El Gobierno y el presidente siguen gozando de un mayoritario respaldo social, según la última encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop). En el sondeo, la población califica el desempeño de Bukele con una nota promedio de 8.48, la segunda más alta en lo que va de la presente administración (la más alta fue de 8.51, en mayo de 2021). Casi todo lo que se vincula al mandatario sale bien valorado; por ello, como ha sucedido antes, esta opinión favorable se expande a las carteras de Estado, a la Asamblea Legislativa y a la Corte Suprema de Justicia.
Tanto los ministerios como la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia salen, en general, bien evaluados por la población, pero sobre ellos se comienza a vislumbrar el peso de su sometimiento al Ejecutivo. Más de una tercera parte de la población (34.8%) cree que hay alguna o mucha corrupción en el Viceministerio de Transporte y más del 30% piensa lo mismo del Ministerio de Trabajo (31.9%), del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (30.4%), del Ministerio de Hacienda (31.3%) y del Ministerio de Obras Públicas (30.2%).
Más de la mitad de la gente cree que los diputados han aprobado leyes que le han beneficiado poco o nada. Solo el 35.7% piensa que los legisladores representan a toda la población, mientras que una cuarta parte cree que representan al presidente; 19.3%, a ellos mismos; y 13.1, a su partido político. Con referencia al trabajo de la Corte Suprema de Justicia, a pesar de ser bien evaluada, casi dos terceras partes de los encuestados (63.4%) piensan que las decisiones de los jueces están influenciadas algo o mucho por el Ejecutivo.
Las grandes perdedoras en este sondeo son las alcaldías. Su mala evaluación por parte de la población solo es comparable al —y probablemente efecto del— daño que les infligió la drástica reducción del Fodes. La nota de 4.80 que en promedio da la gente a los municipios habla por sí misma. ¿Qué hace que el Gobierno y especialmente el presidente salgan bien evaluados? Hay varias medidas implementadas por el oficialismo que son bien apreciadas, como la creación del Hospital El Salvador o la entrega de tabletas y computadoras. Pero hay dos variables que indudablemente son los pilares que sostienen la popularidad del presidente.
El primer pilar es la seguridad y el segundo, la publicidad. El 97.7% piensa que la delincuencia se ha reducido, el 91.1% menciona variables que tienen que ver con la seguridad como principal logro del Gobierno y más de la mitad cree que el régimen de excepción ha ayudado a reducir la delincuencia. La encuesta revela que la relación entre la buena valoración del régimen de excepción y la nota del Gobierno es directamente proporcional: mientras mejor se califique la medida, mayor es la nota que se le da al Gobierno, y viceversa.
El otro pilar es la exposición mediática a la publicidad oficial. Los inmensos recursos públicos que el Ejecutivo destina a la comunicación le están dando muchos réditos. Más de la mitad de la gente afirma enterarse de las noticias oficiales a través de las redes sociales, nicho privilegiado de los empleados públicos para hacerle publicidad al Gobierno. Los medios oficiales, impresos, digitales, radiales o televisivos son consumidos por gran parte de la población, que en un 41.8% les profesa mucha confianza. También la relación de esta variable está directamente unida a la buena calificación al Gobierno. Mientras mayor es la exposición mediática a los canales que utiliza el Gobierno y el presidente para publicitarse, mejor es la nota que los ciudadanos les otorgan; y a más confianza en esos canales, mejor calificación a la gestión gubernamental.
Por otra parte, la economía no solo es el principal problema del país para 64 de cada 100 encuestados, sino que se perfila, en la opinión de la gente, como un fracaso de la presente administración. Aunque más de la mitad de los encuestados no menciona ninguno, una quinta parte alude a cuestiones económicas como los principales fracasos del Gobierno. Además, de las personas que ven algún cambio negativo, el 46% lo vincula a factores económicos. Más de la mitad (52.4%) cree que la economía está igual o peor que antes, y el 62.5% piensa lo mismo con respecto a la economía familiar. Para el 71%, el bitcoin no ha ayudado en nada a la economía familiar y el 59% piensa que el Gobierno no ha logrado controlar la subida de los precios de los productos de la canasta básica. La opinión crítica con respecto a la gestión gubernamental del tema económico es clara; sin embargo, esta cruda apreciación no les implica, hasta ahora, costos político-electorales a la actual administración y al mandatario.
Finalmente, a pesar de que la seguridad es uno de los dos pilares que explican la buena calificación al Gobierno, la encuesta revela algunas alertas en este campo. En primer lugar, las personas perciben que la delincuencia patrimonial (robos de celulares, billeteras o carteras) ha aumentado. En segundo lugar, la población rechaza los abusos de autoridad por parte de policías y soldados, 31 de cada 100 conocen a alguien capturado en el contexto del régimen de excepción que no tiene vínculos con grupos delincuenciales, 15 de cada 100 han presenciado agresiones físicas contra otras personas y 25 de cada 100 han sido testigos de agresiones verbales. Como corolario en este aspecto, ha aumentado el porcentaje de la población que siente miedo a expresar opiniones sobre temas importantes para el país. Es decir, está creciendo, según la encuesta, el miedo a represalias por expresarse públicamente.