del hogar" y proveedores. Estereotipos que provienen de un sistema patriarcal en el que se desarrollan relaciones de poder, que no permiten el pleno desarrollo de quienes representan la mayoría de la población. Mientras no se desarmen las bases culturales, económicas y sociales que sostienen al sistema patriarcal, no habrá cambios sustanciales.

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Anónimo
03/04/2013
12:36 pm
yo se que existe descriminacion de la mujer pero quieroque me saquen de una duda ,desaria saber los nombres de empresas que le pagan menos a la mujer solo por el hecho de serlo, ya que esto lo escucho muy a menudo sobre todo de las feministas . pero no dicen que empresa cometen esa descriminacion
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Anónimo
22/03/2013
13:02 pm
Muy buena reflexión acerca de la posición de la mujer en aspectos económicos y políticos. Estoy de acuerdo en que lo primordial para desbaratar un sistema fundamentalmente patriarcal como el nuestro, es cambiar el paradigma cultural que pone a la mujer en una posición inferior a la del hombre.
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