Temas más graves y de fondo

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Editorial UCA
01/07/2015

En medio de las discusiones económicas y del endeudamiento, se olvida el debate principal que debe darse en El Salvador. ¿Cómo es posible que no podamos recaudar por la vía de los impuestos lo que el país necesita para promover adecuadamente la dignidad de todos y la justicia social? Esa es la pregunta que debería primar en la agenda pública, en vez de ese griterío vocinglero y furibundo en que se habla de valores, pero se olvidan los problemas estructurales. Como si todas las dificultades nacionales se debieran a la mala intención de unos u otros.

Sólidos economistas salvadoreños afirman que tenemos un serio problema de elusión y evasión tributarias. En los casos del IVA y de la renta, algunos estiman que se está dejando de recibir en torno al 40% de lo que en la actualidad se recoge. Aunque algunos creemos que es necesaria una reforma fiscal seria, no hay que perder de vista que incluso con la legislación actual podríamos recoger para fines sociales y de desarrollo ese 40% más. En otro orden, en 2008 el PNUD hacía unos cálculos de lo que se podría recaudar si aumentara el trabajo decente. En ese momento, y en la actualidad tenemos una situación parecida, el trabajo decente y formal cubría al 20% de la población económicamente activa. Si el 70% de ella tuviera trabajo decente, la recaudación aumentaría 7 puntos; y si se llegara al 100%, el incremento sería de 10 puntos.

La cuestión es grave. La evasión y la elusión son formas lacerantes de irresponsabilidad ciudadana. El Salvador necesita urgentemente una mayor solidaridad social. La ausencia de trabajo decente es muestra de insolidaridad y, en muchos casos, de egoísmo de las élites. La empresa es una fuente de riqueza y cumple un papel esencial para el desarrollo del país. Pero no puede seguir lavándose las manos ante esta situación. En las encuestas en las que se pregunta por la credibilidad de instituciones y actores, los empresarios están prácticamente junto a los políticos; es decir, en el fondo de la credibilidad ciudadana. Y la razón está clara.

No solo se contempla una insensibilidad social en muchos empresarios y en algunas obras empresariales, como grandes edificios de lujo construidos escandalosamente al lado de comunidades marginales, sino que además se muestran indolentes y convenientemente silenciosos ante la evasión de impuestos que deberían tener fines sociales y de inversión en la gente. Y no se trata aquí de atacar a los empresarios per se, sino de recordarle a los que son buenos, que los hay, que tienen el deber no solo de pagar puntualmente sus tributos, sino de insistir y exigir normas e inspecciones que impidan que los irresponsables evadan impuestos dañando a todo el gremio.

Hay que actuar contra los que se lucran de la elusión, la evasión y el trabajo indigno. Demasiada gente no está cubierta por las redes de protección social y carece de un salario decente. Quienes evaden y eluden gravámenes tienen la mayor parte de la responsabilidad. Pero también es responsable la posición farisea de la ANEP, que se rasga las vestiduras cuando se publican los nombres de morosos con Hacienda. Aparecer en publicaciones es más bien un regalo para algunas de estas personas, pues deberían estar presas por el daño que hacen a la sociedad salvadoreña al evadir impuestos. Por supuesto, hay también una responsabilidad en los legisladores incapaces de diseñar normas adecuadas que eviten la evasión y elusión. Y lo mismo podemos decir del Ministerio de Hacienda, con escasa capacidad de investigar y sancionar estos delitos.

Se puede discutir el tema que tanto ha polarizado al país últimamente: el freno a los 900 millones de dólares de deuda pública. Y eso pese a que en ese debate se han vertido acusaciones que desdicen de la capacidad política e inteligencia de algunos grupos. Pero sobre todo debemos abordar los temas estructurales que nos obligan a jugar con la deuda y a comprometer el futuro de las próximas generaciones. La elusión, la evasión y el bajo porcentaje de trabajo decente en El Salvador son problemas graves que ameritan un debate más serio que el que se está teniendo en torno a los ya famosos 900 millones, aunque estos puedan ser necesarios en el momento actual.

