Consorcio para el conocimiento

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Margarita Moreno
10/02/2011

En 2009, la Universidad de Barcelona y la UCA, a través de la Biblioteca "P. Florentino Idoate, S.J.", aplicaron exitosamente al Programa de Cooperación Interuniversitaria (PCI), de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), para impulsar el proyecto "Desarrollo de un programa para la promoción de acciones consorciadas y de cooperación entre las bibliotecas universitarias de El Salvador".

Como primer paso del proyecto, se realizó un diagnóstico de la situación de las bibliotecas a nivel nacional, desarrollado por especialistas en bibliotecología de Cataluña, España. Luego del análisis, los directores de las bibliotecas de la Escuela Especializada en Ingeniería ITCA-Fepade, Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), Universidad Tecnológica de El Salvador, Universidad Don Bosco, Universidad Evangélica de El Salvador, Universidad Francisco Gavidia, Universidad Dr. José Matías Delgado, Universidad de El Salvador y la UCA conformaron un grupo promotor, al que posteriormente se uniría la Biblioteca Nacional, con el propósito de que esta institución "retomara un papel protagónico" y creara "un sistema nacional de bibliotecas que rija y norme a nivel de estándares bibliotecarios", explica Jacqueline Morales, directora de la Biblioteca "P. Florentino Idoate, S.J.".

En 2010, la AECID le otorgó un financiamiento a este grupo interinstitucional para que formalizara su alianza, creándose así el Consorcio de Bibliotecas Universitarias de El Salvador (CBUES), cuya acta de constitución se firmó el pasado 28 de enero.

Cristóbal Urbano, decano de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Barcelona, explica que la contraparte española que apoya este esfuerzo "valoró el efecto multiplicador del proyecto", pues, desde su experiencia en redes de bibliotecas, consideraron importante que en El Salvador se impulsara "el trabajo consorciado, para hacer cosas importantes en el ámbito de formación y distribución de información".

Los beneficios de que las bibliotecas ejecuten proyectos de manera asociada son muchos. En una primera etapa, el Consorcio espera lograr tres grandes objetivos: la adquisición consorciada de publicaciones electrónicas, la puesta en funcionamiento de un repositorio digital y la coordinación del préstamo interbibliotecario. Morales destaca que con esta iniciativa "se dotará a los estudiantes de las distintas universidades de herramientas y servicios que se utilizan en otros países". Otra de las ventajas, ilustra Urbano, es el fácil acceso a la información; así, por ejemplo, "si un investigador busca algo en la Biblioteca Nacional y no lo encuentra, las bibliotecas universitarias podrán colaborar para hacerle llegar la información".

En esencia, fue la incidencia social que tendrá el Consorcio lo que motivó a la UCA a participar en el proyecto. Y es que, a largo plazo, se busca que estos espacios de consulta "puedan ser un pilar de apoyo para transformar a la sociedad" y contribuyan a generar una cultura de uso de bibliotecas como herramientas para formar y educar a los niños y jóvenes. "Todo es parte de un proceso de crear ciudadanos informados y preparados, para que puedan tomar mejores decisiones", afirma Morales.

Entre las primeras acciones que el grupo de bibliotecas asociadas espera desarrollar están la adquisición de bases de datos académicas para todas las universidades afiliadas; la instalación de una oficina temporal del Consorcio en la UCA (que tendrá a su cargo la coordinación del proyecto hasta que la Biblioteca Nacional pueda desempeñar la función); la adquisición de equipo y servidores web para los repositorios digitales; y el desarrollo de un proyecto para tener acceso a Internet en la Biblioteca Nacional.

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