Una triste ironía

34
Rodolfo Cardenal
28/07/2016

La crisis de los diputados suplentes tiene su origen en una torpeza del FMLN y de su socio. Si no hubieran reemplazado a una diputada de este último por su suplente para conseguir el voto que les faltaba para la aprobación el préstamo que el Gobierno necesita desesperadamente, el hecho no habría figurado como un argumento en la demanda de inconstitucionalidad. No deben, pues emprenderla contra la Sala de lo Constitucional, sino que deben reflexionar sobre sus desaciertos políticos. Se quisieron pasar de vivos, pero la viveza les ha salido muy cara. No solo no consiguieron el dinero, sino que además perdieron a los suplentes.

La polémica ha sacado a la luz otra vergonzante realidad de la Asamblea Legislativa. El suplente posibilita repetidas y prolongadas ausencias del propietario, que así se puede dedicar a otras actividades ajenas a la labor legislativa. La suplencia es un apreciado mecanismo para recompensar lealtades políticas partidarias y para liberar al propietario de sus obligaciones, todo ello con fondos públicos. De esa manera, el contribuyente financia las actividades particulares del propietario.

En realidad, el suplente es innecesario, excepto para hacer número, porque todos los partidos votan en bloque, pues no toleran la disidencia legislativa. Desde esta perspectiva, da lo mismo que haya cinco que diez diputados. El voto es el mismo. La crisis ha abierto una oportunidad para revisar la necesidad del suplente y para poner fin a la vagancia y al turismo legislativo. En la mayoría de estados democráticos, no existe ese personaje. El diputado o el senador que no puede ocupar su escaño regularmente es reemplazado. El sustituto es elegido en una elección convocada expresamente.

La desesperación para agenciarse fondos llevó al Gobierno a cometer el desacierto que ahora lamenta. Hasta entonces, exploró todas las alternativas disponibles para conseguir financiamiento sin necesidad de acercarse a la oposición. Los dos partidos grandes evitan negociar y dialogar a toda costa, porque en su estrecho horizonte político solo cabe el ejercicio del poder total. Sin embargo, las realidades políticas los empujan a la mesa de negociación.

Los políticos son reacios al compromiso. No están dispuestos a ceder por un bien mayor como el nacional. En este sentido, la democracia salvadoreña es inmadura. Así, pues, después de varios intentos fallidos y ante el apremio del desfinanciamiento, el Gobierno ha sido forzado a sentarse en la mesa de negociación para encontrar dinero, al menos para los próximos meses. Pero los partidos debieran ir más allá para consolidar la estructura financiera del país a mediano plazo.

Irónicamente, la presión fiscal ha conducido a un Gobierno que se proclama revolucionario y socialista al umbral del Fondo Monetario Internacional, para contentura de Arena y de la ANEP, que, al parecer, se sienten más seguros a su sombra. Quizás porque los programas del FMI por lo general aumentan sus ya abultadas ganancias. Si el Gobierno traspasa el umbral del Fondo y pide dinero, el costo —muy alto, por cierto— lo pagará el pueblo salvadoreño. La irresponsabilidad en el gasto, la desidia en la recaudación fiscal y la incapacidad para negociar una salida viable para las maltrechas finanzas públicas, en gran medida obra de la mala administración de los Gobiernos de Arena, han conducido a la administración de Sánchez Cerén a las puertas del Fondo.

Así caería otro de los mitos de esta izquierda regional revolucionaria, aquella que se alzó en armas para derrocar al sistema capitalista. Al cabo de no muchos años, ese mismo sistema la somete a sus duras reglas. Pero eso no necesariamente debía ser así. Los dos Gobiernos del FMLN, más el primero que el segundo, tuvieron la oportunidad de consolidar las finanzas y la institucionalidad. Muy probablemente el Fondo dará dinero a cambio de reducir el alcance de las pensiones, recortar los subsidios y el gasto social, congelar el salario mínimo y aumentar los impuestos regresivos, una pesada carga que recaerá directamente sobre la población de menores ingresos, con la peores condiciones laborales y con oportunidades casi nulas para superar la línea de la pobreza.

Ante este panorama, los reclamos y las protestas por la suspensión de los diputados suplentes, la mayoría de los cuales cuenta con otros ingresos, es un sinsentido. Triste ironía de un Gobierno de izquierdas que ha tenido en sus manos la oportunidad para fortalecer la hacienda pública y el gasto social.

Lo más visitado
4
Anónimo
02/08/2016
12:06 pm
Cada vez que escucho críticas a un gobierno sin presentar soluciones me lleva a pensar que nngún gobierno del futuro, pero ninguno, sacará al país del hoyo en que se encuentra. Viene este gobierno con millonarios gastos en programas sociales, y no sirve. Viene este gobierno denunciando los actos de corrupción increíbles de los gobiernos areneros y no sirve. Aquí solo son dos partidos. Si en 2019 gana Arena, creemos que hará un mejor gobierno?.Somos un país en el que ni la academia, que en mucho tiempo fue base de inspiración y de formulación de proyectos nuevos, ahora puede guiarnos. La izquierda ha sufrido más ataques en su conjunto que la derecha misma. El partido opositor hace lo imposible para que el gobierno fracase y esto no lo comprende la sociedad, mejor se unen al coro de protestas hacia los últimos dos gobiernos y los anteriores areneros salen en caballito blanco, aun siendo los que depredaron al país y hoy lo sufren estos gobiernos y su población. Cuál...
0 4 3
Anónimo
29/07/2016
19:03 pm
Hemos visto son desesperanza desmoronarse el sueño revolucionario del otrora revolucionario FMLN. A pesar de la autocomplacencia de sus dirigentes, el FMLN no ganó ninguna guerra, no impuso condiciones y en ese sentido su arremetida contra el sistema fracasó. Ahora no le resta sino acomodar sus inalcanzados sueños de revolucionario a simple reformador o en el peor de los casos administrador de una nueva versión de lo que combatía. A ese tenor, ha echado mano de las mismas tretas políticas que suponía combatir y de ese modo -en chanchullos y tranzas- ha mutado en su propio enemigo. Era difícil esperar un estadismo consecuente de un montón de individuos acostumbrados a tirar bala y delirar sobre dialéctica, con poca o nula formación académica como para regentar un gobierno. No extraña entonces que la incompetencia se haya sustituído por la arrogancia del poder y que con ello se pretenda echar adelante con cada iniciativa equivocada y recurriendo a los métodos...
0 13 2
Anónimo
29/07/2016
14:56 pm
Y pensar que hubo cientos de miles de muertos y desaparecidos, engañados por los actuales miembros del gabinete de gobierno, sencillamente para convertirse en los actuales y nuevos multimillonarios. Justicia Sr, Fiscal, Que espera?
0 6 5
Anónimo
28/07/2016
19:00 pm
\"Más claro no canta el Gallo\" Nuestra clase política es una celestina mentirosa y manipuladora que engaña y endeuda a nuestra gente a cambio de monedas de Oro, que deposita en bancos foráneos para satisfacer su avaricia.
0 25 5