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Anónimo
07/07/2015
09:44 am
Tapar el sol con un dedo es tarea de muchos,es tal el caso de Leonardo, Debemos de recordar que muchos políticos de los años 90, se volvieron millonarios aprovechándose de los puestos que ocuparon, privatizaron todo los que pudieron y cobraron mordidas cuando no compraron directamente. Sanearon la banca con préstamos que paga actualmente el pueblo pueblo y compraron a precios irrisorios. Con las privatizaciones acabaron con los pocos recursos que tenia el estado para hacer inversiones que nos favorecieran como pueblo. Señores la historia hay que recordarla,
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Anónimo
03/07/2015
06:10 am
Y como se explica el comentarista \"Leonardo\" que a pesar de los obstáculos que señala para el crecimiento económico, la fortunas de estas personas se haya incrementado en los últimos años? de acuerdo a publicaciones de organismos ligados a la OCDE, hasta nuevos ricos despuntan en el panorama! cual será el orígen de esas fortunas? sera que provienen del ahorro de salarios? de una planeación tributaria injusta? de donde? ese es el problema,,, no hay transparencia, no contribuyen desde lo que realmente les toca tributar, recurren al ardid, a la picardía, a la corrupción sea cual sea, para despues culpar al otro de los problemas, y peor estamos ahora, pues al haber perdido el poder absoluto y acostumbrados que estaban a hacer lo mismo de siempre, ahora que no pueden, luchan, unidos por supuesto, para obtener el poder nuevamente, no importan los medios, solo el fin, he ahí otra de las causas de esta vorágine de violencia inédita!.
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Anónimo
02/07/2015
19:52 pm
Al escritor de izquierda de esta nota,el problema no es la evasión fiscal, si todas las empresas pagaran impuestos, la tributación no alcanza (deudas, necesidades sociales, deficit) y tu solucion es más impuestos ahora digame¿como recaudara impuestos tu amado gobierno si las empresas no quieren venir a este pais?¿como pagaran mas impuestos si la produccion nacional y crecimiento no pasa del 2%? y eso no es egoismo de las elites es ineficiencia de gobierno.Creo que el escritor no conoce de los temas economicos, no se porque los ponen a escribir. Ademas tu titulo dice Temas graves, aqui te dejo algunos:¿no hay agua en las colonias?¿razonamiento de agua en la capital?¿por que no hablan de la delincuencia? por que no hablas de las pesimas condiciones en que trabajan los policias?¿la corrupción de sigfrido reyes?¿el trafico por el sitramms como problema social?¿adonde esta la fabrica de empleos? aun la espero.De seguro tu respuesta sera, culpa de los gobiernos anteriores....
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Anónimo
02/07/2015
06:23 am
Me parece bien, para que no perdamos la perspectiva, ese el problema de fondo, la evasión y elusión fiscal, por eso no salimos de la pobreza, por que en otros paises la oligarquía ha sido menos egoísta y ha sabido distribuir la riqueza entre la población, por ejemplo Costa Rica, en cambio aca son voraces y mezquinos, lo que se les \"cae\" en limosna, lo recuperan vía deducción de Impuesto, no tenemos salarios justos y para colmo muchos declaran pérdidas!, no habría necesidad de recurrir a prestamos de manera constante si todos pagaran lo que debe ser y generaran empleos con salarios DIGNOS; cabe señalar, que de este editorial no hara eco el Diario de Hoy ni la Prensa Gráfica, quienes debido a las reformas del año pasado pagaran impuestos, pues tiempo atrás estuvieron generando ganancias exentas gracias a Leyes que les favorecieron,, y de eso no dicen nada, pues ahi si censuran la tan afamada libertad de expresión, asi que señores la formula es: pagar impuestos y...
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Anónimo
01/07/2015
18:05 pm
¿Y con relación a la contratación excesiva de empleados y funcionarios, así como la apertura de cientos de plazas fantasma, Que opinan? Porque a algunos que pagamos siempre los impuestos no nos gusta cómo se gastan?
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