Teología neoliberal

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Moisés Gómez
17/10/2012

"Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males"
(1 Tim 6, 10)

Legitimar el statu quo que beneficia a unos pocos en detrimento de las grandes mayorías es tarea siempre importante y urgente del pensamiento conservador. Legitimar las desigualdades económicas que provoca la economía neoliberal y, por otra parte, fortalecer la cultura conservadora que defiende supuestos valores "tradicionales" de la sociedad capitalista son las dos caras de una misma moneda: la sacralización de las relaciones socioeconómicas instauradas por el paradigma neoliberal.

La legitimación de la injusticia económica tiene una de sus bases en una equivocada fe y en una interpretación de Dios como ídolo. América Latina y El Salvador sufren el mal de la idolatría. A esa conclusión llegamos después de un análisis de las divinizaciones en la vida real: se divinizan la propiedad privada, la riqueza, la clase social, el libre mercado, etc. Para el pensador Franz Hinkelammert, la realidad social latinoamericana necesita una teología que desenmascare la idolatría y la espiritualidad de aquellos que se dicen "cristianos".

En nuestro medio, las posturas no solo anticristianas, sino antihumanas que defiende la teología neoliberal encuentran voceros, que ponen todos sus recursos para difundirlas. Uno de ellos es el editorialista de El Diario de Hoy, que, por ejemplo, en su columna del 8 de octubre argumentaba que "fue Dios quien dispuso que existiera la desigualdad". Al decir de Hinkelammert, se hace necesaria una crítica del cielo (es decir, una crítica de la mentalidad del sujeto) cuando se analiza la espiritualidad presente en determinada situación humana. Se requiere un discernimiento profundo que nos lleve al entendimiento, la crítica y su respectiva evaluación. En la realidad latinoamericana, podemos constatar que el discernimiento de los dioses está en los orígenes de la teología de la liberación, "una teología que nunca discutió la alternativa ateísmo/teísmo como un problema, sino siempre el problema de la idolatría/fe".

Es allá por 1980 que el pensamiento conservador crea la teología neoliberal para combatir la teología de la liberación. La teología neoliberal pretende hacer suya la lucha de los pobres y su emancipación, pero no reconociéndolos como sujetos corporales y necesitados, sino a partir de un enfoque individualista y dualista enmarcado en el spencerismo social (mal llamado darwinismo social). Como señala Hinkelammert, "la teología del imperio neoliberal (...) no puede enfocar al pobre sino como un objeto de los otros, quienes no son pobres", y por ello se la puede tildar de teología antiliberadora. Esta teología neoliberal pregona la caridad, pero jamás aceptará transformar la sociedad desigual, porque la considera obra divina; la posición social de los más afortunados es una cuestión natural.

La teología neoliberal se presenta como apolítica frente a la teología de la liberación, a la que acusó de ser una expresión marxista. Y no solo eso: extendió este juicio hacia todo aquel cristiano que creyera en la liberación de la opresión humana. ¿Cómo puede avanzar una sociedad como la nuestra si el progreso y la humanización de unos pocos se da a costa del sacrificio de muchos que nacieron para ser borregos del matadero de la historia neoliberal?

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Anónimo
16/08/2017
04:37 am
Excelente nota!!....hay quienes se dejan utillizar por ese evangelio mentiroso y anticristiano de la prosperidad, del seguimiento ciego a la autoridad, de un dios de rogativas que en sus caprichos solo bendice a pocos y margina a muchos. A lo largo de la historia la iglesia de Jesús muchas veces no ha sabido o No ha querido ser la diakonía que Jesús soñaba: ser proximidad, hacerse prójimo de los caídos a la orilla del camino de la sociedad; anunciar la buena noticia a los pobres y liberar a los cautivos; dar de comer, vestir, humanizar...Y que el Reino de Dios y su Justicia (equidad social) se deben realizar en esta Tierra y no en el más allá....el Reino se comienza a prefigurar en este mundo y esta sociedad, sin desigualdades sociales, sin guerras, sin hambre, sin explotados ni eliminados del sistema...Eso es lo que Jesús predicó y nosotros los cristianos NO DESEAMOS CONCRETAR....solo nos quedamos en ritualismos sin sentido y falsa moral....\"Buscad el Reino de Dios y su...
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Anónimo
18/10/2012
12:05 pm
Muchas felicidades Moises; interesante reflexión
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Anónimo
18/10/2012
07:35 am
Que buen comentario. Ese "editorialista" del EDH es una bestia. Debemos cuidarnos de los anti-cristos que pervierten el mensaje de Jesucristo según su conveniencia y la de sus "benefactores". No se puede adorar a Dios y al dinero (Mt 6,24). Además el verdadero culto a Dios es la justicia y la misericordia(Miq 6,8; Mt 25,31-46). Y esto implica dejarlo todo y vivir compartiéndolo todo (Lc 19,1-10; Hch 2,42-47), porque amar a Dios es igual a amar al prójimo (Rm 13,8-10; Jn 15,12-17; 1Jn 4,12-20).
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