Omar Serrano, originario del departamento de Chalatenango, ocupa oficialmente desde inicios de 2011 el cargo de vicerrector de Proyección Social de la Universidad. En los últimos años, residió en Honduras, donde asumió la dirección de Radio Progreso (en 2000) y formó parte del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC); ambas, iniciativas jesuitas de cooperación social en Honduras.
Su decisión de trabajar en el vecino país surgió en 1998, tras conocer las consecuencias devastadoras del huracán Mitch. En aquel entonces, el actual Vicerrector era estudiante de postgrado en teología. "Atendimos todo lo que fue la situación de emergencia: atención a damnificados, entrega de semillas y construcción de viviendas", recuerda.
Su experiencia en coordinación de proyectos sociales y en medios de comunicación alternativos le permite a Serrano comprender la importancia de poner al servicio de los más desfavorecidos todas las herramientas que contribuyan a la reivindicación de sus derechos.
Gracias a este compromiso por transformar la realidad que lo ha caracterizado, aceptó, a finales del año pasado, el trabajo de dirigir una de las áreas más importantes de la UCA: la proyección social. Admite que en un principio no dimensionó la magnitud del reto que había aceptado, y explica que su nuevo cargo no lo interpreta como un "logro personal", sino como "una gran responsabilidad, una gran oportunidad de hacer el bien".
Y es que, a pesar de su experiencia en planificación y ejecución de proyectos sociales, Serrano no había tenido hasta ahora la posibilidad de trabajar en el área universitaria. En ese sentido, explica que su "disposición de mente y corazón es aprender de gente que lleva tantos años trabajando aquí (en la UCA) y haciendo tanto bien. Vengo con la disposición de aprender".
Esa apertura se complementa con una clara visión de la línea que debe seguir el trabajo social de la institución: "La esencia de la proyección social (...) es que no se agota en la academia. Todo estudiante que pase por la UCA y todo empleado que trabaje en la Universidad debe conocer la realidad y los problemas grandes de la gente, y sobre todo, ser sensible ante esa problemática", dice.
Y precisamente, para el Vicerrector, es en esa formación de personas capaces de transformar la realidad donde también se ven los resultados de la proyección social de la UCA: "La mayor prueba del trabajo que se viene realizando se mide no tanto en lo que hacen los graduados, sino dónde está su corazón, dónde está su solidaridad".
El balance que hace sobre lo que ya se ha venido construyendo en temas de incidencia social es positivo, al grado que muchos de los proyectos "son referentes", destacando el caso del IDHUCA, "cuyo trabajo a favor de las víctimas es indiscutible; al igual que la labor de la Radio YSUCA y el IUDOP. Ahora hay otras universidades que hacen sus encuestas y tienen su radio. La UCA ha sido un referente del trabajo social en El Salvador".
Con respecto a los retos que enfrenta la instancia que preside, Serrano considera que a nivel externo el principal compromiso es lograr que "la UCA esté inmersa en la realidad y que tenga una palabra que decir al respecto". Esto probablemente implique promover una participación más activa de los investigadores y catedráticos que "pueden aportar a la realidad". A nivel interno, destaca la importancia de "ser coherentes entre lo que pedimos para afuera y lo que vivimos hacia adentro. No digo que no se haga (...), pero si, por ejemplo, se exige transparencia, tenemos que tenerla acá adentro; si trabajamos por la vigencia y promoción de derechos humanos, también tenemos que vivirlos acá; y si se pide solidaridad hacia los pobres, acá debemos ser los primeros en hacer eso".
Para el Vicerrector, se ha hecho una labor importante para generar cambios sociales, pero "mientras vivamos en sociedades pobres, mientras vivamos en sociedades angustiadas por la violencia, la UCA todavía tiene una misión que cumplir".