Ejecutados

8
Rodolfo Cardenal
11/05/2016

El Gobierno al fin reaccionó a los señalamientos sobre el retorno de la ejecución sumaria para eliminar a los enemigos del orden social. En realidad, esos señalamientos, con alguna excepción, han sido más bien tímidos. Ante estas realidades, las empresas mediáticas tradicionales suelen vacilar y siempre acaban por inclinarse ante el discurso oficial. En cambio, la prensa digital, más libre, presionó al proporcionar datos incuestionables. La evidencia era tan abrumadora que la gran prensa, muy a su pesar, no pudo obviar la cuestión.

Pero no ha sido los periodistas los que han hecho reaccionar al Gobierno, sino el Procurador de los Derechos Humanos. Ante sus declaraciones y cuestionamientos, la administración de Sánchez Cerén no solo ha reconocido ejecuciones extrajudiciales, sino que ha capturado a varios sospechosos, incluidos algunos policías. Además, ha conformado una comisión para vigilar que las fuerzas dedicadas a aplicar las medidas extraordinarias respeten los derechos humanos.

El Procurador ha sido el primer funcionario gubernamental en atreverse a confirmar la existencia de las ejecuciones; la Policía y el Ejército han pretendido justificar las muertes como resultado fatal de enfrentamientos armados. Según sus voceros, esos enfrentamientos son constantes, dos o tres diarios. Pero sorprendentemente, a pesar de que siempre se habla de intenso intercambio de fuego, no hay bajas de policías ni de soldados, solo de pandilleros.

Las autopsias, los testimonios de los sobrevivientes y las inspecciones de sitio han llevado al Procurador a confirmar que los muertos en San Blas y Pajales no cayeron en combate, sino que fueron ejecutados. Pero eso no es todo. La Procuraduría también ha denunciado la contaminación deliberada de cuatro cuerpos, los cuales fueron movidos de su posición original, lo cual constituye delito. Más elocuente todavía es que algunos de los sobrevivientes han recibido amenazas anónimas que les exigen guardar silencio.

Los datos en los cuales la Procuraduría fundamenta sus señalamientos dejan poco lugar a dudas. El examen serológico no indica presencia de sangre en las armas de los fallecidos y los cargadores de estas estaban llenos, algo muy extraño dado que, según la Policía, el enfrentamiento habría durado tres cuartos de hora. Los cuerpos se encontraron expuestos, como si no hubieran buscado protección durante la balacera. Además, la evidencia forense indica que a uno de los caídos le dispararon cuando ya estaba herido.

La responsabilidad de estos asesinatos no recae solo en los autores materiales, sino también en las instituciones gubernamentales que los han encubierto. La Fiscalía, la Policía y el Ejército han dificultado la investigación de la Procuraduría, una práctica inveterada de la impunidad. El Ejército no entregó la documentación solicitada y la Fiscalía y la Policía colaboraron lo menos posible. El Ministro de Defensa intenta justificar las muertes afirmando que los soldados, ante un ataque, no sopesan la diferencia de poder de fuego. Una excusa absurda porque el Gobierno sabe bien que los militares no están entrenados para operaciones de seguridad ciudadana. Por su lado, el director de la Policía se escuda en que la investigación criminal corresponde a la Fiscalía y al organismo policial de control interno. Pero aquella no tiene capacidad y este nunca, al menos que se sepa, ha encontrado irregularidades en los procedimientos de los agentes.

Los diputados tampoco se quedan atrás en el encubrimiento del crimen y en justificarlo. Algunos, entre ellos los de la Comisión de Seguridad, se esfuerzan por convencerse a sí mismos de que la ejecución sumaria es imposible, dada la corrección de la acción policial y militar, y los mecanismos de control interno. Otros no tienen reparo en aprobar implícitamente la ejecución extrajudicial al disfrazarla de legítima defensa. Hay quien recomienda denunciar en la Fiscalía, desconociendo que esta no se caracteriza por la eficiencia y que los testigos no gozan de libertad para declarar.

Arduo trabajo tiene la Procuraduría para dar continuidad a la tarea emprendida, pues los casos denunciados no son los únicos. De momento, hay otros treinta expedientes abiertos, que implican un centenar de muertos. Más difícil lo tiene la nueva comisión, porque tiene que luchar contra una institucionalidad acostumbrada a la impunidad. No obstante las dificultades, es necesario detener la violación de los derechos humanos y romper la cultura de la impunidad. La injusticia no se enmienda con nuevas injusticias.

