Pobre debate electoral

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Esta campaña ha sido más electorera que electoral. Pobre en conceptos, pobre en análisis de la situación salvadoreña, pobre en aportes para el futuro. Un debate electoral en El Salvador en el que se no se mencione para nada la desigualdad aporta muy poco al futuro. El viernes pasado se celebró el Día Mundial de la Justicia Social, y el realce y la reflexión sobre el tema fueron mínimos. Para la derecha no existen las injusticias, salvo las que padecen los ricos. Y la izquierda no se anima tanto a hablar del tema, porque no tiene soluciones muy firmes o para que la derecha no le diga que anda con los conceptos de los ochenta. Sin embargo, aunque no se hable al respecto, la injusticia social sigue siendo un grave problema en El Salvador. Y el mundo sigue considerando actual el tema de la justicia social, mientras los ignorantes o los interesados lo silencian en nuestras tierras. Para convencerse de la actualidad del tema, basta con mirar la ley del salario mínimo, lo mínimo del salario, y la afrentosa desigualdad en la remuneración mínima salarial según se trabaje en un sector laboral o en otro.

En lugar de tocar estos temas, se han preferido los insultos, los análisis sicológicos de nula calidad que catalogan a unos de sensatos y a otros de ególatras, las grandes promesas vacías o las simples frases pretendidamente ingeniosas puestas al lado de una gran fotografía del candidato. La valentía confundida con el apellido, las rimas de los apodos con el bolsillo y otras hierbas fantasiosas, junto con la seguridad de que los diputados trabajan para nosotros. Si realmente trabajaran para nosotros, el pueblo salvadoreño, sería bueno que les pagáramos el salario mínimo. Porque con esa medida seguramente empezarían al menos a trabajar en favor de los pobres con más radicalidad y, además, unidos izquierda, centro y derecha.

Una de las muestras más patentes de la estupidez imperante ha sido la tendencia a llamar “hijo de papá rico” a uno de los candidatos. Para empezar, en esa frase suele haber una especie de resentimiento latente. Da la impresión de que quien la dice, en el fondo, siente una especie de envidia oculta. Una especie de deseo subconsciente de una figura paterna algo más alcahueta y regalona. Meterse con la familia de los candidatos nunca es prudente, porque en general todos podemos tener un pariente con problemas en su moralidad o en sus costumbres, y eso no incide en la política. Pero es que, además, lanzarse con el tema de hijo-de-papá-rico contra un candidato de izquierda debería ser suicida en un partido de derecha. Porque los hijos-de-papá abundan mucho más en la derecha que en la izquierda. Aunque tampoco vamos a decir que algunos diputados de izquierda no tengan la ilusión de convertirse en papás con hijos-de-papá. Sea como sea, nuestra derecha está bastante llena de esos ejemplares. Basta con ver los apellidos, ver en qué colegios estudiaron o qué estudios y viajes al exterior hicieron algunos de lo que son llamados “caras nuevas” en la política. Qué le vamos a hacer, pero es difícil estudiar en Estados Unidos sin ser hijo-de-papá.

Este debate de los hijos-de-papá, además, si quisiera ser honesto y democrático, debería incluir el tema de la herencia. ¿No nos gustan los hijos-de-papá? Hagamos primero un censo de ellos, con sinceridad y claridad. Y después pongamos un buen impuesto a la herencia. Un impuesto suficientemente alto como para que tengan que trabajar duro y no deban su éxito a la riqueza heredada. Eso sería lo lógico que debería pedir una persona a la que le cause tanto escozor la existencia de los hijos-de-papá. Pero todos sabemos que, aunque haya que gravarla adecuadamente, impedir que una herencia siga produciendo riqueza es una locura. Incluso las herencias mal habidas —como son algunas de los hijos de expresidentes que acapararon dineros corruptos, tierras ajenas o bancos desnacionalizados— tienen hoy derecho a existir. Eso sí, como toda herencia, debería tener un impuesto adecuado, pues no hay una sola que no haya engordado, de alguna manera, con el trabajo colectivo de los salvadoreños. Lamentablemente, hasta este punto no llega el debate sobre los hijos-de-papá. Y no llega porque, por lo visto, lo prioritario es insultar y no ir a la médula de las cosas.

