Soluciones a la incapacidad

Cada día se va volviendo más evidente que nuestros diputados son incapaces de elegir un buen Fiscal. No por falta de un buen candidato, sino por incapacidad para ponerse de acuerdo aceptando criterios racionales. Pero lo que hace que consideremos a nuestros diputados más incapaces es precisamente la falta de visión que tienen. Se estancan, y sólo son capaces de salir del estancamiento tomando una mala decisión y echándose la culpa unos a otros. Y todavía peor, ni siquiera saben aprender de la propia historia reciente. Para recordársela hagamos un breve paréntesis.

Cuando la guerrilla y el Ejército estaban en empate virtual, las estrategias de guerra no servían para nada. Ni la guerra popular prolongada ni la táctica insurreccional le daban la victoria al FMLN. Como tampoco la guerra de baja intensidad que propiciaban los gringos le daba la victoria a la Fuerza Armada. Alguna gente visionaria e inteligente, como Ellacuría y sus compañeros, o como monseñor Arturo Rivera y Damas, ante el empate absurdo y sangriento, proponían una solución pacífica conquistada a través del diálogo y la negociación entre las partes. Incapaces de negociar a solas, los Gobiernos establecidos y el FMLN buscaron como mediadora a la Iglesia católica y comenzaron con ella presente los primeros diálogos. Cuando Cristiani toma posesión, se buscan nuevos mediadores, y en vez de la Iglesia son las Naciones Unidas las que desempeñan ese papel. La paz llegó al fin.

En otras palabras, cuando los que están enfrentados o polarizados son incapaces de negociar solos, lo mejor es buscarse uno o varios mediadores. Esa lección del pasado, recibida tanto por Arena como por el FMLN, yace ahora olvidada. Son incapaces ambos partidos de ponerse de acuerdo en algo tan sencillo como el de conseguir un Fiscal General de una ejecutoria limpia, sin filiaciones políticas partidarias, independiente y con coraje para entrarle a cualquier problema grave, llámense homicidios, maras o corrupción. ¿Qué hacer en esas circunstancias? La apuesta es muy sencilla: busquen mediadores.

Nuestros partidos llevan demasiado tiempo enfrascados en unas conversaciones infructuosas. Busquen mediadores que les recuerden los criterios, que les digan quiénes tienen la capacidad y quiénes no, e incluso que les hagan alguna propuesta clara y evidente; y dejen en libertad a sus diputados para elegir al candidato que se vea mejor entre quienes propongan los mediadores y avalen los miembros de la hasta ahora ineficiente comisión de búsqueda de Fiscal.

Los ciudadanos tenemos la sensación de que a veces los diputados nos roban nuestro dinero. En efecto, se les paga con los impuestos de todos nosotros, con el IVA y con la Renta. El Estado puede adeudar y retrasarse en los pagos con diferentes proveedores, pero siempre les paga puntualmente a los diputados. Los privilegiamos con nuestros impuestos. Queremos resultados y tenemos atrasos indebidos. Queremos buenos nombramientos y con frecuencia nos sorprenden con elecciones de segundo grado de muy baja calidad.

Busquen mediadores, señores diputados, porque con su atraso y su malas decisiones no hacen más que desprestigiarse a sí mismos y, más grave aún, a la democracia. Busque mediadores, ya que no pueden solos, y elijan Fiscal.