35 años después de ser asesinado, monseñor Romero será elevado a los altares tras la beatificación aprobada por la Iglesia, liderada por el papa Francisco. Sus amigos, compañeros y fieles cristianos acogen la noticia con alegría. Con ello se reconoce su martirio y se dignifica a los más de 70 mil muertos y desaparecidos durante la guerra civil salvadoreña.