La pasión política siempre es mala consejera. Aunque los políticos dicen comprometerse a hacer campañas políticas de altura (al menos, eso dicen), casi siempre se refugian en una verborrea general y poco concreta, o caen en el insulto agresivo. La campaña actual, más allá de los éxitos o fracasos que tengan los partidos políticos, ya está perdida como momento oportuno para el debate serio sobre nuestros problemas. Ha sido una campaña enana, no de altura. Lo que queda ahora es exigirles a quienes lleguen a la Asamble y a las alcaldías que trabajen a fondo por este pueblo que necesita más justicia social, más desarrollo incluyente, menos violencia y mejores instituciones. Si los hijos-de-papá, de derecha o de izquierda, se comprometen a trabajar en eso, junto con los no hijos-de-papá, que son la mayoría, puede ser que el futuro mejore más pronto de lo que esperamos.

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Anónimo
27/02/2015
02:52 am
Excelentes comentarios. Es una pena que el debate no haya sido de altura y se tengan que atrincherar en los insultos o en negar lo hecho por cada quien. Un buen balance de resultados del trabajo hecho por el o los políticos, muy concretito, así como de desafíos locales, nacionales y regionales a enfrentar puede ayudar a que en el futuro el voto sea un instrumento que consolide una democracia participativa y no la escalera al \"hueso\". Control, transparencia y rendición de cuentas pueden ser ya reflejos que nuestra gente debe tener sobre los politicos que elegimos
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Anónimo
26/02/2015
19:52 pm
He llegado a la triste conclusión que siempre me ha repugnado, pero que en realidad es cierta \" Este es el gobierno que se merece este país. Fundamentalmente estamos ante algo que no queremos abordar por temor a parecer mojigatos. Pero estamos ante una sociedad carente de principios de solidaridad, de realmente sacrificarse así mismo por causas justas, una juventud que no quiere salir de su estado de confort y referentes adultos que ni en la familia , ni en la escuelas son buenos referentes.
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Anónimo
26/02/2015
19:52 pm
Y que podemos esperar de los politicos corruptos que tenemos, si son ladrones con corbata. Claro cada partido tiene su grupo de tontos que con la promesa de un \"hueso\" ahi los tiene fieles a ellos, menos mal que muchos no nos prestamos al juego nunca mas. Por lo menos yo una vez he votado y quede \"curado\" pues me convenci que lo que tenemos son ladrones que no conocen la honestidad, la etica etc etc
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Anónimo
26/02/2015
18:52 pm
Como siempre Padre, grandioso en sus senalamientos y comentarios. Estos si son elementos \"de altura\' los que Ud. sabiamente les dirije a estos politicos. Estos Sres, \"de altura\" solo tienen cuando se les sube el alcohol o algun stupidofaciente cuando lo consumen. Si tan solo tuvieran un 2% de capacidad mental y plantearan soluciones drasticas y objetivas en estas elecciones, otra historia estaria desarrollandose en nuestro pais. minimos salarios para la mayoria, pero tolerancia judicial para la violencia, anarquia, corrupcion en funcionarios y expresidentes, Fuerza Armada y PNC simples espectadores del flagelos de las maras, etc. etc.Padre Tojeira, puede ud. incrementarles el coeficiente intelectual a estos politicos de altura ? Sugiero crear un aula en la UCA exclusiva para funcionarios y politicos en contiendas electorales para que desarrollen ideas de altura y objetivas para el pais. Gracias Padre por orientarnos y que Dios lo bendiga.
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Anónimo
26/02/2015
14:27 pm
Excelente, como siempre muy atinado en sus comentarios. Dios quiera que con esta mínima reforma se comience el cambio en la clase política. Dios quiera, Dios quiera y se apiade de nosotros.
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Anónimo
26/02/2015
13:50 pm
Excelente! ¡Felicitaciones Padre Tojeira! Espero que \"los burros de nuestros políticos hayan entendido su mensaje\" y que capten la ironía implícita en la ambigüedad funcional del sintagma que acabo de poner entre comillas...Aunque lo dudo mucho: primero porque han de decir \"Ujule! No entendí nada del artículo de Tojeira\". \"Además, aparte de nuestros hijos, no tenemos otros burros en nuestras fincas o en nuestras casas!\". Y no sería raro que dijesen \"¿Qué es un sintagma? ¿Qué es una ambigüedad funcional? ¿Hey, qué son esos dos puntitos encima de la letra u? Son tan incompetentes... Eso sí! muy machistas, muy señores de casa, de finca, pero de poco caletre! Vivianes, aprovechados y bribones de seguro. Enemigos del análisis a profundidad, perezosos para estudiar y mejorar nuestra triste realidad salvadoreña. Pero no me puedo quejar...porque yo pertenezco a una clase sumisa y consumista, alienada y gorda de pan y circo televisivo y virtual...Pobrec
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