En marzo de 2015 inició el proyecto “Testimonios de monseñor Romero en las comunidades de Chalatenango”, apoyado por catedráticos e investigadores de los departamentos de Teología, Comunicaciones y Cultura, y Sociología y Ciencias Políticas. La iniciativa surgió en el Consejo Pastoral Diocesano de Chalatenango, conformado por diez sacerdotes, entre ellos el P. Manuel Acosta, catedrático del Departamento de Teología. Acosta retomó la propuesta y la trasladó a un grupo de investigadores de la Universidad que podrían apoyar el proyecto.
El trabajo consiste en una recopilación y constatación de historias y testimonios de personas con las que monseñor Romero tuvo contacto al realizar sus visitas pastorales. En total, se han tomado en cuenta 14 parroquias de Chalatenango, que fueron visitadas por el obispo mártir entre 1977 y 1980 cuando aún pertenecían a la arquidiócesis de San Salvador, explica Acosta. Lo que se busca es recabar testimonios de cómo fue la llegada de Romero a esos lugares, cuál fue el motivo de sus visitas, con quiénes habló, qué les dijo, entre otros aspectos.
Las parroquias involucradas en la investigación son Santa Teresa, Cristo Rey “El Paraíso”, San Juan Bautista, Inmaculada Concepción, San Miguel de Mercedes, Arcatao, La Laguna, Dulce Nombre de María, Santiago Apóstol, San José Agua Caliente, Concepción Quezaltepeque, Citalá, San Antonio Los Ranchos y María Auxiliadora “El Coyolito”.
Para la primera etapa, cada párroco seleccionó entre tres y cuatro voluntarios para recibir capacitación sobre cómo hacer una entrevista cualitativa que dé insumos para la investigación. Gracias a la participación activa de los voluntarios en estos espacios de formación, se construyó y validó el instrumento para las entrevistas, y se definió una metodología.
Posteriormente, se dejó en manos de las comunidades hacer un mapeo de los testigos clave de los encuentros con monseñor Romero y elaborar un cronograma para la realización de las entrevistas. En esta fase, que inició en septiembre, los voluntarios entrevistadores han contado con el apoyo, acompañamiento y asesoría del equipo de la UCA. Cuando se finalice con la recolección de los datos, se procederá a la digitalización, análisis y presentación de los mismos. Con respecto a este último punto, aún no está definido en qué consistirá el producto final; ello depende de los resultados que se obtengan de la investigación. Sin embargo, entre las opciones está la producción de un documental o la publicación de un libro.
Con respecto al valor de este proyecto, el P. Acosta destaca el evidente aporte a la proyección social de la Universidad. “Cuando hablamos de proyección social se entiende como el acompañamiento de la UCA a las bases sociales”, y es eso precisamente lo que sucede en este caso, ya que la iniciativa surgió en las comunidades y la Universidad se encarga de orientarlo en los parámetros académicos pertinentes, explica el jesuita.
Se espera concluir el proyecto y presentar los resultados al público en marzo de 2016.