El tiempo de levantarse tarde y disfrutar por completo de las vacaciones terminó el 3 de enero para María Antonieta Soriano. "Ese día me levanté temprano y me sentí [en la Universidad] como pollito comprado porque no conocía a nadie", comentó. Y es que ella, al igual que aproximadamente 1,900 bachilleres, según datos del Centro de Admisiones, comenzó en esa fecha el Curso Preuniversitario.
"El cursillo" está planificado de manera que para el 11 de febrero se hayan cubierto materias como Estrategias de Estudio y Aprendizaje, Técnicas de Expresión Oral y Escrita (para los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades) y Matemática (para las Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, y de Ingeniería y Arquitectura).
De esta manera, "en seis semanas se abordarán las bases mínimas", según Olga Doñas, jefa del Centro de Admisiones. Además de las clases, se han organizado actividades ex aula: charlas del P. José María Tojeira, rector de la Universidad, y de Celina Pérez, vicerrectora Académica; así como un día deportivo, un foro de estrategias socio-afectivas y un acto cultural.
Otro de los objetivos del Curso es que los jóvenes se adapten al ambiente universitario y tengan un panorama de cómo serán sus futuras clases. Es este un período de transición entre el colegio y la Universidad. "En la U, ya cada quien corre por su cuenta. Nadie te anda rogando que te vayás a las clases. Me va a ayudar bastante a la adaptación", explicó Josué Castillo, estudiante de nuevo ingreso.
La carga académica de aquellos que logren culminar con éxito el Curso se dará a conocer el 20 de febrero, y con ello las materias que los nuevos alumnos podrán llevar durante el primer ciclo.
Más allá de levantarse temprano, realizar exposiciones, escritos y ejercicios matemáticos para obtener una buena calificación, el Curso Preuniversitario es el primer paso en su camino dentro de la UCA.