Lo más visitado
5
Anónimo
24/05/2016
15:58 pm
Creo que el mostrar satisfacción en ejecuciones sumarias o extrajudiciales es sólo signo de nuestra falta no sólo de moralidad que ya es grave sino también de capacidad de análisis o simple sentido común que alimentado por nuestra desesperanza no nos permite ver más allá de nuestras narices olvidando que estos que ahora animamos a asesinar son personas con las que luego tendremos que lidiar, seguro no solucionaremos el problema de la delincuencia pero también seguro estamos creando o agravando el problema de nuestra ineficaz justicia.
0 0 0
Anónimo
13/05/2016
09:35 am
bueno,era de esperar,primero catalogarlos como terroristas,asi como fueron llamados a los guerrilleros durante la guerra civil.esto para justificar el asesinato y el exterminio de personas.la poblacion cansada de este flagelo que no deja de \"joder\" a la poblacion que lo unico que quiere es ganarse el pan de cada dia,pidiendo que vuelvan los dias del general martinez ( que estupidez)no aprendemos de la historia.solo espero que esto no se vuelva una caseria(porque en este pais ser un joven es un delito) y que la procuraduria vele por los derechos humanos de todos nosotros y no volvamos al pasado;eliminando a los opositores calificandolos como mareros.por que de la tumba se levantara monseñor romero denunciando estas atrocidades.que dios nos proteja
0 1 0
Anónimo
13/05/2016
07:59 am
Futuro triste el que le espera a nuestro pulgarcito y que se dibuja en las opiniones de quienes se lamentan por la \'poquitez\' de exterminados. ¿Por qué debemos lamentar los exterminios sumarios? Porque son signo de que mañana no serán pandilleros, sino inocentes honestos los ejecutados por la mano vil de quienes actúan hoy impunemente. Porque son signo de la soberbia e impunidad de los políticos, policías y militares, quienes perpetúan estructuras de muerte y destrucción. Porque estamos presenciando el nacimiento de grupos nefastos y poderosos, tipo \'los zetas\' quienes surgieron de grupos élite militares. Lamentamos el exterminio porque los hijos de los mareros exterminados se vengarán eventualmente de la sociedad que ejecutó a sus progenitores. De nuevo se unirán vengativamente (como lo hicieron sus padres) contra la sociedad inhumana y tonta que los está comenzando a formar, precisamente al avalar neciamente (con muy corta inteligencia y visión) los exterminios.
0 1 0
Anónimo
12/05/2016
15:42 pm
Cuanta razon hay, en todo, culpa del gobierno,culpa de la sociedad, culpa de la iglesia quien no evangelizo bien a sus fieles y se descarrilaron. Claro que me alegro al ver que una persona que no tiene higados para matar otro humano, sin motivo alguno-solo por vivir donde la pantilla contraria-es ajusticiada y muchos y la mayor parte de la poblacion ya esta cansada.No deberia ser asi, puesi, pero a eso nos llevaron , ya con solo saber que un tipo de esos no le hara daño a no sabemos cuantas personas inocentes mas, es ganancia en este momento. Asì, facil,es escribir desde un escritorio donde, sabes que no te haran nada o te estaran tratando de extorsionar o tener seguridad como los politicos, pero vivir en una zona en que solo vas a dormir, y no podes a salir a la tienda a cada rato. no podes hablar o tambien organizarte con la calle para mejorarla porque te miran mal los cipotes,los bichos, ahi te controlan todo. Hay que hacer algo...tenemos miedo, y en situacion de miedo toca...
0 1 2
Anónimo
11/05/2016
19:52 pm
Si el cometimiento de asesinatos o ejecuciones sumarias hacia los capturados es deleznable, igual es la actitud de la población irreflexiva que se alegra porque los pandilleros son asesinados en lugar de ser llevados a la justicia. Dentro de la asamblea legislativa hay un diputado que, en lugar de enviar mensajes de paz a la población exige cada vez más el exterminio hacia los grupos pandilleriles. Esta población que se alegra cuando se sabe de horribles ejecuciones sumarias al nivel de masacres, la ha tomado contra el Procurador amenazándolo públicamente y acusándolo de defensor de las pandillas. Pude comprobar que de cien comentarios sobre una nota periodística sobre el llamado del Procurador al respeto de la vida de los capturados, por lo menos 98 comentarios despotricaban contra el Procurador por su posición ante la actitud de la policía y el ejército. También están los que callan esas atrocidades y se alían con quienes quieren que el baño de sangre sea la...
0 4 0