Cuestión de capricho

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Editorial UCA
26/03/2014

Somos un país joven y venimos de una institucionalidad pervertida. En la historia nacional, el número de presidentes que se enriquecieron desde el poder es muy superior al de los que dejaron el cargo sin tacha. Desconfiamos por principio de las autoridades porque nos han engañado demasiadas veces. La institucionalidad se ha manejado con frecuencia al capricho de iluminados más invadidos por la soberbia y los afanes individuales que por la racionalidad, la inteligencia o la solidaridad. Las diversas constituciones de El Salvador, incluida la actual, pocas veces han sido más que papel mojado. Sin embargo, en las últimas décadas, hemos ido dando pequeños pasos hacia una mayor y mejor institucionalidad.

Los Acuerdos de Paz influyeron en su mejora. La PNC, una entidad independiente de los militares, o la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, por ejemplo, nacieron de los Acuerdos. El partido Arena contribuyó también al fortalecimiento de la institucionalidad con la creación de la Superintendencia de Competencia y la Defensoría del Consumidor, por mencionar dos instancias. Asimismo, en el último Gobierno de Arena, cuando Antonio Saca estaba en el partido, se le dio un impulso interesante a la institucionalidad del Tribunal Supremo Electoral, que ha seguido mejorando durante la administración Funes. Y del Gobierno actual podemos citar, entre otros, el establecimiento del Instituto de Acceso a la Información Pública y la mejora del Tribunal de Ética Gubernamental. La Sala de lo Constitucional en funciones, fruto de acuerdos entre los partidos dominantes, ha contribuido también a la institucionalidad. Y aunque en algunos momentos hubo intentos de sojuzgar y someter a los magistrados, lo cierto es que la gran mayoría de sus resoluciones —si no todas— se han cumplido.

En este contexto, llama mucho la atención la negativa sistemática de la actual directiva de Arena a reconocer la institucionalidad. Decir que no van a reconocer al Gobierno electo si no se cuentan los votos uno por uno es un capricho pueril que se disolverá en el ridículo. Una disolución que ya ha iniciado, pues una buena parte de la retahíla de quejas presentadas por Arena en el tema electoral se ha ido quedando sin sustancia. Incluso los mismos dirigentes areneros han ido cambiando las acusaciones, según se van desvirtuando las del día anterior. Los supuestos testigos que dicen haber visto salir a los presos no son custodios del sistema penal, como sostenía Arena, sino miembros de su partido.

Un miembro del Coena incluso se atrevió a decir que diez mil presos salieron a votar, como si los reclusos estuvieran alojados en un hotel y pudieran moverse con libertad. Concebir que, en una elección, el sistema penitenciario haya movilizado 200 buses llenos de presos para llevarlos, junto con sus custodios, a votar, no solo es ridículo por lo absurdo, sino una llana estupidez. Es insólito que un operativo de ese calibre pasara desapercibido hasta varios días después. Es disparatado pensar que los presos entraron sin esposas y sin vigilantes armados a los centros de votación, y que ninguno se fugó. Si lo de los buses y la movilización custodiada ya es un absurdo, más aún lo son las alternativas: presos yendo a votar en taxi o en bus, y regresando tranquila y voluntariamente al infierno carcelario.

Hay que decirlo claramente: lo de Arena es un capricho y un ataque a la institucionalidad, la misma que ese partido ha contribuido a crear. Se puede entender la frustración de la derrota y la molestia que pueden causar algunas irregularidades —por cierto, menores que las que se dieron en las elecciones de expresidentes de Arena—. Pero lo que es un signo inequívoco de inmadurez política de la actual dirigencia es su ataque a la institucionalidad, y el predominio del capricho y la mentira para llevar la propia posición adelante, aun a riesgo de debilitar al Estado. La gente sensata y democrática de Arena debería hacer un llamado a la racionalidad y la cordura frente a esta especie de histeria de un sector de su dirigencia, que parece incapaz de aceptar tanto la derrota electoral como el clamor de la ciudadanía, que exige que los políticos no actúen como adolescentes inmaduros y caprichosos, sino como personas adultas que trabajan por el bien común.

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Anónimo
27/03/2014
19:20 pm
La verdad físicamente puede ser muy débil como el pequeño David; pero por más grande, por más armada que se ponga la mentira, no es más que un fantástico Goliat que caerá por tierra bajo la pedrada de la verdad (Homilía Monseñor Romero 2 de marzo de 1980, VIII p. 298).
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Anónimo
27/03/2014
17:20 pm
Tan capricho es, que no se escucha decir \"perdimos la oportunidad de trabajar para el más necesitado, ya no podremos hacerlo\" o algo similar. Han dejado al partido en manos de dos jóvenes monigotes que salen con cada invento, que da grima y pena ajena. Ojalá las autoridades estudien el Comunicado de uno de ellos, peligroso y atentatorio, fué dado a conocer a través de las redes sociales una noche antes que el TSE entregara las credenciales al Presidente y Vice-Presidentes electos. En el gobierno actual hemos visto adelantos significativos. Gracias a la firma de los Acuerdos de Paz nos ha permitido llegar a donde estamos, tener un Presidente del FMLN.
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Anónimo
27/03/2014
11:20 am
ARENA no debe de existir por que fue un partido que nació con precio de sangre. Y los que estuvieron implicado en la construcción de ese partido, son los que realizan maniobras para hacer creer a las mayorías que son victimas.
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Anónimo
27/03/2014
10:20 am
El \"capricho\" de ARENA es una estrategia de sembrar duda y desprestigio hacia el resultado electoral y las autoridades electas, tanto en el sector fanático de sus filas como en el sector mediáticamente influenciable dentro de la población general, que no suelen digerir la información. Así, no importa lo que pase, el estribillo de fraude-presos-ilegítimo seguirá siendo repetido para afianzar la duda y justificar acciones de bloqueo y desestabilización a nivel político y económico.
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Anónimo
27/03/2014
09:20 am
Excelente editorial de hoy. Lo que no termino de entender, el objetivo final de ARENA, ellos tienen suficientes cebreros en sus partidos para saber que todo era una novela llena de mentiras y absourdos, entonces cual es su fin ultimo??? sera que hay mentirosos porque hay gente que siempre les cree?. Necesitamos mas intelectuales en la sociedad que cuestionen y no que crean y repitan todo lo que se les dice..
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Anónimo
27/03/2014
05:20 am
La reticencia de ARENA de aceptar el gane del FMLN en esta ocasión es por saber que ya no habrá gobierno de transición como ocurrió con Funes, donde no hubo reformas sustanciales con el gobierno de Saca y tuvimos más de lo mismo.. Ahora el poder político lo ejercerá la izquierda con un presidente de izquierda.
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Anónimo
27/03/2014
04:20 am
excelente comentario
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Anónimo
26/03/2014
19:20 pm
\"A la gente común le gusta el drama\" A la gente ignorante le gusta lo exagerado. A los poderosos les gusta mantener el poder.
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