Un líder indiscutible

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Editorial UCA
08/03/2013

La muerte siempre tiene la virtud de botar barreras y atenuar prejuicios; el fallecimiento del presidente Hugo Chávez es una nueva prueba de eso. Con su deceso, tanto sus seguidores como sus críticos y detractores han reconocido el indiscutible liderazgo de quien tuvo la osadía de resucitar los ideales bolivarianos y contagiar de entusiasmo a no pocos países latinoamericanos. Sin embargo, reconocer el liderazgo de Chávez no equivale a cerrar los ojos a los problemas que dejó sin resolver en Venezuela o a los que creó más allá de sus fronteras.

Para nadie es un secreto que la cuna de Bolívar padece graves problemas económicos, reflejados quizá con mayor fuerza en la devaluación de la moneda y en la creciente inflación. También hay agudos problemas sociales, como el recrudecimiento de la violencia en las grandes ciudades o la escasez de alimentos básicos. La República Bolivariana de Venezuela, como Chávez rebautizó a su país, es hoy por hoy el principal importador de alimentos de Colombia y de otros países de la región.

La crítica de los sectores de derecha, amplificada por su poder mediático, se concentró sobre todo en la personalidad de Chávez, en su peculiar estilo de gobernar, en el aire de soberbia ideológica de su retórica. Es decir, el ojo de sus críticos estuvo puesto más en la persona que en el proceso político que inició tanto dentro como fuera de Venezuela. Y precisamente es en esto último donde está el principal aporte del presidente ahora en capilla ardiente.

Chávez fue el primer líder izquierdista latinoamericano que supuso una respuesta seria al fracaso del neoliberalismo y a los intentos de renovación política de la democracia cristiana y la social-democracia. En un contexto en el que América Latina se convertía en la región más desigual del planeta, pese a sus avances hacia la consecución de la democracia, Chávez intentó una forma de gobierno en la que los pobres fueran realmente la prioridad. Otros presidentes no tardaron en seguirle y en establecer alianzas con él.

Por eso es que Hugo Chávez puso en crisis a los poderes tradicionales afincados en el gran capital y a las derechas latinoamericanas, que en respuesta le profesaron odio y rechazo. Chávez fue el precursor de una nueva forma de gobierno, en la que los marginados de siempre tuvieron acceso a alfabetización, educación (incluso universitaria), salud y vivienda digna. Todo esto, aunado a su incuestionable capacidad de hablar el lenguaje de la gente, su empatía con lo popular, su cercanía y cariño por los pobres, le permitió ganarse el corazón de muchos en América Latina, que lo han visto como un defensor extraordinario de sus derechos.

A nivel internacional, Chávez también fue el primer líder latinoamericano que puso como prioridad de su política exterior la solidaridad interamericana, y por eso lo acusaron de expansionista. La ayuda y cooperación venezolanas con la región han superado por mucho los montos de la cooperación estadounidense. Esta solidaridad cambió la vida de mucha gente; gracias a ella, muchos recuperaron la vista, recibieron créditos sin intereses, pudieron sembrar granos básicos y, sin duda, mejoraron —aunque sea mínimamente— su nivel de vida.

Chávez fue, pues, un líder con una gran incidencia en el continente. Enarbolando la bandera del sueño de Bolívar, sintonizó con los latinoamericanos que mantienen vivos los deseos revolucionarios y de cambio, y propició la integración regional a unos niveles sin precedentes. Por primera vez en la historia latinoamericana contemporánea, cerca de una docena de presidentes, articulados en torno a la figura de Chávez, pensaron en la posibilidad de una América Latina unida, independiente y con una visión social. Así, el liderazgo, la fuerza carismática y los recursos del mandatario venezolano propiciaron esfuerzos como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), Unasur y la Celac.

Sin duda, la muerte de Chávez cambiará la correlación de fuerzas a nivel internacional. Su liderazgo no será fácil de sustituir, su ausencia será notable. En Venezuela, el sucesor de Chávez deberá, por un lado, darle continuidad a lo mejor de su legado y, por otro, corregir sus desaciertos, aquellos problemas que acosan a Venezuela y a su gente.

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Anónimo
09/03/2013
23:52 pm
Chávez, tenía los recursos que durante 600 años tuvieron aquellos y no hicieron más que avorazadamente ocuparse de ellos y ni siquiera botar migajas, y Chávez, con sólo 8 años al cargo, removió los quistes cancerógenos y comenzo a construir patria para todos, devolviendo a Venezuela su propiedad, que tuvo errores, y que somos pues, sino hombres que vagamos por este mundo como peregrino, y que debemos dejar la tierra, mejor que como la encontramos al entrar en ella con nuestra maleta.
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Anónimo
09/03/2013
21:02 pm
El presidente Hugo Chavez dio inicio a lo que hace años lei en una revista ECA: " Latinoamerica, la revolución pendiente". Después del fracaso del modelo neo liberal, donde los grandes "gurus" del neoliberalismo se quedaron mudos de asombro ante el fracaso, surgió el presidente Chavez con su iniciativa para los paises latinoamericanos, iniciativas que pretenden unir a estos pueblos en lazos de cooperacion, solidaridad y justicia social. No cabe duda que la ausencia física de Chavez, supone un gigantesco reto a los dirigentes que le sucedan, reto para continuar el sueño bolivariano de su lider.
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Anónimo
08/03/2013
14:37 pm
Hugo Chávez ha sido el mejor líder que la historia de nuestros pueblos ha tenido. Un líder que más que ser un hombre "revolucionario" -en el sentido que la oposición afirmaba- era el amigo de su pueblo y de Latinoamerica también. Era el "demonio" más bueno que el mundo ha conocido, porque ese "demonio" -como lo detractaba la oposición- construyó casas, dio educación y salud a su gente, permitió que la gente tuviera acceso a las tecnologías y otras más, que ningún otro mandatario habia hecho por su pueblo. Hugo Chávez es y debería el modelo a seguir para muchos de nuestros "lideres". Ojalá y Nicolás Maduro continúe el legado histórico, político y "revolucionario" de un gran hombre y líder como el com
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