Estos días asistimos al debate entre los que quieren que se vote con el DUI vencido y los que se oponen a ello. En ese marco, está en puertas de ser presentado al pleno de la Asamblea Legislativa un decreto transitorio, promovido por Arena y al parecer con el apoyo de GANA, para que se permita el voto de la primera forma. Unos y otros dan razones, pero en este debate no debe prevalecer otra cosa que el cumplimiento de la ley y la garantía de un proceso electoral transparente. Por ello, bajo ningún concepto debe permitirse el voto con un documento de identidad vencido.
El padrón electoral adolece de varios problemas, entre estos la inclusión de personas que tienen más de un DUI, de otras que ya fallecieron e incluso de algunos que no son ciudadanos salvadoreños. Su depuración ha sido una demanda de los grupos que abogan por la mejora de las instituciones, pero hasta la fecha solo se ha atendido de forma parcial. El buen control en la emisión del DUI ha contribuido a que el actual padrón sea mejor que el de los anteriores eventos electorales. También ha contribuido a esta mejora del padrón electoral la implementación del voto residencial. No se puede ahora tirar por la borda todo este trabajo. Permitir el voto con DUI vencido sería destruir los avances alcanzados en la depuración del padrón.
Por otra parte, se ha comprobado que hay quienes tienen más de un DUI, que se han emitido documentos a extranjeros, que hay gente que ha cambiado el domicilio en su DUI con el único fin de favorecer la victoria de un determinado candidato. Por ello es que muchos de los DUI vencidos no serán renovados nunca: fueron obtenidos de modo fraudulento. El Director del Registro Nacional de las Personas Naturales ha señalado que hasta agosto se registraban más de 470 mil DUI vencidos, de los cuales el 73 % expiraron en 2010. Si pasados tres años no han sido renovados es porque sus titulares están fuera del país, han muerto o no tienen sus documentos en regla. Ciertamente, es posible que un pequeño grupo no lo haya renovado por motivos económicos, pero es una minoría.
Es por ese número tan grande de documentos vencidos que algunos partidos políticos y movimientos ciudadanos exigen que se puedan utilizar para votar. Alegan también que votar es un derecho constitucional del cual no se puede privar a nadie, tenga o no el DUI vigente. Esto es un sofisma, pues para poder ejercer ciertos derechos ciudadanos es necesario cumplir con los requisitos correspondientes. Y en este caso, tener el DUI en regla es un requisito que no menoscaba el derecho constitucional, porque a nadie se le ha impedido obtener o renovar su documento. Si la ley del Registro Nacional de las Personas Naturales y el Código Electoral establecen con claridad que solo con un DUI vigente es posible votar, y estas leyes no han sido declaradas inconstitucionales, no tiene sentido que ahora se quiera cambiar el orden establecido.
Es demasiado común y una tentación permanente de los partidos modificar las leyes electorales según la situación y el beneficio que de ello puedan sacar; ajustan la ley a la medida de las circunstancias. Y esto, por supuesto, no ayuda en nada al fortalecimiento del sistema democrático. En todo caso, si lo que se pretende es ayudar a las personas que por dificultades económicas no han renovado el DUI, lo sensato sería facilitar que lo hagan gratuitamente o a bajo costo antes del cierre del padrón electoral. El interés de los candidatos no debería centrarse en captar más votos a como dé lugar. Deberían tener en cuenta siempre el respeto a la legislación vigente y a las buenas prácticas en materia electoral, de forma de que las elecciones sean lo más transparentes posible. El voto con el DUI vencido causaría serios problemas. De aplicarse esta excepción, todos, como ocurría antaño, nos quedaremos con la duda de si la elección presidencial fue realmente limpia.