Temas olvidados en la campaña electoral

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Editorial UCA
11/10/2013

En lo que va de la campaña, los candidatos presidenciales han dicho o pretendido decir lo que la gente quiere oír. En otras palabras, las promesas que llueven en estos días ofrecen remediar las principales preocupaciones de los salvadoreños. Y las más agobiantes son dos: la inseguridad y la crisis económica. Por ello, los aspirantes centran sus promesas en generar fuentes de trabajo, no dar tregua a la delincuencia, reforzar a la Policía, construir viviendas, continuar con los programas sociales, etc. Sin embargo, ninguno ha presentado una plataforma programática que detalle cuándo y cómo cumpliría con lo ofrecido. Y ya ha quedado de sobra demostrado que, cuando eso pasa, las promesas se quedan en nada, como sucedió con la oferta de construir una fábrica de empleos. Impera, pues, la demagogia y el afán de captar votos por encima de la necesidad de diseñar una estrategia de gobierno realista y plausible.

Por otra parte, los candidatos tienen en común el hábito de centrarse en las consecuencias, no en las causas, de los graves problemas estructurales de la sociedad salvadoreña. La inseguridad y la exclusión de amplios sectores de la población del derecho a una vida digna son, en gran medida, efectos de un modelo económico que tiene como principio fundamental dejar que el mercado determine a los beneficiarios. Hasta el momento, ninguno de los candidatos ha dicho una palabra sobre la continuidad o no del modelo causante de la crisis financiera mundial, de las privatizaciones y del empobrecimiento del país. Dicen que el silencio otorga, y si no han dicho nada en torno al modelo neoliberal, es que seguirán implementándolo a pesar de sus dañinos resultados.

Hay otros temas de trascendental importancia para la vida presente y futura de la sociedad salvadoreña sobre los que los candidatos también tendrían que sentar posición. Por ejemplo, ninguno se ha pronunciado sobre la necesidad de regular el agua. El Salvador es el país de la región que enfrenta los mayores problemas de disponibilidad de agua potable. Se está al borde de un estrés hídrico y es imperativo contar con una Ley General de Aguas que reconozca al vital líquido como un derecho humano, a fin de garantizar su acceso a toda la población. Por el momento, hay dos proyectos para legislar sobre el agua: uno que permitiría la privatización de la distribución y otro que reconocería la obligatoriedad del Estado de velar por que cada salvadoreño tenga acceso a ella. ¿Por cuál de los dos proyectos se inclinan los candidatos?

Tampoco se han pronunciado sobre la industria minera que amenaza al territorio salvadoreño en general y a la cuenca del río Lempa en particular. Las empresas mineras extranjeras están a la espera del nuevo Presidente de la República para presionar por que se levante la prohibición temporal de esta industria extractiva en el país. ¿Cuál es la posición, señores candidatos, con respecto a la minería? ¿Permitirían la entrada de compañías extranjeras o prohibirían definitivamente esta industria, como ya lo hizo el Estado costarricense? Finalmente, está comprobado que un país se estanca si no destina por lo menos el 6% de su presupuesto a la educación. Y en El Salvador, la inversión en el rubro, pese a los esfuerzos realizados, no ha pasado del 3.5%. Invertir en educación va más allá de prometer una computadora para cada estudiante; significa, por ejemplo, plantearse como meta la universalización de la educación parvularia y del bachillerato. Señores candidatos, ¿alguno de ustedes se compromete a esto? ¿Puede alguno de ustedes dar una cifra de incremento en el porcentaje del presupuesto para la educación?

Agua, minería y educación son solo tres de los temas clave para la vida y desarrollo del pueblo salvadoreño, y ninguno de los candidatos los ha incluido en su agenda con programas concretos y realizables. ¿Podemos esperar que lo hagan? ¿Habrá algo más que palabras?

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Anónimo
15/10/2013
05:36 am
La verdad que los tres son temas importantísimos, pero adicionaría el pronosticado problema del sistema de pensiones, pues los candidatos también lo han omitido.
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