El grado de polarización ideológica (PI) debería ser una preocupación fundamental en el país, dado que puede obstaculizar la gobernabilidad democrática. Según el informe de Latinobarómetro de 2006, El Salvador estaba entre los países de Latinoamérica con alto grado de polarización ideológica, con un valor promedio de 2.99 para el período de 1996-2004 y de 3.26 durante la campaña de la elección presidencial de 2004. Usualmente, se asume que la polarización beneficia por igual a los partidos que se ubican en los extremos del espectro ideológico. Sin embargo, en nuestro caso, los datos históricos indican que es Arena quien obtiene los mejores réditos cuando la polarización ideológica del país aumenta.
El esquema izquierda-derecha es ampliamente utilizado en todo el mundo para medir la polarización y sirve a los ciudadanos para situar —en un marco de referencia simplificado— a los actores políticos de su entorno (grupos de interés, movimientos de masas, entre otros), y también para autoubicarse ideológicamente. Pero este esquema presenta al menos dos dificultades. La primera tiene que ver con que si los ciudadanos realmente entienden y manejan conceptos abstractos como los de izquierda y derecha; y la segunda se refiere al hecho de si los puntos de vista políticos de los ciudadanos forman efectivamente un sistema de creencias consistente, es decir, si la posición política que adopta un ciudadano sobre un tema está relacionada con la que adopta en otros temas. Los estudios empíricos sobre los cuestionamientos al esquema ideológico izquierda-derecha son enfáticos en señalar que es la "lealtad al partido" el factor que más influye en la autoubicación ideológica de los ciudadanos.
Harrop y Miller (1987) afirman que "la influencia relativa del partido y los temas también dependen de la educación y el interés en la política [...] Para los altamente involucrados y educados, la autoubicación izquierda-derecha refleja las actitudes hacia los temas, mientras que no sucede así para los menos involucrados y educados. Sin embargo, el partidismo influye en la autoubicación izquierda-derecha de todos los grupos". Otros autores, como Anduiza y Bosch (2004), consideran que la ideología izquierda-derecha es el valor político que ejerce un mayor impacto sobre el voto. Con esta discusión, lo que se quiere resaltar es que la preferencia partidaria o simpatía por un partido tiene una influencia importante en la autoubicación ideológica y que es razonable utilizar el promedio de la autoubicación ideológica de los simpatizantes de un partido como un estimado de la ubicación ideológica de ese partido.
Los valores de polarización ideológica se obtienen a través de encuestas en las que se pide a los ciudadanos que se ubiquen a sí mismos en una escala de 1 a 10 (donde 1 es extrema izquierda y 10, extrema derecha), de acuerdo a su punto de vista político. Una vez que se obtienen los resultados agregados, se calcula la media y la desviación estándar de las respuestas de los ciudadanos. La media nos indica el valor promedio de autoubicación ideológica (MI) y la desviación estándar se emplea como un estimado de la polarización ideológica (PI). Por ejemplo, en la última encuesta del Iudop (informe 132), se obtuvo un valor medio de autoubicación ideológica de 5.33 y un grado de polarización ideológica de 2.56. A partir de estos datos, y si se asume una distribución normal, se calcula que el 68% de los ciudadanos se autoubican ideológicamente en el rango de 2.77 a 7.89. Además, si la autoubicación ideológica de los encuestados se cruza con el partido político de su preferencia, la ubicación ideológica del FMLN y de Arena resulta ser de 3.63 y 7.25, respectivamente.
Al analizar la información y los datos de la polarización ideológica del país (ver Gráficos 1), se identifican dos tendencias. Por un lado, la polarización en El Salvador aumenta en la vecindad de los eventos electorales y se acentúa en las elecciones presidenciales. En la cercanía de los eventos electorales se obtienen los grados de polarización ideológica siguientes: 3.18 (2004, presidencial), 3.1 (2009, presidencial) y 2.67 (2012, legislativa). Por otro lado, la polarización ideológica del país ha bajado en los últimos años a niveles moderados. Entre noviembre de 2011 y mayo de 2013 (con base en los informes del Iudop 128-132), la polarización promedio fue de 2.57; el máximo valor para ese período se alcanzó en abril-mayo de 2012, en la vecindad de la elección parlamentaria, llegando a 2.67. En los Gráficos 1 se evidencia una disminución de la polarización ideológica en el período 2004-2013, así como un desplazamiento de la autoubicación ideológica de los ciudadanos de derecha al centro (de 6.61 en 2004 a 5.33 en mayo de 2013).
Gráficos 1
Para mostrar a quién beneficia la polarización ideológica del país, son útiles los Gráficos 2, en los que se muestra la autoubicación ideológica de los ciudadanos medida por el Iudop en abril-mayo de 2012 (PI = 2.67, MI = 5.61) y mayo de 2013 (PI = 2.56, MI = 5.33).
Gráficos 2
De estos gráficos se concluye que la disminución del grado de polarización entre abril-mayo de 2012 y mayo de 2013 (de 2.67 a 2.56) se debe al desplazamiento de los ciudadanos identificados con la derecha hacia posiciones ideológicas más de centro (de 5.61 a 5.33). Los ciudadanos con ideología de izquierda permanecen anclados en su autoubicación ideológica durante este período de observación. Ahora, ante la ausencia de un partido político de centro y dado que el FMLN sigue anclado y la autoubicación ideológica se mueve de derecha al centro, quien se beneficia es el Frente. En otras palabras, puesto que la volatilidad de la ideología de izquierda es baja frente a la de derecha (al menos en lo observado de abril-mayo de 2012 a mayo de 2013), el aumento o disminución de la polarización depende esencialmente del desplazamiento de los simpatizantes de derecha. Así, si la polarización aumenta, se favorecen mayoritariamente las preferencias por Arena; y si disminuye, se favorecen las del FMLN.
En conclusión, lo que indican los tres últimos informes del Iudop es que la polarización va en descenso, lo que perjudica obviamente a Arena: 2.67 (abril-mayo de 2012), 2.61 (noviembre de 2012) y 2.56 (mayo de 2013). Por otra parte, de abril-mayo de 2012 a mayo de 2013, no se observan cambios sustantivos en la autoubicación ideológica de los simpatizantes del FMLN, sino más bien una consolidación del ciudadano identificado ideológicamente con la izquierda dura, con autoubicaciones de 2, 3 y 4. Y existe una mayor migración o transformación ideológica en los simpatizantes de Arena; se observa que disminuye la cantidad de ciudadanos que se autoubican ideológicamente en posiciones de derecha dura (8, 9 y 10). Además, en la actual situación política, la polarización está disminuyendo y es posible que para febrero de 2014 no se alcancen niveles altos de polarización como los de la elección presidencial anterior. Si a este entorno se agrega el hecho de que en el proceso de despolarización Arena está perdiendo a sus simpatizantes más duros (con ideologías de 8, 9 y 10), es razonable concluir que este partido tendrá dificultades para ganar los próximos comicios.